7 claves para entender el Acuerdo de París y su importancia. L Kislinger y A Luy

Si alguna vez se ha preocupado por el calor inusual que ha experimentado Venezuela a lo largo del presente año 2015 o si ha dicho la común frase “El clima ya no es como antes”, entonces a usted pueda interesarle saber que, en efecto, eso es verdad: el clima ya no es como antes.

Y para tratar de detener ese cambio y (con suerte) revertirlo, hay miles de personas en todo el mundo trabajando en este momento: organizaciones internacionales, gobiernos nacionales, regionales y locales, gremios científicos, organizaciones no-gubernamentales, entre muchos otros.

Como parte de ese trabajo, el pasado fin de semana se aprobó un documento que pudiera tener un impacto sobre la temperatura de todo el planeta y sobre la vida económica y política de nuestro país: el Acuerdo de París.

1. ¿Qué es el Acuerdo de París? Es un documento acordado por Venezuela y otros 195 países el sábado 12 de diciembre de 2015 en el marco de la COP21. Es considerado de gran importancia histórica por ser el primer esfuerzo diplomático que, en el marco de las Naciones Unidas, ha producido un acuerdo en el tema del medio ambiente en la última década.

En esencia, el Acuerdo de París constituye un nuevo paradigma en la manera en la cual el trabajo por frenar el calentamiento del planeta será llevado a cabo.

2. ¿Cuáles son los antecedentes de este acuerdo? En el año 1992 se aprobó la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la cual constituyó una expresión de la voluntad política de la gran mayoría de los países del mundo de hacer frente de manera coordinada y colectiva al problema del calentamiento global y su principal consecuencia: el cambio climático.

Desde su entrada en vigor, los 196 países que la han suscrito han hecho seguimiento no sólo de su aplicación sino también de temas emergentes dentro de la esfera de la Convención que ameritan respuestas concertadas. Este mecanismo de seguimiento es conocido como la Conferencia de las Partes, la cual se reúne anualmente.

La Conferencia de París constituyó la edición número 21 de estas reuniones (comúnmente llamada en los medios COP21). El Acuerdo de París –adoptado por la COP21- es el producto de varios llamamientos y esfuerzos previos por contar con un nuevo documento en el que se acordaran nuevos objetivos para impulsar los esfuerzos por detener el calentamiento global.

3. ¿Cuál es el núcleo del Acuerdo de París? El objetivo central de este acuerdo es frenar el aumento de la temperatura global promedio a niveles muy por debajo de los 2 grados Celsius superiores a niveles pre-industriales, y hacer todos los esfuerzos por limitar el aumento de la temperatura a 1.5 grados Celsius arriba de niveles pre-industriales.

Para que eso sea posible las acciones previstas para los próximos años y décadas están orientadas a atender las causas que generan los gases de efecto invernadero, siendo la fundamental la dependencia de los combustibles fósiles (petróleo, carbón) y con ello la expansión de energías alternativas (solar, eólica), además del rediseño de los sistemas productivos para que estos sean más eficientes en términos de uso de energía y de la minimización de residuos.

El Acuerdo de París también establece la disponibilidad de los recursos económicos: 100.000 millones de dólares “como mínimo” a partir de 2020 para que los países en desarrollo puedan implementar proyectos de mitigación y adaptación al cambio climático.

4. ¿Por qué debe importarle a Venezuela? El Acuerdo de París marca el inicio de un consenso universal sobre la necesidad de reducir la dependencia de combustibles fósiles como el petróleo, el gas y el carbón.

Evidentemente, al ser el petróleo la fuente principal de ingresos de Venezuela, el resultado de la COP21 debe marcar el inicio de un proceso interno de reflexión sobre la viabilidad económica de nuestro país para las próximas décadas, de cara a la posibilidad –ya cierta– de que el mundo se irá moviendo cada vez más hacia la producción de energías limpias.

Así, es posible que en un futuro no muy lejano las mayores reservas probadas de petróleo dejen de ser para los venezolanos la palanca de desarrollo adorada por muchos.

Visto desde otra perspectiva, el Acuerdo de París debería ser considerado en Venezuela como el “disparador” para un plan de desarrollo fundamentado en la diversificación económica y la generación de proyectos sostenibles de energías alternativas cuyo financiamiento podrían provenir de lo establecido en el propio acuerdo.

5. ¿Cuál fue la posición de Venezuela en la COP21? La posición del Gobierno de Venezuela durante el proceso de negociaciones se sintetiza en la presentación realizada por Guillermo Barreto, Ministro de Ecosocialismo y Aguas, en nombre del Presidente de la República, Nicolás Maduro Moros. Se resume en:

1. Siendo el modelo capitalista y los países desarrollados responsables del cambio climático, la alternativa para el futuro del planeta es impulsar el modelo del ecosocialismo. Hay que señalar que éste es un concepto cuyo contenido no está del todo claro y al que sólo se refiere Venezuela.

2. El Plan de la Patria, en cuanto ley de la República, es la guía del accionar del Gobierno en la materia ya que contiene las acciones previstas de mitigación al cambio climático.

3. Las “Contribuciones Previstas Nacionalmente Determinadas de la República Bolivariana de Venezuela para la lucha contra el Cambio Climático y sus efectos” se entregarían en función de los acuerdos que se llegara, lo cual ocurrió el 12 de diciembre de 2015, justo después de finalizar la COP21. Estas Contribuciones –que todos los países debían presentar a más tardar en octubre 2015– constituyen un compromiso asumido por los países de conformidad con la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, y consiste en un informe donde figuran las acciones que llevará a cabo cada país a fin de reducir la emisión de gases de efecto invernadero.

6. ¿Qué implicaciones tiene para Venezuela los compromisos del Acuerdo de París? El Acuerdo de París es un documento legalmente vinculante. Esto quiere decir que quienes decidan firmarlo y luego ratificarlo estarán obligados a cumplir las metas en él contenido y a aplicar todas sus disposiciones.

Una vez que Venezuela lo firme (lo cual podrá ocurrir después del 22 de abril de 2016, fecha en la cual el proceso de suscripción del acuerdo será abierto), deberá ser ratificado.

En principio, el Acuerdo de París requerirá de aprobación legislativa antes de su ratificación por parte del Ejecutivo toda vez que supone nuevas obligaciones que pudieran comprometer asuntos de vital importancia para la nación tanto desde el punto de vista económico como político.

Recordemos que nuestra Constitución dispone que sólo aquellos acuerdos que ejecuten o perfeccionen obligaciones preexistentes, o aplique principios reconocidos por la Nación, o ejecute actos ordinarios de las relaciones internacionales, podrán ser ratificados sin que medie la acción del Poder Legislativo.

Aunque el Acuerdo de París deriva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, se trata de un conjunto disposiciones nuevas que tienen implicaciones de vital importancia para el país. Por ejemplo, una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero por parte de Venezuela pasaría, necesariamente, por una revisión y ajuste del enorme subsidio a la gasolina, asunto que en nuestro país se maneja fundamentalmente con criterio político. De manera que, una vez firmado, el Acuerdo de París debería pasar a manos de la nueva Asamblea Nacional para su revisión, discusión y aprobación.

7. ¿Cómo quedan acuerdos como éste frente a la nueva Asamblea Nacional? La nueva correlación de fuerzas en la Asamblea Nacional se presenta como una oportunidad para abrir un debate no sólo sobre el cambio climático, sino sobre toda la temática de medio ambiente en la cual Venezuela tiene muchas deudas pendientes.

La discusión en torno a la aprobación legislativa del Acuerdo de París será una ocasión propicia para mirar en detalle temas de fundamental interés relacionados con el calentamiento global, como lo son el modelo económico rentista basado en la explotación petrolera, los subsidios a la gasolina, la inversión en fuentes de energías alternativas, los patrones de consumo, la red de servicios como en el sector transporte que contribuyan a la reducción de emisiones, entre muchos otros.

Una discusión de esta naturaleza no necesariamente significará un rechazo del Acuerdo, pero permitirá valorar temas de trascendencia para la Nación y examinar la labor del Ejecutivo en el área medioambiental.

Se trata de una discusión –como muchas otras que afectan directamente la vida de las personas– que trasciende (o debe trascender) ideologías políticas.

La reducción de la temática ambiental a un solo argumento, según el cual no se podrá proteger y preservar el medio ambiente hasta tanto no se desmonte el sistema de producción capitalista, condena cualquier esfuerzo colectivo internacional al fracaso.

Si de algo debe servir la nueva configuración de la Asamblea Nacional es para contrastar argumentos y construir consensos, especialmente en temas como el ambiental, que tiene tantas ramificaciones e implicaciones prácticas para la vida de venezolanas y venezolanos.

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Luisa Kislinger es internacionalista (UCV) y Magíster Scientiarium en Comunicación Social (UCV). Fue funcionaria diplomática de carrera del Servicio Exterior venezolano. Fue delegada en la Misión Permanente de Venezuela ante las Naciones Unidas en Nueva York y ha trabajado con distintas organizaciones internacionales y no-gubernamentales.
Alejandro Luy, Biólogo de la Universidad Central de Venezuela y Magister en Gerencia Ambiental de la Universidad de Los Andes (Bogotá).  Es Gerente general de Fundación Tierra Viva