La Fundación Tierra Viva brinda apoyo a los productores de cacao con prácticas agroecológicas en el Parque Nacional San Esteban. En el Lago de Valencia se han centrado en la formación para la gestión ambiental en las comunidades
Saraí Coscojuela. Diario Tal cual
Hace 20 años un grupo de personas notó que la educación ambiental era “un accesorio a los programas de conservación de las organizaciones ambientales”, indica Alejandro Luy, gerente general de la Fundación Tierra Viva. Además estas actividades se desarrollaban con la divulgación de volantes informativos, no de educación como un proceso de cambio.
Por tal razón decidieron crear la referida fundación, cuyo objetivo es la educación ambiental, “lo que se busca es cambios en el tiempo a través de procesos educativos teóricos y prácticos, para que en los colegios, comunidades, organizaciones se pueda generar un cambio”, señala Luy.
Comenta que luego se incorporó a Fundación Tierra Viva el tema del desarrollo sustentable como una variable importante para mejorar la calidad de vida, “donde ya no es solo el ambiente sino una armonía entre lo social, lo económico”.
Sus programas son principalmente regionales. Actualmente desarrollan cuatro, uno de ellos enfocado en la Cuenca del Lago de Valencia, otro en el Delta del Orinoco, en el Parque Nacional Henri Pittier y también en el Parque Nacional San Esteban con los productores de cacao.
Además de estos proyectos, tienen otro que funciona de forma transversal, llamado Comunicación para el Desarrollo Sustentable y tienen otros dos que catalogan de especiales, los cuales son Redes Ambientales y la Red de Distribución de Proyectos con Historia.
Luy señala que el programa del Lago de Valencia se ha centrado en el ámbito urbano, el tema de formación para la gestión ambiental urbana tanto de comunidades como de funcionarios públicos. También han creado en alianza con otras organizaciones espacios de conocimiento, específicamente en el Parque Fernando Peñalver y ahora en el jardín botánico de Naguanagua.
“También tocamos el tema de gestión de residuos sólidos tanto en comunidades como con los docentes, porque son los temas más relevantes en las ciudades”, indica el gerente general.
En el proyecto enfocado en el Delta del Orinoco se han centrado en ofrecerle apoyo a las artesanas Waraos, para los procesos de innovación y mercadeo de sus productos artesanales, igualmente darle valor a su cultura.
Alejandro Luy indica que aunque tienen una metodología similar para todas las regiones, cada una tiene características y necesidades diferentes, “se hace un estudio, tenemos un contacto constante con las personas que hacen vida en esa zona y vemos qué es lo que se necesita y así poder contribuir con el desarrollo sustentable”.
Explica el caso del programa de Red de Distribución de Productos con Historia, donde se identificó que hay personas en todo el país que elabora productos de calidad, que es su trabajo, que hay un respeto a los derechos humanos y que además no tienen un impacto negativo sobre el ambiente.
“Lo que decidimos hacer como Fundación fue crear una plataforma para convertirlas en oportunidades positivas”.
Así que han realizado ferias, tienen un catálogo digital, igualmente una alianza con Mercado Libre, con lo cual pueden producir más, generar mayores ingresos que pueden potenciar su calidad de vida.
Tomado de http://www.talcualdigital.com/Nota/visor.aspx?id=80986&tipo=AVA