Phynatura ofreció charlas sobre la fibra de moriche como elemento clave para la elaboración de artesanía warao

Los días 24 y 25 de septiembre, el equipo de Fundación Tierra Viva, acompañado por el ingeniero forestal Luis Jiménez, de la A.C. Phynatura, socio del proyecto Mujer Indígena Emprendedora, financiado por la Unión Europea,  visitó  las comunidades warao de Santo Domingo, Ceibita Indígena, Wakajarita I y Wakajara de Mánamo, en Delta Amacuro, con la finalidad de indagar sobre el manejo que los warao hacen de su recurso más preciado, el moriche, y plantear algunas recomendaciones para su sustentabilidad.

Esta es la primera visita de un plan para incentivar el cultivo del moriche en los conucos de las comunidades con las que Fundación Tierra Viva trabaja desde 2010. En las charlas, Luis Jiménez formuló una serie de preguntas a los presentes, para realizar un diagnóstico rápido de la situación de la palma de moriche, enfocándose en el tiempo para la búsqueda de moriche, cuántas hojas son cortadas por moriche y qué cantidad de moriches hay en una hectárea.

Las respuestas permitieron inferir como línea base que la comunidad invierte un día al mes para la búsqueda de materia prima, y además hace un manejo correcto del recurso: sólo cortan una hoja de cada árbol; van cada dos meses y limpian la planta.

Asimismo, Jiménez felicitó a las comunidades por sus buenas prácticas de manejo y las exhortó a mejorar. Como primera premisa, las instó a que la extracción del moriche no debe exceder de un día y esto debe ser una constante en el tiempo que puede mejorar.

“La semilla de moriche se debe traer al conuco que está cerca de la casa; no deben desanimarse por la espera de siete u ocho años que toma la palma en crecer y deben intercalar plantas de ciclo rápido con la siembra del moriche, así podrán cosechar frutos menores mientras crece el moriche; hay que sembrar para que los que están creciendo puedan seguir cosechando y tejiendo con el moriche”, explicó Jiménez.

Por otra parte, Jiménez comentó la experiencia de Perú donde se siembra moriche para cosechar la fruta que es utilizada para preparar jugos y sacar aceite y otros productos, donde además de esperar siete u ocho años, podría suceder que la planta resultase macho y no produjera frutos.  Para el, en el caso venezolano, las condiciones para la siembra del moriche son más ventajosas, porque independientemente del sexo de la planta, la fibra siempre servirá para tejer artesanías.

Las charlas concluyeron con la reflexión sobre el por qué plantar moriche. Es simple, ¡sin moriche no hay warao!

 

Fundación Tierra Viva

www.tierraviva.org

www.facebook.com/TierraVivaVzla

www.deltatierraviva.blogspot.com

@TierraVivaVzla