Tierra Viva y su informe de gestión. Pablo Kaplún

Fundación Tierra Viva presentó su Informe de Gestión 2022: Acciones para la gestión de cuencas, la captación y acceso de agua, la atención a comunidades warao y la producción de alimentos bajo prácticas agroecológicas son algunos de los elementos que destacan en 2022

Un mar de pesimismo es el clima que se respira en el ambiente de las ONG al comienzo de 2023. La sombra de la aprobación de una Ley muy injusta pesa sobre el tema de la regulación de nuestras organizaciones, basada en una Ley ya vigente en Nicaragua hace temer una arremetida contra nuestras estructuras, máxima expresión del espacio cívico en la vida del país. En medio de ese panorama, refresca ver cómo organizaciones aún siguen trabajando y sembrando optimismo. Son muchos los casos, hoy presentamos uno cuyo nombre precisamente muestra que nuestra tierra sigue viva y se niega a morir.

“Como lo viene realizando desde 1994, Fundación Tierra Viva acaba de publicar su Informe de Gestión, en el cual describe las principales acciones, resultados e impactos del trabajo realizado en sus áreas de trabajo.

Con el foco en la misión de ejecutar proyectos de desarrollo sustentable para mejorar la calidad de vida de los venezolanos, se ejecutaron acciones en las cuatro áreas de trabajo como son gestión socioambiental, somos biodiversidad, productos con historia y comunicación para el desarrollo sustentable.

Las actividades para la atención integral a las comunidades indígenas warao en las áreas de salud, alimentación y acceso al agua potable, las educativas, de participación ciudadana y divulgativas en torno al tema del agua, la conservación de cuencas y los residuos sólidos, las acciones en prevención de incendios forestales,  la consolidación de la primera ruta de turismo de base comunitario e índole privada certificada en el país, son algunos de los retos asumidos por la institución durante el año pasado.

En el informe se reflejan cómo fueron beneficiados cerca de 12.000 miembros de 16 comunidades warao del Delta del Orinoco a través de actividades formativas y de asistencia. En ese sentido, unos 5.500 waraos recibieron atención en salud preventiva, y otros 3.000 mejoraron su acceso al agua para consumo. Además, la instalación de un pozo comunitario en el sector de Volcán, en el municipio Tucupita, mejoró el acceso al agua a 1.700 habitantes de la zona. Otras 250 familias fueron beneficiadas a través de capacitación y asistencia técnica en producción agrícola y pesquera.

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