Venezuela es el país con más trabajos científicos sobre este plantígrado
GIULIANA CHIAPPE
| EL UNIVERSAL
martes 11 de octubre de 2011
En las montañas siempre se esconde un personaje mítico. Así como el Yeti en el Himalaya, en Los Andes “habita” El Salvaje o El Ucumar, un ser que es mitad hombre y mitad oso y que rapta a las mujeres de los pueblos cercanos.
Ese atemorizante personaje es, en realidad, el oso frontino que, contrario a lo que apuesta el imaginario popular, prefiere hacer vida aparte, lejos de las comunidades humanas. Por eso es tan difícil de ver.
Estos mitos han incidido en la desaparición del oso pues los pobladores, al verlo, lo matan. Además del miedo que les infunde, las comunidades aprovechan sus partes en distintos usos sobretodo de medicina tradicional y decorativos.
Imarú Lameda Camacaro, bióloga venezolana especializada en osos, estudió durante cuatro años la relación entre las comunidades andinas y el plantígrado. Su investigación la plasmó en la tesis Etnozoología del oso andino (Tremarctos ornatus) en el noroeste de Argentina y la cordillera andina de Venezuela que presentó en la Universidad Nacional de Salta, Argentina. Aunque el trabajo de campo se desarrolló en dos países, el estudio incorporó documentación de los restantes cuatro donde habita el frontino: Perú, Ecuador, Bolivia y Colombia.
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