A partir del documento de 42 páginas, denominado *Plan País: la Venezuela que viene presentado* por Juan Guaidó, Presidente (E) de Venezuela en el día de ayer quisiera comentar su contenido en virtud del ambiente, el desarrollo sustentable y la calidad de vida del ciudadano.

Lo primero es señalar que las palabras ambiente o desarrollo sustentable, incluso “agua” no están presentes.

No es fácil interpretar esas ausencias; la desconsideración del tema por parte de los redactores.  Fue un olvido involuntario, la ignorancia del tema o – considerando el nivel estratégico del plan – el reconocimiento implícito bajo algunas de sus líneas.

Yo he decidido considerar que se trata de la tercera de las tesis.  Lo hago en la conciencia de que para transformar el país desde el punto de vista ambiental y de promoción de desarrollo sustentable, se requiere un plan específico de más de 42 páginas.

Entonces, dónde está el “ambiente”.

Una de los objetivos del plan país habla de “Restablecer la capacidad del estado de proveer bienes y servicios a los ciudadanos” y en las prioridades a corto plazo están

1.  Atender la emergencia humanitaria compleja, y

2.  Asegurar acceso universal a servicios públicos de calidad

Informes publicados por organizaciones ambientales, sociales y de derechos humanos en 2018 dan cuenta como el acceso al agua potable – establecido por la Organización de Naciones Unidas como derecho humano que no está garantizado en Venezuela – es un factor contribuye a la emergencia humanitaria compleja del país.

El 82% de la población no recibe agua de manera continua, mientras que el 75% de los hospitales públicos tampoco cuentan con agua corriente. Enfermedades como la escabiosis se relacionan de manera directa con la falta de agua para el correcto aseo diario; la mala calidad del agua se vincula con enfermedades hídricas.  Además de lo anterior, otra consecuencia es la suspensión de actividades educativas en centros educativos de todos los niveles – el caso de la Universidad Simón Bolívar es emblemático -, altera las actividades laborales y de descanso.

Por otra parte, asegurar acceso universal a servicios públicos de calidad – la otra prioridad a corto plazo – no solo se vincula con el agua sino con el gas doméstico, que al fallar su suministro ha significado la tala en áreas puntuales para garantizar leña para cocinar.

De esta manera, yo creo que en el Plan país está implícito parte – sólo una parte – de la problemática ambiental que debe atenderse en Venezuela a corto plazo.

Sin embargo, considero necesario incorporar al Plan País – en función de las prioridades – el establecimiento de una nueva institucionalidad ambiental, donde se rediseñe un Ministerio del Ambiente enfocado a atender los problemas ambientales que generan un deterioro de nuestra diversidad biológica, afectan la calidad de vida de los venezolanos e impiden el desarrollo sustentable del país.

En cualquier caso, espero que pronto estemos en el primer día de aplicación del plan.

Alejandro Luy