Hoy en día todavía se menciona que en el mundo lo que sobra es agua, quizás por que en la escuela nos enseñaron que ¾ partes de la tierra esta constituida de este vital liquido y que el agua es un recurso renovable. Si habláramos de agua en general pudiéramos decir que hay abundante agua en el planeta, pero si nos referimos al agua para consumo humano, cada día es mas escasa y mal distribuida, ya que de toda el agua que existe en la Tierra, el 97% es salada (mares y océanos) y el 3% restante es dulce, de este 72% esta en glaciares, el 22% subterráneas y solo el 1% esta disponible y de fácil acceso en ríos y lagos.
Por otro lado la población mundial se espera que aumente en un 50% en los próximos cincuenta años pasando de 6.100 millones de personas a mediados de 2001 a 9.300 millones en el 2050, este aumento ocurrirá sobre todo en los denominados países en desarrollo. Esta situación ha llevado a que en el año 2000, 508 millones de personas en 31 países estén sometidos a escasez de agua, se espera que en el 2025, 3.000 millones de habitantes en 48 países estarán en estas mismas condiciones y para el 2050 las proyecciones mencionan que 4.200 millones de personas (más del 45% del total mundial) estarán viviendo en países que no pueden proporcionar la cuota diaria de 50 litros de agua por persona para satisfacer las necesidades básicas (FNUAP 2001), a todo ello debemos adicionarle las consecuencias del cambio climático que supone riesgos adicionales y una mayor vulnerabilidad en la población pobre.
Si estas tendencias continúan, las repercusiones para el acceso al agua potable y aun más para la seguridad alimentaría serán cada vez más considerables, sobre todo en los países en desarrollo, donde los nutrientes del suelo y el agua son menos abundantes. Sin embargo, en algunos lugares, la aplicación de mejores tecnologías, prácticas de gestión y políticas adecuadas han propiciado atenuar esta problemática, un ejemplo de ello es el manejo o cogestión de cuencas hidrográficas donde existe evidencias de un mejor manejo del recurso agua, que pueden ayudar a disminuir estas tendencias negativas y, por tanto, muestran vías hacia modelos de intensificación sostenibles (FAO, 2011). Sumado a estos procesos de manejo de los recursos esta el impulso que se le ha venido dando a los sistemas agroforestales (SAF), que en términos sencillos es la combinación de especies leñosas con otros componentes (pastos, cultivos anuales, animales, etc), en los cuales estos componente interactúan de forma positiva para la intensificación de la tierra de manera sostenible, proporcionando múltiples beneficios al productor y a la población en general, sobre todo cuando estas tecnologías se presentan en esquemas de manejo de cuencas, dado que proporcionan una mayor conservación del suelo, regulación del flujo de agua, abastecimiento y calidad del agua, también disminuyen los impactos de la lluvia sobre el suelo (Beer et al. 2003) y pueden ser altamente beneficiosos en la cogestión de cuencas. Estos mismos autores mencionan que los SAF influyen en el ciclo del agua aumentando la lluvia, la transpiración y retención del agua en el suelo, la reducción del escurrimiento y el aumento de la filtración. Como resultado del menor escurrimiento y mayor filtración las micro cuencas hidrográficas con cubierta forestal o SAF producen agua de alta calidad, ya que los suelos con cubierta arbórea son excelentes filtros naturales (Stadtmüller, 1994).
Aun cuando hace falta estudios de mayor envergadura para conocer su verdadero valor en la producción y conservación de agua, los SAF son considerados formas de uso de la tierra sostenible, con alto potencial para coadyuvar al manejo y conservación de aguas que sumado a esquemas de PSA (pago por servicios ambientales) pueden ser mecanismos adecuados para el manejo de los recursos en las cuencas altas proveedoras de aguas (UCIN 2005).
Bibliografía
Beer, J. Harvey, C.A. Ibrahim, M. Harmand, J.M. Somarriba, E. y Jiménez. F. 2003. Funciones de servicio de los sistemas de agroforestería. Disponible en línea: http://www.fao.org/DOCREP/ARTICLE/WFC/XII/MS20-S.HTM
FAO. 2011. El estado de los recursos de tierras y agua del mundo para la alimentación y la agricultura. Disponible en: http://www.fao.org/docrep/015/i1688s/i1688s00.pdf
FNUAP (Fondo de las Naciones Unidas para Actividades en materia de Población). 2001. El estado de la población mundial 2001. En línea.  http://www.unfpa.org/swp/2001/espanol/ch02.html
Stadtmüller, T. 1994. Impacto hidrológico del Manejo Forestal en bosques naturales tropicales: medidas para mitigarlo. Turrialba, C.R., CATIE. 62 págs
UICN. 2005. Café con sombra y alternativas para reducir la presión del cambio del uso del suelo en lazona Sur de Ahuachapán El Salvador / UICN. Proyecto BASIM. – 1. ed. San José, C.R.