Fudeci libera caimanes. Omar Hernández

LA SOCIEDAD CIVIL CONTRA LA EXTINCIÓN DE UNA ESPECIE ENDÉMICA
Fudeci libera caimanes
A pesar de los esfuerzos, en 2011 Fudeci determinó que las poblaciones del caimán del Orinoco disminuyeron en un 63%

La caza furtiva dentro de un parque nacional impide la recuperación de esta especie en peligro de extinción crítica

La Fundación de la Academia de Ciencias Fudeci liberó 315 caimanes en el río Capanaparo el pasado 26 de abril. Los ejemplares liberados son de la especie caimán del Orinoco (Cocodrylus intermedius), criados en los zoocriaderos del Fundo Masaguaral y de Fudeci, ubicados en los estados Guárico y Amazonas respectivamente. Las crías liberadas nacieron el año pasado en Masaguaral en los ríos Manapire y Capanaparo. Es la novena liberación en el Capanaparo. Esta acción concreta busca reforzar las poblaciones de una especie exclusiva de nuestro patrimonio natural en peligro crítico de extinción.

Es el resultado de 23 años de trabajo continuo que ha permitido la liberación de 1901 ejemplares.

UNA ESTRATEGIA DE RECUPERACIÓN

Los caimanes recién nacidos tienen muy pocas probabilidades de sobrevivir durante los primeros días de vida debido a sus depredadores naturales, así que una estrategia para su recuperación se basa en criar los recién nacidos por un año para que, con una mayor talla, tengan más probabilidades de sobrevivir y aumentar las posibilidades de llegar a la adultez.

Sin embargo esta estrategia pudiera perderse, sino se complementa con la unión de esfuerzos económicos, técnicos científicos y sobre todo voluntad política que apoyen la sobrevivencia de la especie.

¿POR QUÉ EL CAPANAPARO?

Después del río Cojedes, el Capanaparo presenta la segunda población más importante del mundo del caimán del Orinoco, pero en ambos ríos la población sigue descendiendo. En 2011 Fudeci determinó que la población se había reducido en un 63% en los últimos 10 años. El Capanaparo forma parte del Parque Nacional Santos Luzardo ubicado en el estado Apure, nace en el llano colombiano por donde recorre unos 130 km hasta entrar a Venezuela para desembocar en el río Orinoco. Sus más de 600 km de cauce sólo tienen alguna figura de protección los últimos 300 km que forman parte del Parque Nacional Santos Luzardo. Sólo en el extremo oeste del parque es donde aún existen caimanes. Falta financiamiento para avanzar en las investigaciones necesarias para conocer si la especie está presente aguas arriba de la desembocadura de Riecito.

CAZA FURTIVA DE CAIMANES

En las últimas visitas a la zona de liberación dentro del Parque Nacional Santos Luzardo, se han detectado ejemplares adultos muertos por furtivos. El día de la liberación de los juveniles se encontró muerto un macho de por lo menos 4 m largo. Esta situación es preocupante, porque luego de liberar 1901 ejemplares, la población en vez de aumentar sigue disminuyendo, básicamente porque no se implementan las otras acciones requeridas por programa integral de conservación como son la vigilancia, la educación ambiental, la monitorización poblacional, la investigación y la ejecución de proyectos socioproductivos para el bienestar de las comunidades indígenas que viven dentro del Parque.

SIN RESGUARDO

El Parque Santos Luzardo con 584.368 Has prácticamente cuenta con solo un Guardaparques carente del equipo necesario (vehículo, lancha u otro medio de transporte, radio, teléfono) para ejecutar las actividades propias de resguardo de un área natural protegida. Por lo que los furtivos están a sus anchas para cometer cualquier tipo de delitos ambientales.

PAÍS PETROLERO

En los últimos años en el país se han abierto convocatorias para el financiamiento de proyectos en el área de biodiversidad, que terminan financiado proyectos socio-productivos, que aunque son necesarios, desvirtúan el sentido de estos fondos, que deberían ser para la recuperación y el desarrollo de un programa de conservación para especies en peligro de extinción. Si aunamos a lo anterior que Venezuela, por ser país petrolero no es considerado, por los organismos internacionales, como un lugar que requiera ayuda externa para financiar acciones de conservación ambiental, consecuentemente, cada vez se hace más difícil proteger a las especies en peligro de extinción, en un país megabiodiverso. De hecho por esta falta de recursos Fudeci este año cerrará su zoocriadero en Puerto Ayacucho.

EL ECOTURISMO: PRIORIDAD EN EL CAPANAPARO

Los grandes cocodrilos fascinan a turistas, así que desarrollar un programa de ecoturismo en el Capanaparo, usando al caimán como atractivo principal, no sólo ayudaría a la especie y al parque, atrayendo de forma sustentable ingresos económicos a sus habitantes. Pero para que ésta propuesta tuviese éxito debería existir una población abundante de caimanes y la realidad es otra.

*Director de proyectos de Fudeci, miembro del Grupo de Trabajo Cocodrilos de Venezuela