Desde que en Fundación Tierra Viva estamos trabajando – 5 años en alianza con Botiquería – en torno a la reducción del consumo de bolsas plásticas por sus efectos negativos en aspectos ambientales, sociales y económicos una de las preguntas más recurrentes de los ciudadanos y de los medios de comunicación es, sino uso bolsas plásticas, cómo hago para botar la basura.
Para poder responder, es necesario entender que desde hace unas cinco décadas el ciudadano venezolano – como usted y yo – elimina la basura de su hogar en las bolsas plásticas de “un solo uso”, esas donde transportamos los alimentos desde el lugar de compra hasta nuestro hogar. Por mucho tiempo una importante grupo de ciudadanos adquirían las “bolsas de basura” de mayor capacidad (20 o 30 kilos) lo cual suponía un gasto adicional para el hogar. Tengo la percepción de que, debido a la crisis económica y la disminución de ofertas, la venta de bolsas para botar la basura en el hogar ha descendido.
Lo que no ha cambiado en todas estas décadas es el sistema de recolección de los residuos y desechos sólidos. No existe una experiencia en todo el país donde exista una recogida diferenciada a partir de la separación selectiva en el hogar. En otras palabras seguimos generando basura, es decir mezclando todos los desechos orgánicos e inorgánicos, ya que no hay un sistema que promueva un método sustentable de gestión de residuos sólidos.
Todo lo anterior explica por qué seguimos usando las bolsas plásticas de un solo uso para descartar nuestros desechos, y por tanto surja la preocupación ante el llamado a que disminuyamos el consumo de bolsas que venimos haciendo.
Así, no podemos negar de plano que se sigan usando las bolsas plásticas pero en las próximas líneas quisiera sugerir acciones orientadas a reducir las bolsas plásticas que llegan a nuestro hogar y que luego terminan en los basureros, sin que eso implique mayores sacrificios. Aquí van las recomendaciones:
- Necesitas menos bolsas si reciclas más. Si cuentas con lugares de acopio o jornadas para el reciclaje en tu municipio o ciudad, separa en tu casa los diferentes desechos y bota solo aquello que no puedas reciclar.
- En la medida de las posibilidades, adquiere bolsas de 15 o 20 litros para botar la basura.
- Para usar menos bolsas, congela los restos orgánicos (carne, huesos, restos de fruta y verdura) que es lo que se descompone y lo incorporas a la bolsa de basura solo cuando vayas a botarla, que será cuando esté a su máxima capacidad.
- Al hacer las compras no tomes las bolsas pequeñas (las que generalmente usamos para las frutas y verduras, o cajas de medicinas), con asa o sin ella, porque estas no tienen casi ningún uso en casa y terminan siendo parte de la basura.
- Especialmente para lo anterior son extremadamente útiles las bolsas de tela o ecológicas, o los carritos de compras, que mayoritariamente usamos en los mercados populares. Hay ferias de verduras en Venezuela que nunca han entregado una bolsa plástica, y la gente sigue comprando.
Por supuesto estas acciones implican un cambio de comportamiento, alteraciones positivas en nuestra forma de vida, pero si lo piensa bien no es tan complejo como para no intentarlo.
Ante la falta de un compromiso de las autoridades de trabajar seriamente para contar con un adecuado sistema de gestión de residuos sólidos, que fomente la reducción, la reutilización y el reciclaje, que haga posible un manejo técnico de los sitios de disposición final de los residuos sólidos, que evite la contaminación de aire, suelos y aguas, aunque la Constitución vigente y leyes como la de Gestíón Integral de la Basura lo establezcan, es muy importante que cada uno de los ciudadanos hagamos todo lo posible para evitar el deterioro ambiental.
Y usted como ciudadano puede empezar solo considerando cómo usa las bolsas plásticas y cómo bota la basura.
Alejandro Luy
Gerente general de Fundación Tierra Viva
4 de agosto de 2017
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