Boletín N° 7. Acción Climática, Agua y Salud

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha declarado que el 2020 está cerrando como año Niña. En todo el país se han venido reportando lluvias de alta intensidad, poco usuales, en situaciones normales, en los últimos meses del año, cuando debería estar empezando la estación seca en toda Venezuela. Particularmente preocupantes han sido las fuertes lluvias en los estados Táchira, donde los aguaceros están amenazando con incomunicar las ciudades y pueblos tachirenses y Aragua, donde los riesgos de inundación han causado la alerta en las poblaciones en las vecindades del Lago de Valencia. La declaración de un evento Niña obliga a los sistemas de planificación públicos a estar pendientes de activar medidas para reducir la vulnerabilidad en las distintas localidades amenazadas por el incremento de los riesgos: climático, geomorfológico, hidrológico, epidemiológico, social, económico, asociados a las lluvias. La OMM está intensificando el apoyo y asesoramiento que presta a los organismos humanitarios internacionales para que se puedan reducir los efectos de un año Niña en un contexto como el actual, cuando los distintos los gobiernos están bajo la presión de la pandemia COVID-19.

En el proyecto Acción Climática, Agua y Salud, dada su naturaleza, sus objetivos, metas y alcances, no podíamos estar al margen de esta preocupación general, y así durante el recién finalizado mes de noviembre se realizaron tres talleres en los municipios El Hatillo/ E. Miranda (06- 11-2020), Colonia Tovar/ E. Aragua (17-11-2020), San Diego/ E. Carabobo (18-11-2020), en los que se hicieron especial insistencia en el efecto que tendrían las lluvias en las enfermedades de origen hídrico, en especial de las que tienen especial incidencia en la salud venezolana, como: dengue – la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ya lanzó la alarma sobre el repunte previstos de los casos en la región para el 2021-,chikonguya, leishmaniasis, hepatitis A, diarreas, entre las más destacadas. Se discutieron con los representantes de los gobiernos y comunidades locales, las medidas de prevención que se deben tomar. Se solicitó el apoyo de las alcaldías en el acceso a la información epidemiológica que manejan a través de las respectivas Direcciones de Salud, para continuar con el estudio de la relación clima-salud-agua en cada municipio. Igualmente, se advirtió en las sesiones de trabajo, sobre la necesidad de controlar la afectación de la cubierta arbórea que hemos venido advirtiendo entre 2019-2020, mediante el seguimiento con imágenes de satélite, de las variaciones del uso del suelo que estamos realizando en cada localidad. La eliminación de tan solo un árbol, agrava los riesgos naturales, sociales y económicos, en el escenario de lluvias por encima del promedio que se prevé.

En lo que queda de este año y el comienzo del próximo, está previsto continuar con los talleres en los restantes municipios directamente involucrados en la Acción: Andrés Bello/ E. Táchira, Santa Rita/E. Zulia, Salmerón Acosta/E. Sucre y Maneiro/E. Nueva Esparta. Para ello, tenemos la esperanza de que las condiciones de transporte terrestre y aéreo mejoren tanto en el Oriente como en Occidente de Venezuela , hasta ahora más afectados que el Centro por las distintas restricciones de movilidad y tránsito que se viven en el país.

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