Me pidieron que escribiera un análisis sobre el documento que nos compromete como país a aportar soluciones contra el cambio climático. La INDC que presentó Venezuela ante la COP 21 en París. INDC por las siglas en inglés de “Contribuciones Previstas Nacionalmente Determinadas”, el documento con el que cada país se compromete a mitigar y preparar su adaptación ante los efectos del Cambio Climático. Algo de suma importancia planetaria.
Estoy entregando el escrito con algunos días de atraso, no por flojo, sino porque llevo semanas tratando de decidir qué analizar de ese documento.
El problema es que no existe nada que analizar. Ese documento, presentado ante el mundo, no es un compromiso.
La única contribución que propone es una escueta mención de reducir 20% de las emisiones de carbono comparadas con el escenario inercial. Hay un gráfico donde se ve una línea que sube y una línea que sube 20% menos y el título explica que esas líneas son emisiones de CO2.
No se dice dónde se van a hacer las reducciones ni cómo se compensará el desajuste económico que eso implica respecto a dicho escenario inercial.
Pero la cosa es todavía más absurda.
Venezuela no tiene un inventario de emisiones de CO2 actualizado desde 2007. ¿Cómo saben cuánto emitimos o podemos dejar de emitir? Ese compromiso es una mentira.
El informe (documento, cosa, no sé cómo llamarlo) dice que Venezuela emite 0,48% de las emisiones de CO2 del mundo, dato de la Primera Comunicación de Cambio Climático correspondiente a 2007, anterior a la crisis eléctrica que se resolvió con plantas termoeléctricas de Diesel y carbón. O sea que ese número es mentira, sin duda es muchísimo más alto.
Pero ahondemos aún más en lo absurdo de ese documento.
En la introducción de 8 páginas hablan hasta de Bolívar y Chávez. Después vienen 22 páginas sobre lo duro que ha luchado el gobierno contra el cambio climático y en ellas se cuentan como logros hasta los refugios para motorizados que se han construido en las autopistas, además de las ampliaciones de autopistas. Es decir, más vehículos particulares equivale a lucha contra el Cambio Climático.
Y luego viene la parte de compromisos y propuestas (de 8 páginas). Un “Copy-Paste” del objetivo 5 del Plan de la Patria. Tan “Copy-Paste”, que la enumeración de los propósitos comienza por el número 5, ni siquiera se tomaron la molestia de indexar el texto.
El Plan de la Patria, por más que busque salvar a la especie humana, es un programa electoral cuya promesa principal era poner a Venezuela a producir 6 millones de barriles de petróleo, 4 millones más de los que producimos actualmente. ¿Qué clase de compromiso es ese con la mitigación de los efectos del Cambio Climático?
Así que Venezuela entregó su INDC un día antes de que se firmara el acuerdo (la fecha límite era 7 meses antes de la cumbre). Evidentemente fue un mateo que montaron en el hotel unas horas antes para no quedar tan mal. Evidentemente ninguno de quienes lo redactaron sabe nada de lo que habla ni le interesa.
El documento, de paso, fue presentado por un ministro que ya no es ministro, de un ministerio que apenas tenía 7 meses de existencia de un gobierno que esconde las cifras de inflación y cuando las da las maquilla.
Sin transparencia en la gestión no hay acciones posibles. La INDC venezolana nunca existió. Nuestro compromiso es cero.
Carlos Peláez