Más allá del Cooperativismo Básico: Aldeas Productivas

Entrevista a Alexis Bermúdez/ Fundatadi por Eurídice Ledezma

La Fundación para la Agricultura Tropical y el Desarrollo Integral fue creada dentro de la ULA por Consuelo Quiróz con la finalidad de potenciar y promover la extensión rural. Se inició con un grupo de 13 académicos del más alto nivel, liderados por esta mujer absolutamente especial. Ese es el espíritu que aún permanece en la Fundación que desde hace 13 años opera con proyectos de Cooperación Internacional según nos cuenta Alexis Bermúdez, etnobiólogo.
 
EL-. ¿Y cómo te involucras con Fundatadi?
AB-. Comienzo con el tema de capacitación en Plantas Medicinales porque era lo que yo sabía, yo no sabía sembrar patillas. Pero no fue que llegamos nosotros con la solución, porque allí ya había un proyecto de turismo…Pusimos las huertas modelo de acuerdo a lo que ellas propusieron. Empatamos el tema de capacitación  con el tema de aprovechamiento.

EL-. ¿Cómo manejaron el desafío de trabajar con el sector oficial?
AB-. Más que un desafío lo vimos como una oportunidad. La facilitadora se volvió loca de felicidad con nosotros. Teníamos 37 mujeres. Ellas hacían sus dulces y yo les enseñaba a cultivar sus plantas medicinales.

AB-. En agosto del 2006 ya la cooperativa estaba formada, con 11 huertos –que no es mucho- hicimos la Primera Feria Exposición de Aromas de Calderas y vendimos 564 BS F. Las mujeres estaban felices. El salario promedio allá es 60 Bs F. Eran 16 mujeres que, por primera vez, manejaban más de 20 Bs F, no se atrevían ni a dar el vuelto. Entonces preguntamos: “¿repartimos la plata?” Y ellas decidieron reinvertirla. Al poco tiempo ellas nos dijeron: “Nosotras queremos nuestra empresa, le vamos a pedir 800 mil Bs F al gobierno. Imagínate. Al final les dieron 264 mil Bs F”

EL-. ¿Cuál ha sido el impacto social del proyecto?
AB-. “Ellas no se atrevían ni a hablar y ahora son el Consejo Comunal estrella. Esas mujeres han realizado un cambio gigantesco en esa comunidad: la vía era un camino de tierra donde el jeep de Fundatadi se había dañado varias veces, ahora es una carretera pavimentada, crearon la Escuela de Agroecología y ellas son las profesoras y comenzaron a crear y fortalecer nexos con el gobierno.”

EL-. ¿Cómo sobrellevaron esos obstáculos?
AB-. Los años 2006 y 2007 fueron años de altibajos, de recibir críticas y agresiones dentro de la comunidad pero también de recibir apoyo, tanto de Conservación Internacional Venezuela como de Fundatadi. Se hizo un Festival de Reforestación en el cual se plantaron 500 árboles, se realizó un taller de Periodismo Ambiental y se creó una red de periodistas ambientales a nivel nacional.

EL-. ¿A qué atribuyes ese rechazo inicial dentro de la comunidad?
AB-. “Hay unos antivalores de envidia, de desconocimiento y rechazo del éxito del otro y de resentimiento. 63 cooperativas se quedaron en el aparato y eso se debe a esos antivalores y, aunque suene poco modesto, a que no contaban con nosotros. La mayoría de las cooperativas recibieron el dinero pero no ejecutaron los proyectos. Las únicas que sobreviven son las de comida. Esa es la razón por la cual les da rabia, porque Aromas de Calderas ha sobresalido”

EL-. ¿Estás satisfecho?
AB-. “Para mi todavía es poco. Yo esperaría que cada una de ellas estuviera percibiendo un ingreso fijo todos los meses. Pero entiendo lo que dice uno de mis técnicos cuando quiere subrayar los logros: “es que las sacamos del fogón y las convertimos en empresarias”. Esas mujeres tímidas hablaron con Pedro Morejón, con Elías Jaua, que, al principio, no las quería recibir y Omaira tuvo que presionarlo en una asamblea, fueron a Irán”

EL-. ¿Cuál ha sido el impacto para la comunidad? ¿En general?
AB-. “También Conservación Internacional estaba muy contenta con Fundatadi y la Cooperativa, pues por primera vez en su historia un socio lograba apalancar recursos por fuera. Pienso que ha sido muy positivo para la comunidad y muy aleccionador para el donante. Algo pasó entre la buena fe, la buena suerte, la voluntad y el trabajo de hormiguitas. Hubo un verdadero empoderamiento de esas mujeres. Ahora ellas me llaman para comunicarme lo que van a hacer y yo las asesoro, pero ellas lo hacen solas. Toda la ejecución del proyecto de Conapdis lo hicieron ellas solas y la construcción de la sede también”

EL-. ¿Qué planes tiene la Fundación ahora?
AB-.      Ahora Fundatadi tiene un macroproyecto de 342 mil Bs F con Cemento Andino en el cual el objetivo es convertir comunidades enteras en aldeas productivas: con cooperativas, mercados comunales, patios productivos todo, todo. La idea es hacer aldeas productivas UPAR (Unidades Productivas Agroindustriales Rurales). Es decir, queremos no sólo producir sino procesar, dotar los productos de valor agregado y luego vender. En 1 año ya tenemos 3 aldeas operando en el Municipio Candelaria de Trujillo y la posibilidad de que el proyecto se expanda”

 

Fundación Tierra Viva
Programa de Comunicación para el Desarrollo Sustentable. 
Entrevista realizada para el Suplemento de Desarrollo Sustentable, editado con el aporte de la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación. 
Financiado por Angelo Della Torre C.A.