Informe del Relator Especial sobre las implicaciones para los DDHH de la gestión y eliminación ambientalmente racionales de las sustancias y los desechos peligrosos, Marcos Orellana

Resumen

En el presente informe, el Relator Especial sobre las implicaciones par a los
derechos humanos de la gestión y eliminación ambientalmente racionales de las sustancias y los desechos peligrosos, Marcos Orellana, examina las implicaciones negativas actuales y futuras de las distintas etapas del ciclo del plástico sobre el disfrute de los derechos humanos. El aumento de la producción de plásticos, de su incineración y del vertido de residuos no hace sino agravar las consecuencias dañinas. Es frecuente que se añadan a los plásticos sustancias químicas tóxicas, lo cual amenaza y menoscaba seriamente los derechos humanos y el medio ambiente. El Relator Especial presenta recomendaciones para hacer frente a las repercusiones negativas de los plásticos sobre los derechos humanos e integrar un enfoque basado en los derechos humanos en la transición hacia una economía circular químicamente segura.

Introducción

1. Los seres humanos comemos, bebemos y respiramos plástico. Se ha documentado la presencia de microfibras y otras micropartículas de este material en los tejidos humanos. Pueden encontrarse desechos plásticos en los lugares más profundos y más elevados del planeta, desde el fondo de la fosa de las Marianas hasta las nieves del monte Everest. Puesto que los plásticos contienen un sinfín de aditivos tóxicos, los seres humanos estamos expuestos a una amplia gama de sustancias peligrosas1.

2. Los impactos adversos sobre los derechos humanos no se derivan únicamente de los desechos plásticos y de la exposición a las sustancias tóxicas presentes en este material. Todo el ciclo del plástico, en sus distintas fases, se ha convertido en una amenaza mundial para los derechos humanos, por ejemplo la extracción del petróleo y el gas utilizados para producir las sustancias químicas con las que se fabrican los plásticos; la emisión de contaminantes tóxicos al medio ambiente durante la producción; el transporte de plásticos y pellets de plástico que contaminan las comunidades costeras; la mala gestión y el vertido de los residuos; y la liberación de emisiones peligrosas tras su desecho, incluidas la incineración y la combustión al aire libre. Como resultado, los plásticos se acumulan en las cadenas alimentarias, contaminan el agua, el suelo y el aire y liberan en el medio ambiente sustancias peligrosas, como contaminantes orgánicos persistentes.

3. La fabricación de plásticos a gran escala comenzó en la década de 1950, a un ritmo de 2 millones de toneladas. Hoy en día, la producción anual de plásticos es de 415 millones de toneladas2 y se prevé que esa cifra se cuadruplique para 20503. La responsabilidad de la crisis mundial de los plásticos recae en un número reducido de empresas. En 2019, más de la mitad de todos los residuos de productos de plástico desechables generados en el mundo fueron fabricados por 20 productores de polímeros, y hasta el 90 % correspondía a los 100 mayores fabricantes4.

4. El plástico permanece en el medio ambiente durante siglos. La mitad de todo el plástico que se produce se utiliza una sola vez y luego se desecha como residuo. Tan solo el 9 % de todos los plásticos producidos se recicla, y en la mayoría de los casos una única vez5. En los océanos hay ya unos 5,25 billones de trozos de plástico, con un peso de 269.000 toneladas aproximadamente6. A este ritmo, en 2050 habrá más plásticos que peces en los océanos 7. Cuando el plástico se deposita en rellenos sanitarios, se filtran sustancias químicas tóxicas al suelo y las aguas subterráneas. Una mala gestión de los plásticos da lugar a la contaminación de la tierra, los cursos de agua y los océanos.

5. Las cadenas de suministro del plástico trascienden fronteras, continentes y océanos, y el comercio de productos de plástico y los desechos de este material plantean graves problemas transfronterizos. Aun así, los esfuerzos para abordar las repercusiones del plástico en la salud humana han ignorado en gran medida las dimensiones mundiales del ciclo del plástico. La crisis mundial de los plásticos requiere una solución de carácter mundial basada en los derechos humanos8.

6. Gran parte de la atención internacional dirigida a los plásticos se ha centrado en los desechos y su eliminación, pero es necesario investigar más sobre los impactos de todas las etapas del ciclo del  plástico. A pesar de la creciente concienciación sobre la importancia de crear una economía circular libre de sustancias químicas, el volumen de plásticos fabricados y de desechos plásticos sigue creciendo.

7. Los plásticos contienen aditivos tóxicos, más de 10.000 según un estudio reciente9, lo cual amenaza y menoscaba seriamente los derechos humanos y el medio ambiente. Estas sustancias químicas nocivas se añaden a los plásticos en todas las etapas del ciclo del plástico, y sus repercusiones dañinas aumentarán a medida que se incremente la producción y el uso del plástico.

8. Las soluciones falsas o engañosas al problema de los plásticos son también una preocupación creciente. Con los niveles y métodos actuales de reciclaje, este constituye a menudo una farsa consistente simplemente en verter los desechos plásticos cerca de comunidades marginadas para desviar la atención desde las responsabilidades de las empresas hacia el comportamiento de los consumidores 10.

Del mismo modo, la incineración libera contaminantes peligrosos al aire y produce grandes cantidades de cenizas peligrosas que perjudican a las comunidades locales.

9. La crisis de los plásticos afecta a un amplio abanico de derechos humanos, como el derecho a la vida, al más alto nivel posible de salud, a un medio ambiente saludable, a la vivienda, al agua y al saneamiento, a una alimentación adecuada, a la igualdad y a la no discriminación, así como al derecho a la información, a la participación y a un recurso efectivo, todos ellos protegidos por el derecho internacional. La crisis de los plásticos afecta de manera desproporcionada a los grupos con mayor riesgo de sufrir violaciones de los derechos humanos, como los trabajadores, los niños, las mujeres, los afrodescendientes, los pueblos indígenas, las comunidades costeras y las personas en situación de pobreza. No solo las generaciones actuales, sino también las futuras se verán afectadas si no se revierte la crisis de los plásticos.

10. Los plásticos también agravan la emergencia climática al limitar la capacidad de los océanos para eliminar los gases de efecto invernadero de la atmósfera. Además, en 2050, las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes del ciclo del plástico podrían representar entre el 10 % y el 13 % de todo el presupuesto de carbono remanente para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París11.

11. El actual marco jurídico y normativo internacional que regula los plásticos se caracteriza por su fragmentación y resulta inadecuado para afrontar la magnitud de la amenaza mundial que suponen los plásticos. Los crecientes volúmenes de desechos plásticos y la exposición a los aditivos tóxicos presentes en los plásticos están agravando las injusticias ambientales12. La seriedad de la situación exige respuestas normativas contundentes a nivel mundial, regional y nacional.

12. El presente informe se basa en un amplio proceso de consulta en el que el Relator Especial invitó a los Estados Miembros de las Naciones Unidas, a las organizaciones internacionales, a las organizaciones de la sociedad civil, a las instituciones nacionales de derechos humanos y a otras partes interesadas a aportar sus puntos de vista. El Relator Especial difundió ampliamente esa solicitud de aportaciones, en respuesta a la cual se recibieron varias comunicaciones muy informativas13. El Relator Especial también celebró dos reuniones de consulta en línea, el 30 de marzo y el 16 de julio de 2021, en las que participaron expertos en representación de organizaciones de la sociedad civil de todo el mundo, así como representantes del mundo académico.

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1 El plástico es un material polimérico que puede moldearse, es decir, puede dársele forma, generalmente mediante la aplicación de calor y presión. El plástico tiene otras propiedades especiales, como baja densidad, baja conductividad eléctrica, transparencia y tenacidad. Según PlasticsEurope (asociación europea de fabricantes de plásticos), hay 14 tipos de plástico y cada uno tiene varias aplicaciones. Entre ellos se encuentran los plásticos de base biológica y biodegradables, generalmente denominados bioplásticos. La gran variedad de polímeros, su bajo precio y su versatilidad son algunas de las principales razones del rápido aumento de la producción y el consumo de plásticos. Véase Ferdinand Rodriguez, “Plastic” (Encyclopedia Britannica, 2020).

2 Diana Barrowclough, Carolyn Deere Birkbeck y Julien Christen, Global Trade in Plastics: Insights from the First Life-Cycle Trade Database, Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, Research Paper núm. 53 (2020).

3 Patricia Parkinson, “Plastics: mitigating their environmental, health and human rights impacts”, Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, 11 de febrero de 2021.

4 Dominic Charles, Laurent Kimman y Nakul Saran, Plastic Waste Makers Index: Revealing the Source of the Single-Use Plastics Crisis (Minderoo Foundation, 2021).

5 Véase www.unep.org/interactive/beat-plastic-pollution/.

6 Marcus Eriksen et al., “Plastic pollution in the world’s ocean: more than 5 trillion plastic pieces weighing over 250,000 tons afloat at sea”, Plos One, vol. 9, núm. 12 (2014).

7 Foro Económico Mundial, Ellen MacArthur Foundation y McKinsey and Company, The New Plastics Economy: Rethinking the Future of Plastics (2016).

8 Comunicación de Greenpeace Internacional.

9 Helene Wiesinger, Zhanyun Wang y Stefanie Hellweg, “Deep dive into plastic monomers, additives, and processing aids”, Environmental Science and Technology, vol. 55 (2021).

10 Comunicación de Greenpeace África.

11 Lisa Anne Hamilton et al., Plastics and Climate: The Hidden Cost of a Plastics Planet (Centro para el Derecho Internacional Ambiental, 2019).