Se avizora un panorama de incertidumbre en materia de política ambiental en Venezuela.
Naturalmente esto es consecuencia directa de la desaparición del Ministerio del Poder Popular para el Ambiente anunciada la semana pasada por el Ejecutivo Nacional. Nuestra formación de arquitectos, además de estar consagrada al ser humano y a atender sus necesidades espaciales y de modos de vida, atendiendo bases tecnológicas, formales y funcionales, contempla las relaciones de las edificaciones y demás obras con su entorno. No es posible concebir un proyecto de arquitectura de manera responsable y acertada sin tomar en cuenta su emplazamiento, sus relaciones espaciales, funcionales e impacto de su implantación ambiental.
Desde sus inicios, las Facultades de Arquitectura de las diferentes Universidades nacionales incluyen en su contenido curricular, asignaturas dedicadas a orientar la responsabilidad y respeto del futuro arquitecto en una praxis comprometida y respetuosa con el ambiente. Ecología Humana, Clima y Diseño, Arquitectura Paisajista, Estructura Urbana, Física Ambiental, por nombrar algunas.
La insistencia de nuestros maestros era y es recurrente y sostenida: el arquitecto, con su obra, no solo influye y hasta determina la forma de vida y uso del espacio que diseña. La acción del arquitecto trasciende, transforma el sitio en donde se ubica, modifica el paisaje, por tanto, el ambiente del cual formamos parte.
Desde el punto de vista de responsabilidad internacional, en 1940 Venezuela dio formal inicio a la protección ambiental de sus escenarios con la firma de la Convención de Washington promovida por la Organización de Estados Americanos. Se trata de una obligación irrenunciable y supraconstitucional de respeto y consideración del ambiente como tema prioritario, independiente y relacionado con el desarrollo. Esta Convención surgió como un clamor ante el avasallante auge industrial y crecimiento de las urbes.
Desde entonces, ha estado contemplado el compromiso de protección ambiental en la legislación venezolana, lo que condujo a la creación de un Ministerio, pionero en Latinoamérica, dedicado exclusivamente a la gestión del ambiente en 1976: el Ministerio del Ambiente. Asimismo, se promulgó en ese año la Ley Orgánica del Ambiente. Compromiso sostenido hasta nuestros días y explícito en la Constitución Nacional.
Entonces, los Arquitectos nos preguntamos, ¿a qué se debe este cambio radical de eliminar un Ministerio tan importante para nuestro país como lo es el del ambiente?, ¿no es prioritaria la protección ambiental?, ¿el desarrollo de la arquitectura venezolana no debe estar acoplado a la protección y manejo armónico del ambiente?, ¿dónde queda la sostenibilidad que pretendemos con nuestro trabajo?, ¿no son necesarios los estudios de impacto ambiental y demás exigencias que debemos cumplir como profesionales de la arquitectura para acometer responsablemente nuestras obras?
Actualmente crecen ante nuestra vista, edificaciones violatorias de la normativa vigente y desconsideradas ambientalmente. Se adelantan desarrollos avasallantes en escenarios frágiles que constituyen patrimonios invalorables por los que debemos velar para nuestras venideras generaciones.
Los recursos naturales esparcidos en nuestro territorio y áreas marinas y submarinas son valores estratégicos y potenciales necesarios e insustituibles para impulsar el desarrollo y crecimiento económico del país. Deben estar protegidos por políticas acuciosas a cargo de los gobiernos. El Ministerio del Ambiente es, probablemente, el más importante de todos los ministerios, es el dedicado a la vida, al bienestar y al futuro de los venezolanos. Si no disponemos del ambiente adecuado, pierde sentido hacer esfuerzos en salud, vivienda, educación, defensa, alimentación, ciencia y tecnología, cultura, turismo, infraestructura, relaciones exteriores, relaciones interiores, economía, trabajo, industria, juventud y deporte, servicio penitenciario, agricultura y tierras, mujer e igualdad de género,… y entonces, cómo lograr la suprema felicidad social?
Caracas, septiembre de 2014
Autor
Junta Directiva Nacional del Colegio de Arquitectos de Venezuela