Acción Climática, Agua y Salud, se desarrolla en el marco normativo conformado por la Agenda 2030 y los acuerdos de la ONU de Cambio Climático y Biodiversidad. Es importante recordar que estos mecanismos e instrumentos tienen una especial relevancia tomando en cuenta que en los distintos municipios en los que estamos realizando directamente nuestra Acción, al igual que en la gran la mayoría de los restantes del país, nos estamos encontrando con la aberración del aumento del consumo de leña para cocinar. El uso de árboles sin un plan de manejo es totalmente contrario a las obligaciones que como país hemos suscrito para evitar la crisis civilizatoria que está generando el calentamiento global del Planeta. El mantenimiento de la cubierta vegetal, especialmente de los árboles se convierte en una de las medidas necesaria para evitar el colapso climático de la Humanidad. Igualmente, hay que recordar que la afectación de la cubierta boscosa incrementa el riesgo epidemiológico de las enfermedades trasmitidas por los zancudos como el dengue, zika, chikonguya, leshmaniasis, de especial incidencia en Venezuela. Se debe especialmente alertar que en El Hatillo, uno de los municipios directamente involucrados en la Acción, se ha registrado un incremento de casos de leshmaniasis en estos últimos meses.
Sabemos que ante las fallas en el suministro de electricidad y la escasez y el encarecimiento de las bombonas de gas, la gente encuentra en la madera de los árboles la opción que tiene más a la mano. Lo entendemos pero no lo justificamos en absoluto. Es una de las muestras más claras de la involución ambiental del país. Quienes trabajamos en el campo del desarrollo sostenible en Venezuela, nunca sospechamos que deberíamos tener particularmente presente la meta del empleo de las energías modernas del Objetivo N° 7 de Energía Asequible y no Contaminante de la Agenda ONU 2030, formulado para dejar en el pasado el uso de la leña para cocinar por los graves impactos que genera en el ambiente y la salud humana. Además del incremento de las enfermedades metaxénicas, que la eliminación de los árboles produce, también debe incluirse que la combustión de la madera afecta el sistema respiratorio de quien respira ese humo.
Uno de los logros que aspiramos en esta Acción conjunta INVESP, Fundación Tierra Viva y la Unión Europea, es la determinación de la estrecha relación local Clima-Agua-Salud, en la que el mantenimiento de la cubierta boscosa y en general de la vegetación juega un papel regulador clave. Sobre la base de este conocimiento está previsto la elaboración de contenidos dirigidos a la capacitación y la formación de los funcionarios de las alcaldías y los miembros de las comunidades, especialmente mujeres y jóvenes, atendiendo a las particularidades de cada municipio.
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