Se pueden atender problemas como el embarazo precoz
Adolescentes: ¿Un asunto de la responsabilidad social empresarial?
Los adolescentes no han sido el foco de la responsabilidad empresarial en nuestro país, porque, entre otras cosas, representan un grupo polémico. Sin embargo, son muchas las cosas que se pueden comenzar a hacer con ellos y para ellos en este sentido
La adolescencia suele considerarse como un período de alta vulnerabilidad para ese grupo poblacional y también de mayor estrés para los padres. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como la etapa de la vida que transcurre entre los 10 y los 19 años, la cual comprende dos fases: adolescencia temprana (de los 10 a los 14 años) y adolescencia tardía (de los 15 a los 19 años).
Los conceptos que más se utilizan para trabajar con adolescentes son los llamados “factores de riesgo” y “factores de protección”. Los de riesgo incrementan la probabilidad de aparición de un comportamiento no deseable; no pueden ser considerados causales sino potencialmente influyentes. Los factores de protección promueven el pleno desarrollo del individuo, orientados hacia estímulos de vida saludables y que a su vez sirven como moderadores de los factores de riesgo. Por lo tanto, hay factores de riesgo y/o protección vinculados con la familia, la educación, la nutrición y la salud, uso del tiempo libre, inicio de la actividad sexual, los grupos de referencia y la situación económica; hoy en día hay nuevos factores como la utilización de videojuegos, el uso de Internet y la incorporación a redes sociales.
En la adolescencia pueden surgir distintos problemas, como bajo rendimiento y violencia escolar, deserción, trastornos de la alimentación (bulimia y anorexia), consumo de alcohol, tabaco y drogas, aislamiento, depresión, accidentes de tránsito, embarazo, conductas delictivas, indigencia, explotación sexual y suicidio. También es la etapa de generación de más oportunidades para la construcción de la personalidad, independencia, condiciones de empleabilidad y/o emprendimiento, espíritu crítico, creación artística, ciudadanía y solidaridad.
¿Pueden las empresas hacer algo en materia de responsabilidad social empresarial hacia los adolescentes?
Por supuesto que sí. Como factores de protección existen: prosecución escolar, educación nutricional, prevención del consumo de drogas, atención psicológica, seguridad vial, salud sexual y reproductiva, orientación vocacional, capacitación para el trabajo, emprendimiento, actividades artísticas y culturales, promoción deportiva, formación ciudadana, servicio social comunitario, promoción de Internet seguro, consumo responsable.
Las acciones socialmente responsables de las empresas han tenido mayor preferencia por los niños y niñas como público meta de sus iniciativas. Son también grupos vulnerables y tocan la fibra emocional de la sociedad. Sin embargo, los adolescentes han estado más descuidados en estas prácticas de RSE, ya que representan un grupo polémico y se les exige asumir la responsabilidad con sus problemas, por lo cual protegerlos y acompañarlos no ha sido un foco significativo y preferencial para las actuaciones de responsabilidad social empresarial.
¿Cómo incorporarlos?
Las empresas podrían perfectamente considerar este grupo poblacional tan vulnerable a la hora de emprender iniciativas responsables hacia sus empleados, sus proveedores, sus clientes, hacia las comunidades y hacia el ambiente. Los empleados que son padres de adolescentes con toda seguridad necesitan asesoría. Las empresas con proveedores que tienen adolescentes trabajadores deben exigirles inclusión educativa. Los clientes adolescentes también pueden estar interesados en marcas de su preferencia que sean socialmente responsables. Las empresas pueden trabajar hacia y con las comunidades para atender problemas sociales alarmantes como el embarazo adolescente (Venezuela tiene la tasa mayor en América Latina). Los adolescentes son excelentes candidatos para promover y ejecutar programas de preservación del medio ambiente, porque para esa generación lo “verde” ya está incorporado en su cultura.
Las empresas, al trabajar con adolescentes, tienen la gran oportunidad de incorporar el enfoque de derechos, y facilitar su participación en el diseño, ejecución y evaluación de los programas dirigidos a ellos.
Soy madre de dos adolescentes y estoy absolutamente segura de que todas estas posibilidades de acción y comunicación desde las empresas hacia ellos les resultan muy poco atractivas, por no decir aburridas. Ese es el gran reto de la responsabilidad social empresarial hacia y con los adolescentes: inspirarlos.
Como factores de protección existen: prosecución escolar, educación nutricional, prevención del consumo de drogas, atención psicológica, seguridad vial, salud sexual y reproductiva, orientación vocacional, capacitación para el trabajo…
Los adolescentes son excelentes candidatos para promover y ejecutar programas de preservación del medio ambiente, porque para esa generación lo “verde” ya está incorporado en su cultura.
Artículo publicado en la Revista Vecino Saludable de las redes de farmacias SAAS y BOTIQUERIA.
Cortesía de la autora y el Grupo COBECA