Hoy se celebra el DÃa Mundial del Agua. Cada año, las Naciones Unidas establece un tema de acción para enfocar los esfuerzos globales con miras a proteger este recurso vital para la vida, y este año de 2010 el tema es “Agua Limpia para un Mundo Sano”, lo que resulta paradójico, pues 1,5 millones de niños mueren a cada año a causa de aguas insalubres y su falta. Nuestros arroyos, rÃos y humedales reciben cada dÃa más porquerÃas que el dÃa anterior, por lo que el agua limpia es cada vez menos, y la salud de los ecosistemas, además de aquella de los niños, también sufre y merma. Esto constituye el mayor dilema, en mi humilde opinión: “Avanzamos” en la ciencia y tecnologÃa, y sin embargo, nos inundamos cada vez más en nuestros propios desechos. En términos simples, dos terceras partes de la humanidad despoja sus desechos sobre la otra tercera parte, y esto es grave.
Más que ofrecer “soluciones” a esta situación, el propósito de esta nota es una invitación a la reflexión. Al igual que con muchas otras cosas que están erradas en el mundo actual, este problema que es de todos requiere que cada uno ponga de su parte y adopte una actitud. Piense, por ejemplo, lo afortunado que somos cuando bebamos el próximo trago de agua, sabiendo que no corremos el riesgo de enfermarnos al ingerirla, pues al fin y al cabo, necesitamos del agua para poder seguir viviendo dÃa a dÃa.
Piense además que nuestras humanidades están compuestas al menos de 70% de agua, pero tenemos que ser 100% responsables por ella. Y probablemente pensará muchas otras cosas. Es importante que comparta lo que piense sobre esto, pues quedarnos callados mientras se nos acaba el agua, puede llevarnos a acabar con ella en términos globales por la falta de consciencia sobre este asunto, lo que serÃa terrible y éticamente catastrófico, pues apenas unos pocos podrán pagar para limpiarla antes de poder ingerirla, haciendo la tragedia aún mayor.
1,5 millones de niños por año es un precio muy alto a pagar por la humanidad a causa de un problema que es primordiamente de actitud y valoración. Cuide del agua, y asà por lo menos sabremos que estaremos cuidando de nuestro niños, si ya no hay otra razón que estime más importante. Un mundo sano comienza por tener consciencia de conservar y promover la salud humana y de todo lo que se encuentra a nuestro alrededor, y sobre este principio, cada uno cuenta.
Alberto J. Palombo
apalombo@gmail.com