Como se sabe, en su afán por controlar el cambio climático, los expertos de la ONU han encontrado una manera para definir el aporte contaminante de cada país, persona o actividad, llamado “huella de carbono”, que equivale al peso de dióxido de carbono (CO2) producido según cada caso.
En otras palabras, una mayor huella de carbono no es nada positivo, ya que significa que quema más combustible produciendo en el proceso el gas CO2, causante del nocivo efecto invernadero, a su vez responsable principal del cambio climático que experimenta visiblemente el planeta.
Con esto, se busca concientizar al país en cuestión sobre la necesidad de reducir la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo o gas natural) para que adopten energías más “verdes”, tales como la solar, eólica, hidráulica, geotérmica o biocombustibles. Esto es muy necesario especialmente en las dos actividades más contaminantes, como el transporte automotor y la generación de electricidad, donde se produce la mayor parte del C02 si se usan combustibles fósiles.
Un dato significativo –y sorprendente- de las cifras más recientes de la ONU es que la ‘huella de carbono’ individual de Venezuela está entre las diez más abundantes del mundo.
En efecto, en las estadísticas recopiladas hace poco para 178 países por el CDIAC (ente de la ONU que se ocupa de cuestiones ambientales), Venezuela contribuye con 165.000 toneladas de CO2 al año por sus actividades humanas, lo que lo coloca en el N° 29 de la lista, un puesto bastante negativo y que es superado en Latinoamérica sólo por México (N° 11) y Argentina (N° 27). En esa misma lista (ver cuadro) China, EEUU, India, Rusia, Japón, Alemania, Canadá.
Reino Unido, Corea del Sur e Irán ocupan los 10 primeros puestos de países contaminantes, con los dos primeros aportando cerca del 42.5% del total
El aporte individual
Sin embargo cuando se calcula la contribución por habitante, se conforma otra lista de los ‘top 10’ más contaminantes, con Venezuela ocupando un deshonroso No. 10 de una lista de 178. Al producir 6,1 Kg de CO2 por habitante al año, algo que lo coloca por encima de los demás países latinoamericanos, incluso México y Argentina, que lo superaban en aporte total debido a su mayor población (112 y 49 millones de habitantes, respectivamente).
Con ese mismo criterio, EEUU es el país que más contribuye por habitante (con 18,7 Kg CO2), seguido en orden por Canadá (15,9 Kg), Rusia (10,7 Kg), Corea del Sur (10,5 Kg), Japón (9,9 Kg), Alemania (9,6 Kg), Reino Unido (8,7 Kg), Italia (7,5 Kg) e Irán (6,6 Kg) para completar el cuadro de los Top 10 nuestro país con sus 6.1 Kg de CO2 aportado en promedio por cada uno de sus 27 millones de habitantes.
Cabe aclarar que, aunque el peso de CO2 producido puede parecer pequeño, recuérdese que se trata de un gas con una densidad promedio a cero grados C de apenas 0,001977 Kg por litro, un poco mayor que el del aire (0,001239 Kg/l.), de modo que esos 6,1 Kg al año representan un volumen de 3.085 litros o poco más de 3 metros cúbicos por cada persona que habita el territorio venezolano. El volumen es mucho mayor a temperatura ambiente, debido a la relación inversa entre densidad y temperatura.
Como se puede ver en el cuadro, dentro de la OPEP Irán y Venezuela son los países con una mayor huella de carbono individual, obviamente por sus irrisorios precios de la gasolina y gasoil –los más bajos del mundo-, que motivan a un uso alegre de los vehículos y que conduce hasta a la importación de importantes volúmenes de gasolina, como se ha comprobado según todos informes de fuentes serias en los últimos meses.
Una situación absurda, siendo países productores de petróleo y con grandes reservas del oro negro, pero con una capacidad de refinación deficitaria por problemas operativos. Al publicar estas cifras, sólo nos anima corregir lo antes posible una situación irregular en el cuadro energético nacional, que conduce a un uso irresponsable y exagerado de los combustibles y a una huella de carbono que coloca al venezolano en una lista de los 10 más contaminantes del planeta.
Roberto Palmitesta | www.analitica.com
20-11-2012