Le Bourget, Paris. 10 de diciembre de 2015. 9:30pm. Nuevo texto que siembra las bases de un nuevo acuerdo climático global. Tras conocerse el día de hoy la última versión del texto, el equipo de Climate Trackers procedió a revisar detalladamente los aspectos más importantes del documento.
A continuación les comparto los detalles relacionados al tema de adaptación. En general no hubo muchos cambios sobre el tema, sin embargo, les preparé esta gráfica para que sea más fácil su comprensión y análisis entre ambos textos.
¿Cómo queda el texto de acuerdo a la última versión?
-Reconocimiento de acciones de adaptación por parte de los países pertenecientes al bloque de LDCs.
-Facilidades a las naciones para crear capacidades y acciones domésticas.
-Reconocimiento de los conocimientos tradicionales y originados desde las mismas comunidades.
-Se adiciona la necesidad de crear acciones de adaptación eficientes para contribuir a un clima resilente y un desarrollo sustentable.
-El grupo SBI queda a disposición de preparar una guía relacionada a las comunicaciones de adaptación.
-En el 2017 se realizara una revisión de los trabajos nacionales de adaptación, incluyendo recomendaciones para responder activamente a las necesidades de las naciones.
-Establecimiento de una plataforma técnica e informática bajo el programa del Grupo de Trabajo de Nairobi.
¿Cuáles aspectos quedan fuera de la última versión?
-No existe referencia alguna a cuál es el contexto utilizado de máximo aumento de temperatura para asegurar una meta global de adaptación.
-No existe mención alguna a la meta global de largo plazo.
-No existe un link evidente entre adaptación y mitigación.
-No existe referencia a cuales son las escalas de trabajo en acciones de adaptación (locales, sub-nacionales, nacionales, regionales o internacionales).
-No existe mención a ecosistemas, sistemas socioecológicos o sistemas socioeconómicos.
-No existe mención al bloque de países de SIDS.
-No existe mención del Acuerdo de Adaptación de Cancún.
-No existe mención sobre el stocktake.
Adaptación, esencial para un “acuerdo de mitigación”
Para hacer frente al desafío integral que representa el cambio climático, necesitamos de soluciones integrales. Quienes trabajan de cerca el tema, aseguran que para cumplir con un mecanismo transversal eficiente (nacional, regional y global) es necesario realizar acciones conjuntas de mitigación y adaptación, de allí, la importancia de resaltar una relación importante entre mitigación y adaptación en la COP-21.
En las recientes contribuciones nacionales publicadas por casi 200 países del mundo, fueron enfocadas diversas acciones y prioridades hacia la mitigación y adaptación, combinando actividades que pudieran converger entre sí para promover un desarrollo resiliente y bajo en carbono.
En este orden de ideas, considero fundamental resaltar que estamos en presencia de una de las negociaciones climáticas más importantes e influyentes de la historia (COP-21). Lo que suceda en Paris, puede ser el “fin” de muchas comunidades y naciones altamente vulnerables a los efectos del cambio climático o al contrario, puede ser el comienzo de acciones globales positivas para reducir emisiones y riesgos.
En pasados días, la ministra de Asuntos Ambientales de Alemania Barbara Hendricks, dio a conocer que el gobierno aportaría 50 millones de euros al Fondo Adaptación para contribuir a la cooperación Norte-Sur que tanto se necesita. El evento estuvo enmarcado de casos a nivel mundial, enfatizando en México, Granadas y las Islas Marshall.
El acuerdo que se está discutiendo tiene un carácter “de mitigación”, pues como objetivo global está la reducción de emisiones para tener como límite de temperatura, un aumento de 1.5 o 2 grados centígrados (actualmente aun en discusión). Podría decirse que la adaptación esa siendo tomada como un segundo punto en las negociaciones y esto, a muchos bloques de negociación no les ha caído bien, pues su alta vulnerabilidad a los impactos climáticos, genera riesgos nacionales sin precedentes.