La Navidad trae consigo las tradiciones de las fiestas cristianas, las habituales compras, y con ellas la acumulación de desechos en distintas zonas de la ciudad.

En Venezuela cada habitante produce cerca de un 1 kilogramo de basura al día. Por ello, miembros de organizaciones ecológicas proponen prestar atención cuando realicen sus compras, para disminuir el volumen de basura que hoy en día se ubica entre 20 mil a 24 mil toneladas, de las cuales sólo 10% podría estarse reciclando.

Para incentivar un mejor manejo de los residuos, la gerente de Proyectos Socio-Ambientales de la Fundación Tierra Viva, Jordana Ayala, planteó en un escrito, que al momento de efectuar adquisiciones de pocos artículos, no se acepten bolsas. Estas podrían guardarse en la cartera o en un morral.

En el caso de los supermercados, las bolsas deberían llenarse a su máxima capacidad. Un habitante consume 150 bolsas plásticas al año, lo que se traduce en 4 mil millones de estos residuos que se desechan en todo el territorio nacional. “En las panaderías muchas veces colocan el pan en una bolsa de papel y luego en una de plástico, que no necesitamos”, lamentó la Ayala.
Selección de recipiente

Cada familia puede estimar el volumen de basura que produce diariamente, y en función de ello seleccionar el tamaño del recipiente que necesitará en su casa. Un tobo de 20 a 30 litros, con asas y una tapa hermética, que contenga una bolsa resistente, sirve para almacenar adecuadamente la basura.

Jordana Ayala explicó que los desechos colocados en bolsas de tamaño adecuado, contribuyen a un mejor manejo integral de los residuos, cuya mitad de los que se producen en las viviendas están compuestos por materia orgánica: frutas, huesos, hojas, y partes de vegetales. El resto son envases, que ocupan el 60% del bulto.

Los residuos y desechos de los municipios Valencia, Naguanagua, San Diego y Libertador se disponen en el vertedero La Guásima, el cual está colapsado. Como la gran mayoría de los 215 sitios de disposición final registrados en el país.

Las actividades de la economía informal también contribuyen a complicar la situación del almacenamiento, por lo que Jordana Ayala recomienda atender esta problemática en áreas externas y avenidas. Los residuos sólidos urbanos generalmente son los más difíciles de manejar, debido a que están compuestos por una amplia gama de materiales mezclados.

De acuerdo con Ayala la gestión de residuos sólidos puede ser definida como la disciplina asociada al control de la generación, almacenamiento, recolección, transferencia y transporte, como una forma que armoniza con los principios de la salud pública, la economía, ingeniería, conservación, y estética. “El reto de la gestión es implementar sistemas que venzan las actitudes de rechazo a la implementación de alternativas de manejo como la disposición temporal o final”.

Este manejo integral de los residuos incluye un conjunto de planes, normas y acciones para asegurar que todos sus componentes sean tratados de manera ambientalmente adecuada, y socialmente aceptables. Jordana Ayala precisó para esto se requiere la participación activa y permanente del gobierno local y la comunidad.

Para ello la municipalidad cuenta con la ordenanza sobre el servicio de aseo urbano y domiciliario publicado en Gaceta Municipal Nº 168 Extraordinario, del 6 de diciembre de 2000, que comprende limpieza urbana, recolección y transporte de residuos sólidos urbanos, tratamiento y disposición final de los desechos sólidos urbanos.
Reducir basura, aumenta calidad de vida

– Disminuir la compra de productos en envases no retornables, reciclables o reutilizables.

– Compactar o doblar los envases- Una bolsa menos al día, son 365 bolsas menos al año.

– Países con condiciones similares a Venezuela cuentan con el apoyo de microempresas que se dedican a la recolección separada de los materiales.

– La Fundación Tierra Viva desarrolla acciones para contribuir a la gestión integral de residuos sólidos con el apoyo de Shell Venezuela Productos S.A. y la Botiquería.

gespinoza@el-carabobeño