Informe del IPEN: el reciclaje de plástico genera grandes volúmenes de desechos peligrosos

Ningún sistema propuesto o en uso podrá  gestionar los volúmenes generados  por la expansión de los residuos plásticos durante la próxima década

Enlace al informe: www.ipen.org/toxictechnology

Gotemburgo, Suecia – Las grandes inversiones en reciclaje químico, la conversión de plástico en combustibles y la  incineración para el tratamiento de   desechos/residuos plásticos están generando grandes volúmenes de desechos altamente peligrosos y emisiones tóxicas, según un nuevo informe publicado hoy.

El informe Plastic Waste Management Hazards (Los peligros de la gestión  de los desechos plásticos) es el primer estudio que proporciona una descripción detallada de cómo las inversiones actuales en operaciones de reciclaje, tanto mecánicas como químicas, tendrán muy poco impacto en el creciente problema mundial de la contaminación plástica y aumentarán la exposición a sustancias químicas tóxicas en las comunidades donde se ubican.

El coautor del informe y asesor de políticas de Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP) de IPEN, Lee Bell, declaró: “Ningún método de gestión actual para los desechos plásticos es capaz de aliviar la creciente crisis mundial de contaminación por plásticos. Todos los métodos generan riesgos tóxicos importantes debido a los aditivos tóxicos que son un componente de la mayoría de los productos plásticos. La defensa de diferentes esquemas de reciclaje por parte de  la industria es una estrategia  de marketing diseñada para defenderse de las regulaciones sobre los plásticos y de los esfuerzos por frenar el creciente problema de la contaminación por plásticos. La única solución para los desechos plásticos que se acumulan en nuestras comunidades y océanos es limitar la producción de plástico a usos esenciales y eliminar el uso de productos químicos tóxicos en los plásticos “.

Si bien el problema de la contaminación plástica es grave ahora, se intensificará en los próximos años. El informe señala  que se espera que la producción de plásticos crezca exponencialmente (de 335 millones de toneladas producidas en 2016 a 1,800 millones de toneladas para 2050) en la medida en que la industria petroquímica se adapta a un entorno que restringe las emisiones de combustibles fósiles  migrando a la producción de químicos y plásticos. El informe también encuentra que aproximadamente tres cuartas partes de las 8,300 millones de toneladas de plástico producidas desde la década de 1950 se han convertido en desechos y que, a menos que cambien las prácticas actuales, 108 millones de toneladas de desechos plásticos se depositarán en rellenos sanitarios, se arrojarán en  vertederos o se quemarán a cielo abierto  en el año 2050, principalmente en países de bajos ingresos.

El informe, publicado por International Pellet Watch (IPW) y la Red Internacional de Eliminación de Contaminantes (IPEN por su sigla en inglés), examinó cuatro aspectos del reciclaje de plásticos:

El Reciclaje químico: El reciclaje químico utiliza sustancias químicas y / o calor para descomponer los plásticos de desecho y crear materias primas y polímeros que pueden usarse para fabricar plástico nuevo. El informe detalla cómo estos procesos químicos y de combustión generan peligrosas emisiones de dioxinas, producen combustibles de hidrocarburos crudos  contaminados y consumen grandes cantidades de energía.

Además, los plásticos producidos con este enfoque no pueden competir con el plástico virgen en precio, por lo que es más probable que los plásticos de desecho se quemen como combustible crudo. El reciclaje químico de los residuos plásticos tiene el potencial de crear corrientes masivas de desechos peligrosos, y los combustibles generados a partir de este proceso liberarán sustancias químicas perturbadoras endocrinas  y otros aditivos tóxicos a la atmósfera cuando se quemen. Aunque los defensores del reciclaje químico afirman que los contaminantes y los aditivos tóxicos se pueden “separar” del plástico de desecho durante el procesamiento, esto implicará la generación de  una nueva corriente de desechos peligrosos de gran volumen.

De Plásticos a combustibles. A medida que las montañas  de desechos plásticos crecen a un ritmo sin precedentes en todo el mundo, muchos defensores están presionando para que se promueva el uso de combustibles derivados de desechos plásticos para “sustituir” a los combustibles fósiles y reducir la extracción de petróleo, gas y carbón. La realidad es que en todos los casos, excepto en unos pocos, el producto resultante es combustible de hidrocarburos o simplemente una forma reenvasada de desechos plásticos rebautizados como un “producto” en lugar de un “desperdicio”, esto con propósitos financieros, regulatorios  o de subsidio. El informe concluye que estas prácticas son ineficientes, contaminantes y antieconómicas. De manera similar, la recuperación de energía de la quema de desechos plásticos en incineradoras y en el coprocesamiento  de cemento como “combustibles alternos” o “combustibles derivados de desechos” genera emisiones tóxicas, cenizas tóxicas, emisiones de carbono de alta intensidad y recursos de desechos.

Reciclaje mecánico. Solo un pequeño porcentaje del plástico acaba siendo reciclado mediante el reciclaje mecánico tradicional. La mayoría se quema o se tira en los basureros porque la mayoría de los plásticos contienen aditivos químicos tóxicos que contaminan el reciclado final y son difíciles de usar en la producción de nuevos productos plásticos, ya que reducen su calidad. Como resultado, grandes cantidades de desechos plásticos contaminados con retardantes de flama bromados y contaminantes orgánicos persistentes (COP) se envían a vertederos o incineradores, a menudo en países en desarrollo. El proceso de manipulación, limpieza y trituración de plásticos también expone a los trabajadores a vapores y polvos peligrosos. Todo el proceso transfiere la responsabilidad de manejar el impacto tóxico del reciclaje del plástico de los productores a los recicladores,  quienes  batallan para procesar muchos plásticos no reciclables o difíciles de manejar.

Los aditivos químicos en los plásticos representan un peligro extremo en todos los métodos de reciclaje actuales. Los aditivos incluyen colorantes, plastificantes,  estabilizadores UV y otras sustancias  químicas utilizadas para dar ciertas propiedades a los productos plásticos terminados. Muchas de estas sustancias  químicas son tóxicas. Un estabilizador UV ampliamente utilizado, el UV 328, por ejemplo, ha sido identificado como una de las sustancias químicas más tóxicas del mundo y está listado  como un candidato a convertirse en un  Contaminante Orgánico Persistente (COP)  regulado por el Convenio de Estocolmo. Este químico es ubicuo en los desechos plásticos y un programa de monitoreo dirigido por International Pellet Watch ha detectado su presencia en los océanos y playas del mundo.

El coautor del informe y destacado científico internacional en   sustancias  químicas peligrosas y plásticos, el profesor Shige Takada, dijo: “Estamos encontrando las sustancias  químicas tóxicas de los plásticos a lo largo de los  océanos, las costas y en las aisladas regiones polares del mundo. Los peces y las aves marinas ingieren desechos plásticos contaminados con estos estabilizadores UV tóxicos mismos que se acumulan en la cadena alimenticia. Esto es  muy preocupante y debe prohibirse internacionalmente. Nuestros estudios muestran que los desechos plásticos no son inertes, sino que transportan los aditivos tóxicos miles de kilómetros impactando a los ecosistemas globales”.

El informe concluye con tres recomendaciones:

1. Los gobiernos deben reconocer y actuar de inmediato para limitar la creciente cantidad de desechos peligrosos generados a partir de desechos plásticos reduciendo drásticamente la cantidad de plástico que puede producir la industria. Un tratado internacional puede lograrlo.

2. Los gobiernos deben gestionar la actual acumulación  de desechos plásticos (controlados, no controlados y en vertederos) de una manera ambientalmente racional.

3. Los gobiernos deben llevar  a la industria a desarrollar un sistema de gestión sostenible y respetuoso con el medio ambiente para cualquier plástico producido en el futuro. Esto debe incluir la implementación de sistemas de diseño, producción y gestión del final de la vida útil que maximicen la reutilización y el reciclaje de polímeros no tóxicos tanto en países de bajos ingresos como en los países ricos.

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Editores y periodistas, póngase en contacto con Björn Beeler, bjornbeeler@ipen.org , o Lee Bell, leebell@ipen.org , si tienen preguntas y para concertar entrevistas con los autores del informe.

IPEN (Red Internacional de Eliminación de Contaminantes) es una red ambiental global de más de 600 ONG de interés público en 124 países, que trabajan para eliminar y reducir las sustancias más peligrosas para lograr un futuro libre de tóxicos para todos. IPEN está registrada en Suecia como una organización sin fines de lucro de interés público. www.ipen.org

International Pellet Watch (IPW) es un programa de monitoreo global con sede en la Universidad de Agricultura y Tecnología de Tokio en Japón, que está diseñado para monitorear las tendencias de contaminación en los océanos del mundo. IPW ha estado llevando a cabo un monitoreo global de contaminantes orgánicos persistentes y sustancias químicas que alteran el sistema endocrino (EDCs en inglés) desde 2006. http://pelletwatch.org