En Venezuela, las amenazas ambientales como la caza, la tala y la minería, no han disminuido a lo largo del tiempo. Algunas circunstancias tales como la contaminación, la pérdida del hábitat, la reducción de los ríos, atentan contra el buen desarrollo del ecosistema.
Para el presidente de la Fundación La Salle de Ciencias Naturales, Francer Alberto Goenaga, la mayoría de las personas tratan de aprovechar los recursos naturales para satisfacer sus necesidades, pero sin tener en cuenta la importancia que tiene la conservación de la naturaleza.
Mencionó que la recolección de los desechos sólidos es un dilema que trae daños irreparables, por lo que aconsejó minimizar el uso de las bolsas plásticas; y a su vez, invitó a los individuos a clasificar, reciclar y reutilizar los residuos.
Goenaga explicó que también hay un costo ambiental desfavorable que resulta de la explotación forestal y minera que impide la sostenibilidad del entorno. Estas acciones han destruido la diversidad biológica en el país, además que afecta la disponibilidad de los recursos naturales en la zona.
Agregó que en Venezuela se han visto afectados los ríos del Delta del Orinoco y del Amazonas debido a las actividades como la minería, la construcción de viviendas y la extracción de hierro, principalmente en el estado Bolívar. “No niego que el país requiera desarrollo y que haya posibilidades con los recursos que existen. Sin embargo, hay maneras para lograr conservar la calidad de las aguas y los bosques; y por ende, cuidar las especies que allí se encuentren”, dijo.
Por este motivo, insistió que estas actividades no solo perjudican a los mamíferos, sino también a los seres humanos.
Más recomendaciones
Goenaga indicó que en primer lugar el venezolano común, así como las instituciones y el Estado, deben reconocer que forman parte del ambiente, pero que no son sus dueños.
En tal sentido, enfatizó que el reciclaje es una de las formas más fáciles de combatir el calentamiento global. De igual forma, aprovechar al máximo la luz del sol, con la finalidad de evitar el consumo innecesario y excesivo de energía eléctrica, entre otras actividades.
Con respecto a la conservación de los animales y fauna, el ambientalista afirmó que las personas deben tener un “respeto tácito” por la naturaleza, por lo que insistió en la protección de las especies y evitar el tráfico de animales.
Goenaga explicó que en Venezuela existen varias organizaciones que se dedican a la conservación ambiental en alianza con La Salle, entre las cuales se encuentran la Asociación Civil Provita, Fundación Tierra Viva y la Unidad de Diversidad Biológica del Instituto Venezolana de Investigaciones Científicas (IVIC).
Estas instituciones realizan acciones que pasan por educación ambiental en la comunidad, políticas de desarrollo y medidas de comunicación, para sensibilizar y concientizar a la población.
Actualmente, entre los proyectos que están desarrollando se encuentra el Programa de las tortugas continentales, con la finalidad de impedir el consumo de este animal y promover su subsistencia en el estado Bolívar. “La idea es que los jóvenes contribuyan a cuidar el ambiente”, dijo Goenaga.
Mirar hacia el futuro
La Fundación La Salle cumple 60 años, por lo que el próximo domingo 3 de diciembre a partir de las 11 de la mañana, presentará una exposición en el Museo de Ciencias, ubicado en Caracas. La entrada es libre.
La presentación denominada Apostando por Venezuela, tiene la premisa de brindar una formación integral en el marco del desarrollo sustentable para que se convierta en una realidad en las comunidades del país. Para mayor información buscar en las cuentas de Twitter @FundaLaSalle e Instagram @fundalasalle.
Fuente El Universal