El Parque Nacional Henri Pittier mira hacia los paisajes y ecosistemas marinos para su conservación. J. Naveda

Declarado el 13 de febrero de 1937, el Parque Nacional Henri Pittier cumplió este mes 78 años de su creación y de ser el 1er parque nacional de Venezuela y el 4to de Suramérica. Para aquellos años, la visión de la conservación desarrollada por especialistas como Henri Pittier, Gerardo Budowski y Arthuro Eicheler, entendían que lo prioritario era los ecosistemas boscosos de montaña, por su diversidad de plantas y animales, su relación con la protección de los suelos y la producción de agua que surtían a las ciudades venezolanas, a la naciente industria y la producción agropecuaria. Así, entre 1937 y 1971 se crearon 8 parques nacionales y 3 monumentos naturales a lo largo de las cordilleras venezolanas, con ámplias coberturas boscosas y donde las cuencas productoras fueron de importancia para el desarrollo nacional, por lo que desde un comienzo, las políticas de conservación tomaron en cuenta las necesidades de desarrollo.
En 1971, se llevó a cabo la 1ra Convención sobre Humedales de Importancia Internacional en la ciudad de Ramsar, Irán; la misma brindó las bases conceptuales y técnicas para la conservación de las zonas costeras y marinas, dando un giro a las visiones de protección terrestres. Así, Venezuela respondió declarando en 1972, el Refugio de Fauna Silvestre de Cuare, en Falcón (área marino-costera) y el Parque Nacional Archipiélago de Los Roques (área marina a 90 millas náuticas al norte de La Guaira).
De ello han transcurrido varias décadas y las estrategias de conservación actuales han cambiado, por lo que hoy se busca mejorar la representatividad de los espacios marinos en los Sistemas de Áreas Protegidas. Un balance reciente de las áreas protegidas venezolanas, presentado en el VI Congreso Mundial de Parques Nacionales, Sidney 2014, muestra que de las 25 tipos de Áreas Bajo Régimen de Administración Especial que posee la legislación venezolana, solo 7 pueden ser consideradas de conservación y preservación de paisajes y ecosistemas naturales (Santuarios de Fauna Silvestre, Parques Nacionales, Monumentos Naturales, Refugios de Fauna Silvestre, Reservas de Fauna Silvestre, Reservas Forestales y las Reservas de Biósfera). De estas, Venezuela ha creado un total de 111 unidades de manejo, con las cuales protege el 33,36% del área terrestre y 0,6% de su zona marina, mostrando una desproporción asombrosa, consecuencia del poco interés por proteger las áreas marino–costeras, y una falta de comprensión sobre su importancia.
En los últimos años, el Estado ha retomado el tema y a través del proyecto de “Fortalecimiento del Sistema de Áreas Protegidas Marino Costeras de Venezuela”, financiado por fondos GEF a través del PNUD/ONU, se ha comprometido a aumentar significativamente las superficies de protección marino-costeras, por lo que el Gobierno Central, junto con el Comité de Zonas Costeras del estado Aragua y organizaciones conservacionistas de la región, se han planteado la ampliación del Parque Nacional Henri Pittier hacia su zona norte, incorporando una franja de mar de 5 millas náuticas de ancho a lo largo de todo su borde costero. De esta forma, la conservación se hace más integral, protegiendo una secuencia de pisos ecológicos que van desde las máximas alturas de la sierra de Rancho Grande, hasta los fondos abisales del mar y donde la interface terrestre, costera y marina serán manejadas como una única unidad de conservación. Ello incorporará al Parque unas 42.180,9 hectáreas, lo que debería reflejarse en aumento del personal, mejor capacitación y mayor equipamiento.
La ampliación del Parque Nacional Henri Pittier, se complementará con un trabajo similar en el Parque Nacional San Esteban, lo que permitirá, no solo incluir mayor espacio acuático, sino establecer un corredor marino entre ambos parques.

Jorge A. Naveda S.
Instituto Nacional de Parques
Dirección General Sectorial de Parques Nacionales