Si el gobierno solo opera el 5% de las casi siete millones de hectáreas que posee el Arco Minero, se trata de unas 560.000 hectáreas que están siendo extraídas. De acuerdo a datos extraoficiales unos 50.000 mineros estarían afectados por contacto con el mercurio
La Academia se reunió este jueves 25 de octubre para debatir si “¿Es sostenible el Arco Minero del Orinoco (AMO)?”. La respuesta de los especialistas que asistieron al foro es “no”. Un no tajante de quienes conocen el impacto ambiental que tiene el AMO sobre los estados Bolívar y Amazonas. El primero un territorio azotado por la malaria y por los enfrentamientos entre bandas que se dedican a la minería ilegal.
El ingeniero agrónomo Pedro García Montero, considera que el Arco Minero, creado por el gobierno de Nicolás Maduro el 24 de febrero de 2016, “es un territorio que está abandonado por todos nosotros”. Un territorio “sin gobernanza donde prácticamente hay un Estado de Excepción”. Lo llama el “Antro Minero del Orinoco”, algo que describe como “un ambiente verdaderamente hostil” en el que hay una especie de “ghetto”. Una “mexicanización del proceso” donde la violencia, la prostitución y toda clase de crímenes se encuentran.
El AMO posee unas siete millones de hectáreas, el gobierno venezolano manifestó que solo explorará el 5%, esto significa 560.000 hectáreas intervenidas
A juicio de García Montero el discurso oficial hace que “se sobredimensionen” unos recursos que no son la solución a la crisis que atraviesa Venezuela. En ese sentido, resalta que no está en contra de la minería, pero sí de lo que ocurre al sur de Venezuela algo que califica de “desastre”.
La zona donde ocurre esta extracción de minerales es un “ecosistema frágil” que no resiste la intervención humana, afirma el experto. Además, sostiene que la presencia de comunidades indígenas ya es una particularidad, a eso le suma que es un “tesoro de biodiversidad poco valorado”.
En el Arco Minero del Orinoco se concentran las mayores reservas hídricas y forestales del país
“No existe la minería sustentable. Minería y ecología son términos totalmente antagónicos. No hay actividad minera que no afecte el ambiente. Ese concepto de sustentabilidad se se usa alegremente”, dice García a sala llena en el Auditorio de Física de la Universidad Central de Venezuela.
Algunas de las amenazas que enumera el académico son: el alto potencial turístico se ve amenazado por la minería ilegal. No hay información para hacer estudios de impacto ambiental, no hubo consulta antes de hacer el proyecto. Proliferan las bandas armadas (pranato minero), se afectan los recursos hídricos, disminución de fauna silvestre (se ven obligados a migrar por los impactos, las deforestaciones).
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Fuente Tal Cual