Las comunidades de Catuche y El Junquito en Caracas ya se beneficiaron del reciclaje de las botellas plásticas transparentes
Cuando el Aula Abierta de Reciclaje de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab) abrió sus puertas en julio del año pasado el objetivo central era producir filamentos para la impresora 3D. Sin embargo, las alianzas con las comunidades le permitió a la Ucab descubrir otros destinos para las botellas plásticas de agua y refrescos lanzadas en sus basureros.
“Hemos aprendido que los procesos industriales vinculados con el reciclaje necesitan opciones, en especial si se trata del plástico. Hay que ser flexibles y no tener solo una ruta. Al igual que la gente se motiva fácilmente con el reciclaje, cuando te acercas a su cotidianidad y se lo haces fácil”, apuntó Joaquín Benítez, director de Sustentabilidad de la Ucab, en entrevista con Efecto Cocuyo.
El camino del plástico molido
Las botellas plásticas transparentes de agua, jugos y refrescos recolectadas en el campus universitario de la Ucab ahora son parte de adoquines artesanales de construcción usados en la comunidad de Catuche, ubicada en el centro de Caracas.
En El Junquito, en cambio, aprovecharon el producto de este programa de reciclaje de plásticos de un solo uso para convertirlo en un ingrediente clave para el asfaltado de ciertos puntos de sus calles.
Ambas iniciativas se consolidaron gracias al plástico molido que se produce en el Aula Abierta de Reciclaje. Este espacio cuenta con una trituradora industrial capaz de procesar 1.000 kilos de tereftalato de polietileno, mejor conocido como PET y que es el material utilizado para fabricar las botellas de plástico transparentes de bebidas en el país.
El proceso comienza con la recolección de las botellas plásticas en contenedores de basura diferenciados y su almacenamiento en la nave industrial ubicada en el área de Servicios Generales de la Ucab. Luego, se les remueven las etiquetas y las tapas a las botellas para comenzar con su trituración hasta convertirlas en hojuelas. Al final, estas hojuelas pasan a un lavado y secado al aire libre para, finalmente, contar con el plástico molido entregado a las comunidades.
Aula para estudiantes y gerentes
El espacio del Aula Abierta de Reciclaje también se convirtió en un punto para sensibilizar sobre la transformación del plástico, una tarea clave si se recuerda que Venezuela aparece en la lista de los 20 países que más plástico desechan en sus ríos, de acuerdo con las mediciones realizadas por la organización internacional The Ocean Cleanup.
“Se volvió un punto de encuentro para ayudar a la gestión ambiental de la universidad, para promover la sensibilidad y formación para la comunidad sobre el reciclaje”, explicó Benítez, sobre el espacio ubicado en el edificio de Servicios Generales de la Ucab en el campus de Antímano.
Los estudiantes de primaria y bachillerato de 14 colegios de Antímano, El Paraíso y La Vega, por ejemplo, ya tuvieron la oportunidad de conocer el aula y asistir a una demostración básica sobre cómo opera el reciclaje de las botellas plásticas de un solo uso.
Otro grupo de los visitantes al espacio también incluye a los propios estudiantes de pregrado de la Ucab, al igual que a gerentes de sustentabilidad y ambiente de algunas empresas privadas nacionales.
El plan a corto plazo es que los equipos de voluntarios de empresas privadas con labor ambiental también puedan conocer el aula y entender cómo funciona el ciclo de reciclaje del plástico PET. A largo plazo, la meta es más ambiciosa y apuesta por producir madera plástica que sirva para la reparación de los pupitres de la propia universidad.
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