El Evangelio del Comercio Justo llega a Venezuela
Entrevista a Soliria Menegatti/Fundación Tierra Viva por Eurídice Ledezma
SM-. Este es un proyecto de comercio justo en el cual, básicamente, buscamos que el término tenga un mensaje explicativo. El comercio justo se entiende de una forma a nivel internacional y nosotros no estamos aún en ese nivel. Por eso el término puede confundir en este momento aquí en Venezuela. Nosotros estamos trabajando con emprendimientos económicos sociales de carácter privado. Hemos identificado gente o comunidades que se han organizado bajo alguna figura ya sea cooperativa, asociación civil o microempresa para producir bienes y nosotros los estamos apoyando en el tema de comercialización y mercadeo. Nuestra propia experiencia en el proyecto Pittier, con el cual apoyamos cinco microempresas que se organizaron y que se pusieron a producir derivados de cacao, nos mostró la debilidad existente en la comercialización. Cacaos Cata fue una de las empresas que logró realmente consolidarse. Estaba compuesta inicialmente por 7 mujeres del pueblo de Cata, algunas ya de la tercera edad, inclusive, y eso comenzó como un proceso social, donde un grupo de señoras se reunía: “bueno vamos a empezar a hacer pasta de cacao”. Era un hecho social, para conversar, “para tener algo en que ocuparnos” y empezaron a desconchar el cacao a mano, lo tenían que moler con una maquinita de moler. Vimos que eso tenía potencial, comenzamos a potenciar esa idea.
EL-.Ustedes fueron el factor catalizador para que eso pasara de ser una actividad recreativa o lúdica a una actividad productiva.
SM-. Exactamente. Entonces, ¿cómo hacemos para que no tengan que desconchar a mano? Entonces fuimos, hicimos la adaptación de una máquina de café a cacao, porque no había una máquina que desconchara el grano de cacao aquí. Fuimos a Biscucuy, allí vimos unas máquinas que ellos fabricaban para el café. Se llevó la semilla de cacao, se hizo una adaptación. Entonces, las señoras pasaron de desconchar a mano a tener una máquina que quita la concha del cacao y eso aligeró el proceso en un 100 por 100. Luego se compró un molino, una tostadora más grande, porque antes tenían era un caldero que les habían prestado por allá. Se buscó una tostadora más grande. Luego se empezó a hacer la pasta y se trabajó en los moldes, en la envoltura. En la presentación ya, en la etiqueta del producto. Logramos que el producto tuviera una receta, que tuviera el permiso sanitario, que se tuviera una factura, todos los temas administrativos.
Las señoras comenzaron a vender su producto en Cata, ellas tenían un puesto en la playa…
EL-. Ustedes asistieron en todo ese proceso…de la creación del empaque, etc.
SM-. Si. La diseñadora fue hasta allá. Fue un proceso de ocho meses en los cuales la diseñadora se sentaba con ellos y hacía una propuesta. Revisaban la propuesta, no les gustaba. Hasta que llegó la propuesta satisfactoria. Simultáneamente, unas personas que estaban haciendo una tesis de grado en Tecnología de Alimentos apoyaron con otras recetas como por ejemplo, vino de cacao, hacen una cosa que se llama chocorumbita y hacen ponche de cacao…Venderlo a la orilla de la playa no era sustentable económicamente…¿qué es lo que pasa con todas estas iniciativas? Que hay un grupo de gente que se reúne…Y se necesita que eso sea económicamente sustentable. Cuando pasan seis meses y “eso no me da”, pues la gente se comienza a ir. Tienes que comer. Entonces esas iniciativas se van quedando muy reducidas, casi se quedan en el seno de la familia. No solo con Cacaos Cata pasaba eso….Así ha habido muchos casos. Nos planteamos esto como un proyecto, empezamos a ver que los warao también tenían cosas, que en Calderas también había cosas, que en Zulia, que en todas partes en Venezuela hay iniciativas como estas y que, probablemente debería haber más, porque esa ha sido una política del gobierno, -dar créditos a las cooperativas-, entonces debería haber muchas más. Claro, también hemos notado que la mayoría de estas iniciativas se han formado porque detrás ha habido ongs que las han apoyado. Que han empezado el proceso y los han acompañado. Porque estas iniciativas comunitarias necesitan mucho acompañamiento no es como que tú sola hagas un negocio, Entonces, enfrenta todos los avatares, si sale bien eres tú y si sale mal eres tú. Es distinto cuando hay un emprendimiento económico donde hay varias personas que piensan distinto…
EL-. Que tienen distintas visiones…
SM-. Las iniciativas que han sido exitosas casi siempre tienen una ong acompañándolos La gente de Conservación Internacional, que ya no está en el país, se acaba de ir, acompañó mucho a los yekuana; la gente de Andes Tropicales también estuvo acompañando todo lo que es el café de bosque que está saliendo de Calderas; Fundatadi en Mérida; la gente de Cesap aquí. ¿Sabes? Las ong han estado trabajando con la gente pero la debilidad de todas estas iniciativas es el tema de comercialización. ¿Cómo hago para sacar un producto que está lejos y ponerlo a la venta en Caracas? ¿Cómo hago para poder vender? ¿Cuál es el canal de distribución correcto? Porque estos no son productos de consumo masivo. No se hacen 1000 jabones artesanales para ponerlos en Éxito ni para ponerlo en Excelsior Gama porque además cuesta muchísimo más dinero. Con lo que te compras un jabón artesanal te compras tres jabones Camay…
EL-.Claro.
SM-. Hay que saber que son unos productos que están en unas condiciones muy especiales y que necesitan un canal distinto de distribución.
EL-.Tienes que encontrarles otro espacio para promocionarlos, otros potenciales clientes…tienen unos requerimientos especiales, supongo…
SM-. Claro. Entonces, nosotros convertimos lo que veníamos haciendo con nuestros propios recursos, de identificar a estas iniciativas, -hicimos 3 ferias en Caracas, empezamos a ofrecer los productos para regalos corporativos, fuimos exitosos. En pequeña escala pero lo fuimos. Empezamos a evangelizar. Evangelizar a la gente en la idea de comprar productos que son ambientalmente responsables, que son de calidad.
EL-. Hicimos un proyecto y lo presentamos en la Unión Europea y el año pasado en noviembre de 2008 fue aprobado. Arrancamos ya con unos fondos que nos permitieron, en principio, viajar por varias regiones de Venezuela para identificar y conocer iniciativas como estas; que nos ha permitido trabajar en el tema de las ferias. Estamos comenzando a posicionar este producto en Venezuela como una oportunidad de comprar cosas distintas y, en cuanto al tema de la responsabilidad social empresarial, Venezuela tiene mucho qué hacer: en lugar de comprar un lapicero chino para regalarle a tus clientes cómprale una cesta yekuana o cómprale un café de bosque…Y lo interesante de estos productos es que casi todos son de manos de mujeres: es la empresa apoyando el desarrollo de la mujer.
EL-. Y ¿con que tipo de respuesta se han encontrado en estos clientes corporativo?, ¿Qué tan fácil de persuadir o de evangelizar han sido esos potenciales clientes?
SM-. Estamos empezando pero la respuesta ha sido buena. Por ejemplo, para el Día de las Madres fue excelente. Ahora, ¿cuáles son los criterios? Estamos identificando iniciativas que cumplan básicamente tres criterios:
¡-. Que la gente esté asociada previamente, que estos sean emprendimientos comunitarios. Nosotros no hacemos la labor de convencer a la gente ni de asociar a la gente, simplemente vamos con el tema de comercialización ya directamente. La gente tiene que estar asociada, la gente tiene que tener un producto.
2-. Esa producción tiene que ser ambientalmente sustentable. Eso quiere decir que si los yekuana están haciendo cestas con la palma equis, los yekuana no deben hacer cestas hasta extinguir la palma. Conservación Internacional vigilaba ese proceso…o en el caso del café de bosque, que es uno de nuestros productos bandera ahora, es un café que se está produciendo con unos caficultores que han decidido no talar el bosque…su cafetal es un cafetal de sombra, aún cuando quizás si tu talaras el bosque y lo convirtieras en un tipo de café de sol, que se usa mucho en Colombia, sería más rentable. Ellos han decidido producir menos pero respetando el bosque.
3-. Que se respete el trabajo de la mujer. La mayoría de esas cooperativas si tienen 10 personas, 6 son mujeres y 4 son hombres o 9 mujeres y un hombre. Hay muchas mujeres allí y el trabajo de la mujer tiene que ser valorado, respetado y pagado.
Y otro criterio que usamos es que no haya explotación infantil. Y nosotros siempre pagamos lo justo. Compramos el producto para venderlo acá. Casi nunca los productos vienen en consignación sino que pagamos lo que el productor dice que cuesta su producto. No estamos nunca regateando porque se supone que, en el tema de comercio justo, el que más gana debe ser el productor. Ese es el cimiento de ese concepto. Los canales de distribución se reducen, es un producto que va, casi directamente, del productor al consumidor. Tú reduces los distribuidores, que son los que encarecen el producto, y el consumidor va a comprar un producto casi al mismo precio que lo vende el productor.
¿Cuál es el precio justo? El que paga todo lo que costó producirlo más la mano de obra familiar. Ese es el precio justo. O sea, nosotros gastamos todos estos insumos para producir esto y todas estas horas de trabajo de toda la familia que trabajó aquí.
Y, resumiendo, nuestro proyecto es identificar esas iniciativas y apoyarlas con la comercialización. En este proyecto vamos a pasar a la segunda etapa, pues ya la primera etapa está cumplida. Tenemos más de 40 iniciativas identificadas que van desde productos comestibles hasta jabones, champúes…
EL- Aproximadamente, ¿con cuántas de estas iniciativas van a poder trabajar finalmente?
SM-. Ahora estamos en la etapa de revisar estas iniciativas ya identificadas para verificar cuáles cumplen esos criterios. Analizar cuál es la capacidad de producción de estas empresas, la capacidad de respuesta. Y esto se está dando de manera simultánea porque quizás para el Día de las Madres tú llamas y dices: “mira, necesito esto y tú empiezas a medir la capacidad de respuesta. ¿Cuáles son los canales de distribución? ¿Cómo hacemos para que las cosas lleguen aquí a Caracas? ¿Cuáles son los mejores canales? Antes mandábamos todo por MRW y costaba carísimo. Ahora la gente ha descubierto que lo puede mandar por los buses como encomienda. Es muchísimo más barato. Estamos midiéndolo todo en la vida real, pues. Y, además, tenemos que hacer un plan de mercadeo, vamos a trabajar con un experto. Esa es la próxima etapa… Haremos un catálogo digital de quienes son los hacedores de producto y que permite además comprar.
Con las empresas que funcionen vamos a hacer el plan de mercadeo. Y después, hay un tema de fortalecimiento institucional para estas empresas. Es un eje del proyecto. Impartir talleres con los temas que hayamos visto que son débiles. Por ejemplo, el tema de los permisos sanitarios para los que lo requieran, el tema de los empaques, envoltorios, porque estos productos que son de calidad estéticamente también deben competir y deben estar a la altura de los otros productos. No porque sea artesanal vas a hacer una mamarrachada, lo artesanal no está peleado con la estética y muchas veces creemos que si.
Y la idea es que estos productos vayan a competir internacionalmente a las tiendas de Comercio Justo que hay en Paris, que hay en Londres, que hay en Nueva York…
EL-. Y el problema de los valores y antivalores socioculturales, ¿cómo afecta?
SM-. No hay cariño, no hay un reconocimiento en la comunidad de que la empresa privada ha hecho cosas buenas. En el ámbito de comercio justo las cosas deberían ser distintas porque comienzas a trabajar dentro de lo que son los cánones del comercio internacional. Hay un producto y hay un precio internacional para ese producto, viene luego la organización internacional y es la que te fija el precio. Vamos a suponer que vendes café y el precio del café es 1$, el precio justo es 1$ pero el precio internacional es 0,50$, a ti te mantienen el precio de 1$, aunque el precio internacional esté en 0,50$
EL-. Tienes un precio preferencial…
SM-. Tienes un precio preferencial porque allí te están premiando el que es un emprendimiento social, que proteges el medio ambiente, que estás respetando el trabajo de la mujer, que no tienes explotación infantil…
EL-. Y ¿qué tan competitivo es?
SM-. Es competitivo en el sentido de que tienes unas tiendas especiales para eso y en Europa la gente tiene consciencia de eso. Todos los productos de comercio justo tienen el sello. Y si es orgánico, por ejemplo, te dan un premio adicional. Pero, vamos a suponer que el café ya no cuesta $0,50 sino $1,5 y tu precio justo era $1. Entonces a ti te dan el 1 y medio. Pero ese 50 por ciento adicional es un bono que te dan para invertirlo en obras.
EL-. Fuera del emprendimiento…
SM-. Fuera del emprendimiento. Allí tú deberías romper el círculo de esa pregunta que me estás haciendo. Y la gente de las organizaciones internacionales chequea. Vienen a ver que, de verdad, estás invirtiendo ese dinero en obras sociales. Tienes tu dólar que cubre todos tus gastos y tus beneficios y tienes 50 centavos más que te esta dando el mercado. Aquí tenemos este dinero, esto es para mejorar la escuela, esto es para esta caminería y lo tienes que invertir allí porque si no esa es una oferta engañosa. Porque cuando le dices a la gente pague aquí este café más caro, porque esto proviene de un emprendimiento justo, no estás invirtiendo de verdad ese dinero que la gente se está sacando del bolsillo y con el cual te está premiando…tienes que invertirlo en una labor social.
EL-. Y, esa decisión de dónde lo inviertes, ¿la toma la propia empresa?
SM-. Si. Pero tiene que ser una inversión demostrable.
EL-. ¿Aquí todavía no estamos en ese punto?
SM-. No, no, no. Aquí estamos trabajando en esos primeros pasos. Si logras superar esos puntos: que la gente se organice, que los empaques, que los permisos…pudieras, entonces, proponerle al sistema internacional de comercio justo: “mira aquí hay una gente que puede reunir esos criterios” y trabajar en esa segunda etapa. Pero, primero, vamos a evangelizar aquí y hacer que el propio país, que no conoce que esto existe, se convierta en el primer cliente
EL-. Claro, porque habría que evangelizar no sólo en las comunidades sino también a los consumidores…la persona común, la última parte de la cadena…
SM-. Es la última pero es la más importante porque si no hay compradores…
EL-. Me hablaste de 40 iniciativas, ¿en que áreas?
SM-. Hay de todo, en el área alimenticia, hay gente haciendo mermeladas, pastas, salsas…Hay gente que no necesita que los apoyen…hay en el área de cosméticos, jabones artesanales, cremas de miel, cestas, hamacas, bolsos. Lo que si te puedo decir que el movimiento cooperativista, que debía haber miles de cooperativas, en los pueblos donde yo fui no conseguí a nadie. Si es una cooperativa que está funcionando es de construcción…
EL-. Creo que tiene que ver con los dos temas, con el tema de valores socio-culturales y el tema político.
SM-. Si. Seguro.