A finales del año 2012 e inicios de 2013, al igual que en esa temporada de años anteriores, las noticias “ambientales” se centran por sobre todas las cosas en la generación, recolección y disposición final de la basura que se multiplica como consecuencia de las fiestas decembrinas.
En el estado  Nueva Esparta fue declarada la emergencia ambiental a consecuencia de los problemas en la recolección y disposición de la basura.  En el estado Carabobo, el gobierno regional decidió la intervención por emergencia sanitaria el vertedero de desechos sólidos La Guásima, ubicado en el municipio Libertador, y que presta servicio a los municipios Valencia, Los Guayos, Naguanagua, Libertador y San Diego.
Las declaraciones de muchos alcaldes, de diferentes zonas del país se referían al volumen – extraordinario por las fechas – de basura que se recogió especialmente los días siguientes a la navidad y el volumen de recursos humanos y económicos invertidos en este proceso. 
A primera vista, los ciudadanos interpretamos como una buena gestión la adecuada y rápida recolección, pero dejamos de ver el otro lado de la moneda:  las oportunidades que se pierden y el impacto ambiental que se genera.
Debemos recordar que la Gestión Integral de Residuos Sólidos va más allá de la recolección de la basura, el barrido de las calles y la ubicación sin control de la basura en botaderos cielo abierto, donde suelen ocurrir quemas y se contamina los suelos y aguas producto del lixiviado generado por la descomposición. 
Aspectos como la educación en torno al consumo responsable, la promoción del reciclaje y la reutilización, junto con la disposición en espacio adecuado para evitar la contaminación, deben ser parte de los procesos necesarios para el saneamiento ambiental.
De esa manera, recoger más basura y destinar muchos recursos económicos y humanos, puede esconder un manejo inadecuado del problema.

La basura es un insumo
Con la tecnología disponible en la actualidad, prácticamente todos los componentes de la basura puede ser reutilizados o reciclados.  La materia orgánica (restos de plantas, frutas, huesos), los distintos tipos de plásticos, el vidrio, los metales ferrosos y no ferrosos, el papel y el cartón, pueden ser incorporados a nuevos procesos productivos.  Incluso los desechos electrónicos como los componentes de computadores y las pantallas, y distintos tipos de baterías son en la actualidad una fuente de minerales, incluyendo oro.
Se estima que en Venezuela se producen diariamente más de 22.000 toneladas de basura, de la cual se reciclan, escasamente, el 10 %.  Las mayores tasas de reciclaje son de hierro, aluminio, seguidas por el papel y vidrio.  De los restos orgánicos apenas un 1% es reciclado.
Por esa razón en Venezuela la basura es considerada el principal problema ambiental, pero en otros países de América latina, incluyendo Brasil, ésta constituye una fuente de ingresos económicos y generadora de empleos.
Así en la Gestión Integral de los Residuos Sólidos una tarea de gran importancia es el fomento del reciclaje, que puede desarrollarse a través de políticas y acciones que involucren empresas, comunidades y escuelas.

¿Qué puede hacer el ciudadano?
Aun cuando en Venezuela la práctica del reciclaje no está ampliamente extendida, en casi todas las ciudades existen iniciativas promovidas por organizaciones no gubernamentales, asociaciones de vecinos y comunitarias, e incluso por empresas y universidades,  para apoyar ésta práctica que beneficia al ambiente.
La mayoría se concentra en la recolección de papel, cartón, vidrio, aluminio y otros metales, y en menor medida plástico.  Identificar esas iniciativas, ponerse en contacto con ellas y apoyarlas puede ser un paso sencillo pero de gran importancia pensando que en el futuro sea una práctica común y la basura se convierta en un beneficio y no el mayor problema ambiental del país.

Suecia importa basura
En noviembre de 2012 una noticia poco usual dio la vuelta al mundo.  Suecia se estaba quedando sin basura, y se veía obligada a importarla.
¿Acaso no producen basura los Suecos?  Si producen, no son de los menos generadores de Europa.  Sin embargo, en Suecia se desarrolla una política mediante la cual se incineran algunos tipos de desechos para generar energía para calefacción.
Como la basura generada no suple lo requerido para los fines energéticos, han decidido importar unas 8 mil toneladas desde Noruega, país que a cambio recibe las cenizas productos de la incineración que se utilizan en la agricultura y se beneficia al ahorrarse el manejo de los residuos.
Según la Agencia Ambiental de Suecia, además de Noruega se espera involucrar en ésta política a otros países incluyendo Italia, Rumania, Bulgaria y otros países balcánicos.

Alejandro Luy
Revista Vecino Saludable N° 58
Marzo-Abril 2013