Sí por casualidad alguien se encuentra con María Alejandra Faía, quizás le parezca una de esas típicas chicas playeras. Además ese encuentro podría haber ocurrido en el Parque Nacional Los Roques, en Chacachare (Isla de Margarita), en una oficina de una empresa consultora o quizás en una isla perdida en el Indo-pacífico. Pero también podrías asociarla a estudios de conservación de especies marinas, a estudios de impacto ambiental o de ecotoxicología, conseguirla dando clases en varios cursos de postgrado, o incorporada al desarrollo de rutas ecoturísticas y finalmente liderando programas de educación y divulgación ambiental. Definitivamente, ella es una persona que para nada puede considerarse típica.
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