Venezuela en el año 1995 tenía como presidente a Rafael Caldera (1994-1999). Se venía de la crisis bancaria del año anterior, en la cual desapareció casi el 50% de los bancos privados, generándose un complejo proceso de insolvencia económica. La inflación era de 57% (la más alta de América Latina), el 71% de la población se encontraba en pobreza. De ésta, un 41% (cifras de Unicef-Cordiplan) se hallaba en pobreza extrema. Las Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) eran ejecutoras en los programas gubernamentales de la Agenda Venezuela. Invitadas a participar en la elaboración de los informes oficiales ante las Conferencias de Naciones Unidas, algunas recibieron el encargo de administrar entidades públicas. Recibían financiamiento del sector público. Lograban incidir en la legislación (recordemos la discusión para una nueva legislación de protección a la infancia). En la agenda internacional se resaltaba el papel y rol de la sociedad civil como actor social y político. Sin embargo, Venezuela se encontraba en un momento de difícil prueba para la democracia: el sistema político basado en el pacto entre partidos daba signos de deterioro. Los ciudadanos abandonaban los partidos políticos.
En este contexto, Diana Vegas, en representación de Cesap (Centro al Servicio de la Acción Popular), y Jacobo Rubinstein, por la Fundación Vivienda Popular, formaban parte de la Coordinadora de ONG de Vivienda. Desde ese espacio reflexionan sobre la necesidad de crear una red nacional de alcance no sectorial y se reúnen con Armando Janssens. En julio de 1995 con el documento “Asociación Nacional de Organizaciones de la Sociedad Civil” en la mano se inicia una serie de reuniones del llamado Grupo Maxim´s, nombre del local donde se reunían a desayunar, en reuniones semanales, entre otros, Armando Janssens, Jacobo Rubinstein, Elías Santana, Juan Rivas y Morella Ramírez, quien las coordinaba.
En diciembre de 1995 un Primer Encuentro Interinstitucional reunió a Fundación Vivienda Popular, Centro al Servicio de la Acción Popular, Escuela de Vecinos de Venezuela, Fundesoc (Pastoral Social de Mérida) y Fundación Eugenio Mendoza. Participaron 50 personas. En febrero de 1996 reciben a Inés de Brill de la Confederación Colombiana de ONG y organizan un evento para conocer la experiencia. Al grupo de las cinco organizaciones iniciales se incorpora FIPAN, que Iraida Manzanilla representaba.
Luego de cuatro jornadas de reflexión para precisar la misión, determinaron un nombre: “Sinergia por la excelencia de la sociedad civil”. Fue en el curso de una reunión de trabajo sostenida en la sede de la Fundación Eugenio Mendoza con Juan Carlos Jiménez para definir el nombre y logo. La propuesta inicial era llamarse “Confederación Venezolana de OSC”. Juan Carlos les llevó – a través de una serie de ejercicios creativos – al nombre y logo correctos. Las reflexiones sobre su razón de ser versaban sobre fortalecer a la sociedad civil venezolana ofreciendo servicios de información, capacitación y asesoría, y/o articular y representar al sector civil organizado para lograr mayor incidencia en lo público.
El 5 de noviembre de 1996 se registra formalmente la asociación. Está integrada por las seis organizaciones promotoras, siendo el presidente fundador Armando Janssens y como primera directora ejecutiva encargada Iraida Manzanilla. Operaba en una oficina cedida por la Fundación Eugenio Mendoza. Arranca organizando eventos, los foros “Agenda Venezuela” y “Construir sociedad, esfuerzo mancomunado”. Recibe apoyo del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para ejecutar la propuesta “Seguimiento a los acuerdos de las Cumbres de Naciones Unidas”, una revisión desde la sociedad civil de los programas sociales gubernamentales de ese momento, amparados bajo la plataforma “Agenda Venezuela”.
Al año siguiente se incorporaron seis nuevos miembros: Efip (Julio Fermín), Acción Campesina (Manuel Gómez), Fundación Tierra Viva (Anita Reyna), Plafam (Gisela Díaz), Fundación Proyecto Paria (Teresa Albanes) y Banco del Libro (Loly D’Elia). Sinergia ese año se reunió con el Ministro de la Familia (Carlos Altimari Gasperi), participaba en el Comité Nacional Alianzas para la Reducción de la Pobreza que promovía el Banco Mundial, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Fundación Interamericana (IAF); así como en el Comité Promotor del Estudio sobre el Tercer Sector de Venezuela de la Universidad Johns Hopkins, y en la Comisión Presidencial de Seguimiento al Programa PAIS, exclusivamente dirigido a financiar proyectos de organizaciones no gubernamentales que apuntaban a resolver situaciones de extrema pobreza y exclusión social. Este programa estableció una comisión presidencial integrada por tres representantes del Estado, dos del sector no gubernamental y dos del sector privado. Se organizaron los foros “Ley del Trabajo ¿afecta a las ONG?” y “El ABC de los Impuestos para Organizaciones Sin Fines de Lucro”.
Los objetivos organizacionales previstos en 1998 fueron: establecer una organización participativa y abierta; propiciar el fortalecimiento y cooperación mutua de los afiliados; crear servicios de asesoría, capacitación, cooperación e información; propiciar la sinergia entre afiliados y con organismos públicos y privados nacionales e internacionales; representar los intereses comunes de los afiliados al constituirse en su vocero; promover acciones que permitan el fortalecimiento institucional de los afiliados y establecer disposiciones éticas y jurídicas que garanticen el funcionamiento de los miembros ante la comunidad general
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