Una noticia proveniente de Argentina permite hablar sobre un problema importante a nivel mundial y al cual Fundación Tierra Viva en alianza con la red de farmacias Botiquería ha dedicado un importante esfuerzo desde 2012, como es el impacto socio-ambiental de las bolsas plásticas y las estrategias para la solución del problema.
El Gobierno de Buenos Aires, de manera unilateral, decidió prohibir la entrega de bolsas plásticas en comercios a partir del mes de enero de 2017, motivado al gran número de piezas utilizadas en la ciudad y susefectos en la fauna y en el sistema de drenajes de la ciudad. Según el Ministerio del Ambiente en Buenos Aires “sólo en el rubro de hipermercados, supermercados y autoservicios se entregan más de 500 millones de bolsas plásticas livianas por año”. Se estima que en Venezuela se usan 4 mil millones de bolsas plásticas al año.
La nota señala que como respuesta ante tal decisión“Ecoplas, entidad técnica profesional especializada en plásticos y medio ambiente, declaró que la medida “es fundamentalista” y que no representa una mejora medio ambiental”. Opina que “la mejor opción para el medio ambiente y los consumidores no es la prohibición, sino el consumo racional, reutilización y reciclado de las bolsas plásticas”.
Como en Buenos Aires ya existen bolsas verdes y negras, entregadas en los negocios, “que son reusadas para separación de los residuos en cada hogar”, Ecoplas indica que “la eliminación de las bolsas plásticas va a afectar a los ciudadanos, que no podrán tener más bolsas de los residuos, creando un perjuicio económico obligándolos a comprar otras que son más caras”. Además advierten la desaparición de pequeñas y medianas industrias y la pérdida de empleo como consecuencia de la decisión.
Por su parte, el Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño realizará en estos cuatro meses una campaña centrada en la distribución de 1 millón de bolsas reutilizables “en puntos de alta circulación de vecinos y centros de consumo” para que la gente pueda iniciar el proceso de reemplazo.
Como todo problema socio-ambiental complejo, su comprensión y solución requiere de análisis integrales, que pueda considerar los puntos de vista de distintos sectores y al mismo tiempo incluya a la sociedad en procesos que contribuyan a avanzar hacia entornos más sustentables. Un ejemplo de ello lo podemos encontrar en Francia donde una Ley de Transformación energética, que conlleva a menor dependencia de los combustibles fósiles, ha encaminado al país a la eliminación de las bolsas plásticas, así como los tenedores, cuchillos, vasos y platos plásticos, en un proceso que le ha tomado un par de años.
Analizando el caso de Argentina, y solo con la información ofrecida por los medios de comunicación, nos atrevemos a señalar algunos aspectos críticos de la decisión:
1. La acción del gobierno, que atiende un problema real, es implantada de manera unilateral, sin aparente consulta y sin prever un proceso de transformación del plástico, de arriba hacia abajo, está muy distante de un proceso de negociación y acuerdo que creemos necesario para avanzar en un proceso de desarrollo sustentable.
2. El sector de plástico no manifiesta una disposición de avanzar hacia nuevos procesos bajo el entendimiento de que en el marco ambiental es necesario considerar el cambio climático y las acciones mundiales – como el Acuerdo de París – que se emprende y requerirán un esfuerzo de naciones y sectores.
Lo anterior no invalida afirmaciones y puntos de vista de ambos sectores, como el costo que tiene para las ciudades la limpieza de los drenajes obstruidos por bolsas plásticas y la necesidad de promover la reducción del consumo, la reutilización de las bolsas plásticas y la promoción de bolsas ecológicas.
Pensando en Venezuela y poniéndolo en perspectiva, definitivamente es necesario y recomendable que los distintos niveles de gobierno junto al sector privado y organizaciones de la sociedad civil aborden de manera conjunta el problema de las bolsas plásticas, con soluciones administrativas, legislativas, educativas y de participación ciudadana, basadas en alianzasy con una visión de sustentabilidad ambiental, social y económica.
Experiencias a nivel mundial existen muchas, algunas de ellas pueden verse en el documento “Bolsas plásticas, un problema nada ligero” publicado entre Botiquería y Fundación Tierra Viva, desarrolladas en distintos contextos, con diversas estrategias y variados resultados, que pueden ser útiles como referencias para iniciar – esperamos que más temprano que tarde – acciones coordinadas contra las bolsas plásticas en Venezuela.
Alejandro Luy
26 de Septiembre de 2016