• Venezuela entre los 20 países que arrojan más plástico a los océanos

    Aunque la ONG internacional The Ocean Cleanup advirtió en 2022 que Venezuela es uno de los 20 países que lleva más plástico al océano a través de sus ríos, el director del Área de Sustentabilidad Ambiental de la Universidad Católica Andrés Bello (SA – UCAB), Joaquín Benítez Maal, advirtió que el Estado no ha incentivado el reciclaje ni el manejo de los desechos sólidos en el país. 

    «La producción y el consumo de plástico pudo haberse incrementado por la desaceleración de la crisis económica, lo que se traduce también en el manejo de desechos», dijo. «Pero, no hay una política de estímulo legal y financiero a la práctica del reciclaje (…). Entonces la tasa de manejo del plástico como desecho quedan más o menos iguales pese a los esfuerzos de la sociedad civil». 

    El Estado Venezolano celebra el Día de la Tierra del año 2024 sin datos oficiales sobre la producción, el manejo y el reciclaje de los plásticos, uno de los temas fundamentales para las Naciones Unidas por el impacto de estos productos en los ecosistemas y la salud humana. 

    De acuerdo con los últimos estudios de la SA – UCAB y la ONG Transparencia Venezuela, publicados en 2022, solo el 2 % del plástico en el país es reciclado.

    Por su parte, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) publicó este año que Venezuela genera 14,88 millones de toneladas al año de residuos sólidos, ubicándolo en el puesto número cuatro de los países de América Latina y el Caribe que más desechos produce.  De esa cantidad, 523 775 toneladas se clasifican como plásticos y The Ocean Cleanup estimó que 6000 toneladas (1,15 %) se asientan todos los días en la desembocadura de los ríos y después se van al mar. 

    Plásticos visibles desde el espacio

    Frente a la opacidad, la sociedad civil recurre a las imágenes satelitales y a la inteligencia artificial para detectar los vertederos y sumideros en el país y comparar las lecturas del espectro electromagnético (luz visible, infrarrojos y rayos ultravioletas) que reflejan los desechos sólidos al espacio y recogen los satélites para precisar dónde están los parches de plásticos más prominentes. 

    Minderoo Fundation, una ONG de origen australiano, identificó 47 zonas con grandes concentraciones de plástico en Venezuela. De ese grupo, 37 (78,7 %) tienen un área mayor a los 1000 kilómetros cuadrados. El estado Zulia es el que más zonas con gran acumulación de plásticos, con 7 sumideros al aire libre. 

    The Ocean Cleanup aseveró bajo la misma metodología que 224 ríos venezolanos aportan entre 100 y 1 383 600 kilogramos de plástico al Mar Caribe cada horaSolo 11 de estos ríos están catalogados entre los 1000 afluentes que aportan el 80 % del plástico a los océanos en el mundo. El río Tuy encabeza la lista venezolana (por la influencia del río Guaire) y el río Chama (que aporta 308 700 kilogramos de plástico al sur del Lago de Maracaibo) está en segundo lugar.

    El río Orinoco, aunque no está entre los afluentes más contaminantes, acumula más de 11 700 kilogramos de plásticos repartidos en todas las riberas del Delta Amacuro y del estado Bolívar, poniendo en vulnerabilidad sanitaria a la comunidad warao que habitan la zona.

    Microplásticos en Venezuela

    Los satélites detectan grandes cúmulos de plásticos, pero los científicos venezolanos son quienes están detectando fragmentos plásticos entre uno y cinco milímetros (los microplásticos) que se asientan en las playas venezolanas y en los animales que las habitan. 

    En el año 2022, el biólogo Carlos Lasso identificó 4 especies de bagres y 9 especies de peces eléctricos del río Orinoco (entre los estados Amazonas y Bolívar) tenían microplásticos en sus estómagos y el ecotoxicólogo José Grillo destacó que los corales en los estados Miranda y La Guaira sufren por las toxinas que trasportan estos fragmentos. 

    Ahora, Ivis Fermín, investigadora del Instituto Oceanográfico de Venezuela (IOV) de la Universidad de Oriente (UDO), y su equipo detectaron 3066 ítems de microplásticos en sardinas de los mercados del estado Sucre. De 800 ejemplares de la especie Sardinella aurita, el 70,125 % (561) tenía algún microplástico en su tracto digestivo. 

    «Es un riesgo importante, no solo para la salud humana y su alimentación, si no para el ecosistema y la especie. De por sí es peligroso, porque muchas personas que viven en las playas pueden comerse las sardinas enteras, sin sacarle las vísceras, lo que implica que están consumiendo una gran cantidad de microplásticos con ello. Pero si limpian las vísceras, disminuye el riesgo», aseveró Fermín en una entrevista a Runrun.es

    Catalogó a la especie de sardina «en peligro», ya que al alimentarse de los microplásticos «van a sentir que tienen saciedad y van a dejar de buscar alimentos, por lo que no recibirán los nutrientes adecuados para su crecimiento, su desarrollo, su madurez gonadal y su proceso reproductivo. Entonces, quizás no veamos ese impacto de manera inmediata, pero, en un futuro quizás no tan lejano, la especie irá desapareciendo». 

    «Caballos de troya» para la salud pública y ambiental

    Para la investigadora del IOV – UDO, los microplásticos son unos «caballos de troya», «ya que traen consigo otras sustancias como metales pesados, hidrocarburos aromáticos y otros patógenos biológicos y compuestos que vienen «enmascarados», que pueden causarles un daño extra a los animales». 

    Los plásticos y microplásticos también se ha detectado como son aislantes de calor y liberadores de compuestos químicos poco a poco, contaminando químicamente el ecosistema, desde los hábitats de desove de las tortugas en Venezuela hasta la alimentación de animales que son la base alimenticia de un ecosistema, como las sardinas, los mejillones y guacucos.

    Hace dos años, la geoquímica Andriana Gamboa y su equipo detectaron entre 17 y 34 ítems de microplásticos por kilogramo de arena en las playas de Sucre. En la actualidad, el equipo de investigación de Fermín detectaó 6,81 ítems por kilogramo de arena en las playas del sur del Golfo de Cariaco y 59,11 ítems en las playas del norte de la Península de Paria, en el Estado Sucre. 

    El transporte de compuestos químicos no solo se expresa en los microplásticos, sino también en los envases que el ser humano consume y se acumula en vertederos o trancan el cauce de los ríos.

    «Tenemos un problema gravísimo problema a nivel nacional. Es un problema de Estado, y debe abordarlo con seriedad», aseveró Fermín. «En el país podemos encontrar grandes concentraciones de plásticos y microplásticos en el oriente del país, en la región central y en el Lago de Maracaibo». 

    Islas de plástico flotan en el Lago de Maracaibo

    El equipo de investigación del ingeniero Nicolino Bracho había detectado una concentración de 200 ítems de microplásticos por kilogramo de arena en las orillas del Lago de Maracaibo en el año 2022. Un año después la concentración aumentó: hay un promedio de 500 piezas por kilogramo de arena en cuatro puntos de la costa occidental del Lago (en Playa Las Palmeras del municipio Mara y las playas isla Dorada, Vereda 2 y Las Palmeras del municipio Maracaibo). 

    De los 11 ríos venezolanos más contaminantes para el mundo que identificó The Ocean Cleanup, cuatro desembocan en el Lago de Maracaibo, y los 60 afluentes detectados por la ONG que nutren la cuenca acumulan cada uno entre 200 y 308 700 kilogramos de plásticos cada año como mínimo. 

    «La diferencia que hay entre Venezuela y el Zulia —y entre el Zulia con la ciudad de Maracaibo, específicamente, que es donde se observa la mayor cantidad de desechos no solo de plásticos, sino de materiales quirúrgicos y vidrio (…)— son las cañadas de la ciudades. Maracaibo está estructurado geográficamente por 10 cañadas que descargan sus aguas al Lago. Estas cañadas no están en la planificación urbana y son invadidos (…), lo que deriva en la acumulación de desechos, que se junta con los vertidos de las industrias», explicó Grisel Mercadante, directora de la Fundación El Zulia Recicla, en una entrevista para Runrun.es

    La Fundación El Zulia Recicla pasó de recolectar 9 190 kilogramos de desechos sólidos en 2022 a recolectar 13 034 kilogramos en 2023, un aumento del 40 %, pero Mercadante advirtió que ese incremento es debido a una mayor participación de voluntarios a las ONG dedicadas al manejo de desechos sólidos en el Zulia. 

    Una sociedad civil sin recursos

    Las representantes del IOV – UDO y de la Fundación El Zulia Recicla afirmaron que se deben hacer estudios unificados sobre la presencia de los microplásticos en las costas venezolanas. Según el Minderoo Fundationen el país no existe un estudio arbitrado o gubernamental sobre el impacto de los desechos sólidos (plásticos) en la salud pública nacional

    «Todos los esfuerzos vienen de la sociedad civil y la academia», agregó Mercadante. 

    En los estados de la región central del país, en especial el estado Miranda, existen iniciativas como la Fundación Azul Ambientalistas, que recogen los desechos sólidos de las playas, pero no existe un análisis del tipo de microplásticos y su concentración, sobre todo en el río río Tuy, considerado por The Ocean Cleanup como el segundo afluente con la concentración de plásticos en su desembocadura en Sudamérica.

    El río Pavuna, en Rio de Janeiro, es el único afluente que supera al río Tuy como el mayor transporte de plásticos al océano en la región, con 2 553 200 kilogramos al año. 

    «En este 2024, con el leve mejoramiento de la economía, es posible que el consumo de plásticos sea mayor, que no debería ser así, sino tener un consumo más responsable», dijo la directora de la Fundación El Zulia Recicla.

    «Hace falta inversión en la investigación para analizar el impacto que tenemos, que nos permitan tener datos para saber en dónde estamos», agregó. «Nosotros le hemos exigido a los gobiernos datos y transparencia para poder monitorear, medir y hacer incidencia durante al menos diez años», dijo.

    «Una jornada mensual no es suficiente»

    La evaluación del BID arrojó que Venezuela es el país de América Latina con el mayor índice de producción de residuos sólidos municipales por persona, con 527,54 kilogramos por habitante al año.

    Solo es superado en la región por las islas del Caribe como Trinidad y Tobago, Bahamas y Barbados. La institución financiera internacional advierte que estos países caribeños tienen tasas superiores a Venezuela por la producción de desechos sólidos que genera el turismo en esas localidades. 

    Los datos del BID provienen de la sociedad civil. Benítez Maal afirmó a Runrun.es que el Estado y los gobiernos locales no ofrecen datos sobre el manejo de sus desechos desde el año 2015 y desde el 2007 el Estado no actualiza el censo de vertederos (95), rellenos sanitarios (136) y «botaderos» (80) en el país.

    «Y en la actualidad no hay más de cuatro rellenos sanitarios que estén completamente funcionales en el país», aseveró.

    El director de SA – UCAB agregó que no hay iniciativas públicas para el reciclaje, solo existen iniciativas privadas, de la sociedad civil y entre alcaldías y empresas. 

    «Tampoco el servicio de recolección de desechos sólidos en el país no es completamente eficiente. Se estima que 70 % de lo que se produce se recoge por estos servicios, y queda el 30 % de desechos en el ambiente todos los días», dijo. «De ese 70 % que se recoge, cerca del 20 % tienen un destino ambientalmente seguro, que son los rellenos sanitarios. El resto va a vertederos, que es acumular basura al aire libre sin tratamiento sanitario», amplió. 

    «Existen iniciativas municipales de reciclaje, pero una jornada mensual no es suficiente para arreglar el problema. Se necesita que el Estado analice las características de los desechos sólidos de cada municipio para generar actividades efectivas», concluyó. 

    Fuente Runrunes

  • Vecinos y organizaciones ambientales suman iniciativas para la reforestación en Carabobo

    Por Natalia Duno21 de abril de 2024 

    Este sábado se realizó la tercera reunión de organización para la presentación de propuestas para la preservación de los ecosistemas de los cerros y montañas, así como la reforestación en Carabobo.

    Javier Rodríguez Yrigoyen, de la Fundación Tierra Viva, expuso que hay un conglomerado de organizaciones que están creando mesas de trabajo para ofrecer opciones a la población para que puedan ayudar en los objetivos de cuidar y preservar los ecosistemas que fueron afectados por los incendios forestales.

    Por su parte, Ricardo Noguera del proyecto ecológico, resaltó que está tercera reunión tuvo la participación de vecinos de Naguanagua y de las organizaciones que hacen vida en la zona metropolitana de Valencia que disfrutan la naturaleza.

    Participaron miembros de Biorecursos, Akehe, senderistas de cerro El Café, senderistas de Tazajal, y vecinos de Naguanagua.

    La ingeniero en recursos naturales María González de Biorecursos recordó la invitación a los ciudadanos y fundaciones de cualquier índole para que participen y apoyen el cuidado de nuestros cerros y montañas en la zona metropolitana de Valencia.

    Para más información pueden seguir las redes de @sembremosmasvida  @tierravivavzla @biorecursosca @ecociudadvalencia para estar informados de las propuestas y soluciones que se estarán presentando a la colectividad y a las autoridades.

    Nota de Prensa.

    Vecinos y organizaciones ambientales suman conocimientos para la reforestación en Carabobo

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  • Carabobeños aprendieron cómo recuperar los cerros afectados por incendios

    Con el apoyo de El Carabobeño, se realizó el seminario para minimizar las consecuencias de los incendios forestales. Por Dayrí Blanco, El Carabobeño

    Lo ambiental también es periodismo. Esa fue una frase que resonó reiteradamente durante el seminario “En Carabobo sembramos futuro: Aporte ciudadano para nuestros cerros”, que contó con la participación de varios especialistas con temas relacionados con soluciones a las consecuencias de los incendios forestales.

    El objetivo era claro y se cumplió: Educar a los asistentes sobre temas ambientales y prácticas que la ciudadanía puede asumir para ser parte de la solución en la recuperación de espacios naturales, tras la afectación de más de tres mil hectáreas por los incendios forestales.

    El evento se desarrolló en el hotel Executive Valencia, que prestó sus espacios para que los ambientalistas pudieran reunirse con la comunidad y educar en cuanto a reforestación.

    La moderadora del evento que fue apoyado por El Carabobeño, la periodista Dhameliz Díaz, resaltó la importancia de crear una red de alianza para solucionar los problemas ambientales. “La recuperación de un ecosistema tarda 20 años, por eso hoy estamos sembrando soluciones para el mañana”.

    seminario En Carabobo sembramos futuro
    Gran asistencia tuvo el seminario «En Carabobo sembramos futuro». Foto Alejandro Villalobos

    Venezuela: El país con más incendios en Suramérica

    El meteorólogo, Luis Vargas, quien participó de forma virtual en el seminario, detalló la cantidad de focos de incendios en Venezuela, detectados este año por los satélites del Instituto Nacional de Investigaciones espaciales de Brasil. Son más de 500, hasta el 9 de abril.

    De los 32 mil 432 focos de incendio registrados en Suramérica, el 45,6% se originaron en Venezuela. Le siguen Brasil Colombia, Uruguay, Argentina y Guyana.

    También resaltó de julio a diciembre del año pasado, la poca cantidad de lluvia, comparado con otros periodos similares. Además, desde 1950 hasta el año pasado las anomalías de temperatura van en aumento.

    Lectura relacionada: Más de 11 mil incendios registró la NASA en Venezuela durante marzo

    “Julio de 2023 fue el mes más cálido del que se tenga registro desde 1980, seguido por agosto. Desde septiembre hasta abril se rompieron récords de temperatura comparados con los mismos meses de otros años”.

    No existen temporadas de incendios

    seminario En Carabobo sembramos futuro
    El rescatista Jacobo Vidarte. Foto Alejandro Villalobos

    Durante la ponencia conjunta entre el rescatista Jacobo Vidarte y el representante de la Sociedad Ecológica Conservacionista de Aragua (SECA), Otman Monasterios, quedó claro que no existen temporadas de incendios.

    Destacaron que el 99% de los incendios forestales son ocasionados por la actividad humana, ya sea intencional o accidentalmente.

    Factores como la caza furtiva, la quema de basura y de hojas secas, y acciones derivadas de algunas patologías como la piromanía, pueden iniciar el fuego.

    Ambos ponentes destacaron el valor de los voluntarios en situaciones de incendio forestal, su gran labor. Además, del apoyo que la ciudadanía puede darles llevándoles comida, incluso, solo agua fría.

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    Otman Monasterios, de la fundación SECA. Foto Dayrí Blanco

    Afectación a la biodiversidad

    Así como los humanos se ven afectados por los incendios, la biodiversidad sufre a gran escala. La biólogo y representante de EcoCiudad Valencia, Esmeralda Mujica, detalló que se pierden los ecosistemas, su hábitat y alimentación.

    Los pequeños mamíferos, anfibios e invertebrados son los más vulnerables y son parte de un desplazamiento intrapoblacional al huir de los incendios.

    Lee también: Estas son las consecuencias de los incendios forestales en Carabobo

    “Esta fauna se desvía hacia zonas más protegidas como las áreas urbanas. Hace algunas semanas, vimos una gran cantidad de especies que llegaron a edificios, centros comerciales y clubes. Ellos viven en los bosques de nuestros cerros y se ven desplazados por los incendios”.

    Mujica resaltó que la ciudadanía debe comunicarse de inmediato con las autoridades al observar a algún animal silvestre en la ciudad. El objetivo es que sean capturados de manera correcta, que no les afecte más de lo ya sufrido.

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    Esmeralda Mujica, de EcoCiudad Valencia. Foto Dayrí Blanco

    ¿Qué y dónde sembrar?

    Entre las preguntas a las que se dieron respuestas en el seminario destacó ¿qué y dónde sembrar?, el director de la Fundación Reusamás, explicó que uno de los grandes problemas es que se ha sembrado desde la emoción, sin criterio técnico.

    “Entonces los árboles terminan siendo los malos porque levantan calles, se enredan con el tendido eléctrico. Pero es que se siembran en sitios inadecuados, especies inadecuadas”.

    seminario En Carabobo sembramos futuro
    Luis Cornejo, de la fundación Reusamás. Foto Dayrí Blanco

    El especialista indicó que los árboles de raíces superficiales son ideales para suelos delgados, como el borde de las quebradas. Mientras que los deciduos, que son los que pierden sus hojas, están adatados a la sequía. Además los árboles altos se desarrollan mejor en suelos profundos.

    Hay que observar donde han sido exitosas las reforestaciones en los últimos años, como el cerro Casupo. Allí se ha tenido buena experiencia con la pesjua, el merey y el matarratón que dan alimento a la fauna y son resistentes a la sequía.

    Lo que se debe tomar en cuenta antes de reforestar

    Son muchas las personas que desean hacer algo por recuperar los espacios afectados por los incendios forestales. Pero esta es una labor que debe hacerse con planificación.

    El representante de la fundación Tierra Viva, Javier Rodríguez, señaló que la reforestación debe hacerse a través de un método aplicable y consensuado para que la comunidad sepa lo que se hará y lo entienda.

    seminario En Carabobo sembramos futuro
    Javier Rodríguez, de la Fundación Tierra Viva. Foto Alejandro Villalobos

    “Se debe trabajar en equipo entre la comunidad, las ONG, educadores y empresas”. Puso el ejemplo del paseo Orégano, en San Diego, un proyecto de vecinos que recuperó un espacio lleno de basura y que impactó hasta a la alcaldía de manera positiva.

    También dijo que antes de comenzar un plan de reforestación hay que evaluar el estado del lugar, si es un terreno baldío, un área Bajo Régimen de Administración Especial (Abrae), o si es privado.

  • Falsa Soluciones: Geotextil no salvará el Glaciar de Mérida, según expertos

    Erick Camargo

    Un grupo de académicos y expertos de la Universidad de los Andes (ULA) han publicado un comunicado en el que advierten sobre los riesgos que implica el plan del Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo (MINEC) de utilizar geotextiles para proteger el glaciar de Mérida, el último de Venezuela.

    Los expertos, respaldados por su experiencia y datos de sus investigaciones, señalan que el uso de geotextil no solo no es una solución efectiva para la conservación del glaciar, sino que podría tener efectos negativos en el ecosistema. Por esta razón, han iniciado una recolección de adhesiones para frenar la intención de las autoridades estatales de ejecutar este plan.

    Pero de que se trata esto, Venezuela, de acuerdo a estudios, será el primer país en perder sus glaciares en el continente americano; de estos queda apenas uno, el del pico Humboldt. Así, el gobernador del estado Mérida anunció a principios de diciembre un plan para desacelerar la descongelación del glaciar, el cual consiste en instalar un geotextil que se colocará alrededor del mismo y evitar su descongelamiento. En este plan están involucrados directamente el Presidente Nicolás Maduro y el ministro de Ecosocialismo Josué Lorca, quien celebró la llegada de la malla de propileno al país para “evitar el retroceso del glaciar”.

    Ver También: El Parque Sierra Nevada en el estado Mérida sigue bajo amenaza

    Días después, se publicó en la página del MINEC, una nota de prensa sobre el proyecto, en la cual se habla de la participación director general de Fiscalización y Control de Impactos Ambientales del MINEC, César Solís. Lo curioso de todo, es que en medio de los discursos y declaraciones, no se han publicado con detalles las especificaciones técnicas del proyecto, ni el estudio de impacto ambiental como exigen las leyes y la propia Constitución. Sin olvidar, que este es el mismo Ministerio que promovió la construcción de edificios ilegales y realización de fiestas con impacto sonoro en la cima del pico Espejo en los alrededores de la estación del Teleférico Mukumbarí.

    Ver También: Solicitan avances de la investigación sobre delitos ambientales en el Parque Nacional Sierra Nevada

    Ante estos anuncios, los integrantes de la Comisión Reorganizadora de la Asociación Merideña de Andinismo (CORAMA), redactaron una carta abierta a las autoridades del MINEC y de INPARQUES relativas a los detalles del proyecto, solicitando información sobre el mismo, los resultados del estudio de impacto ambiental y los costos que implica el proyecto. Afirman en esta carta que estos geotextiles se utilizan en zonas muy limitadas utilizadas para el esquí deportivo, y en franjas de tiempo estacionales; nunca se ha realizado en las dimensiones que pretenden hacer aquí, ni por grandes cantidades de tiempo. Se desconoce como esto pueda afectar al ciclo natural de deshielos y heladas en lo que aún permanece del glaciar y los ríos que dependen del mismo. En la misma se cita literatura especializada a nivel internacional, donde se explica el uso de estos materiales, argumentando que parece prohibitivo a nivel económico el proyecto anunciado por las autoridades venezolanas.

    El silencio del Gobierno y otras instituciones, provocó que profesores universitarios y expertos extendieran otro comunicado, para el cual buscan adhesiones de la sociedad civil y organizaciones ambientales; en el cual explican con más detalles técnicos el peligro de utilizar este geotextil y la ilegalidad de dicho proyecto, de acuerdo al PORU del Parque Nacional Sierra Nevada. Advierten de la contaminación por microplásticos que se pueda derivar de la aplicación de esta capa plástica “geotextil”, así como el producto de la movilización de maquinaria para la instalación del mismo, que tendrá un impacto considerable en el ecosistema en torno al glaciar.

    Falsa Solución

    Tal como lo advierten los profesores y expertos en su comunicado, estamos frente a otro caso de una falsa solución ante una situación de crisis ambiental. Voceros de SUNEP-INAPRQUES declararon que lamentablemente el Glaciar va a desaparecer, haga lo que se haga; salvo que se reduzcan las emisiones de CO2 y se revierta el proceso actual de cambio climático, lo que exige un esfuerzo internacional. Estas acciones emprendidas por el Gobierno sólo son paliativos que retrasarán algo que ya parece inevitable, a un costo excesivo para un país que vive una profunda crisis económica y social, donde las maestras, y el sector público en general, reciben pagos por debajo de los 6$ mensuales. En este sentido, causa suspicacia el origen y fin mismo del proyecto que ha sido lanzado, sin publicar, como exige la legislación, los estudios de su real impacto ambiental.

    Además, es curioso, que sea promovido por las mismas instituciones del Estado que niegan la deforestación creciente en el propio Parque Nacional Sierra Nevada, que mantiene persecución de guardaparques críticos a la falta de protección ambiental de INPARQUES, que niega los desastres que suceden en el Arco Minero del Orinoco y otros ecosistemas. Medidas que realmente evitarían el avance del extractivismo en el país, enviando la comercialización y mercantilización de los espacios naturales, con lo cual se protegería mucho mejor el glaciar.

    Se ven así las contradicciones e incoherencias que giran en torno a este proyecto, que para las posibilidades actuales del país es de proporciones faraónicas. Así como la falta de experticia de quienes se encuentran a cargo de las instituciones del Estado, que parecen por un lado atacar a los espacios naturales, mientras que, por otro lado, presentan este tipo de iniciativas espectaculares, denotando poca responsabilidad y seriedad para abordar la defensa de la naturaleza y los ecosistemas.

    Fuente Observatorio de Ecología Política de Venezuela

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