El Parque Nacional Península de Paria está ubicado en el Estado Sucre en extremo nor-oriental del país. Fue creado en 1978 con un área de 37.500 ha para proteger los ecosistemas, formaciones vegetales y especies únicas en el planeta que albergan los densos bosques nublados de la Península y para conservar los hermosos paisajes que allí se encuentran. La Península es una rocosa cadena montañosa con vertientes muy empinadas y cubiertas en su estado original por diferentes tipos de vegetación boscosa.
El estado del conocimiento de la fauna y flora de la Península de Paria es relativamente bajo en comparación con otras regiones del país. Incluso, con la excepción de los mamíferos y las aves, no se cuenta con inventarios preliminares para los grupos taxonómicos. Es decir, en términos de especies de animales y plantas no se sabe con certitud que contiene el Parque. Todavía, con relativamente poco esfuerzo, se están encontrando especies nuevas para la ciencia. Además se sabe muy poco acerca de las historias de vida o la ecología de las especies de la región.
Sin embargo, a partir las primeras colecciones de animales y plantas realizadas a principios del siglo pasado los investigadores se han dado cuenta que la Península de Paria es un lugar muy especial, de gran importancia y de carácter único en el mundo. La diversidad de especies es moderada, pero la tasa de endemismo (las especies cuya distribución está restringida únicamente a esta región) en todos los grupos taxonómicos es muy alta. Además alberga especies en peligro de extinción. El Parque es importante también para las especies migratorias. Es decir, existe suficiente información para afirmar que la Península tiene excepcional valor biológico.
La Península todavía cuenta con grandes extensiones de bosque en estado natural. Estos bosques, particularmente los bosques nublados, son una excelente muestra representativa de los bosques montanos de la Cordillera de la Costa. Los bosques cumplen importantes funciones ecológicas como la protección de los suelos y el mantenimiento de los ciclos hidrológicos y el ciclo de aire, las cuales tienen un alto valor económico que no ha sido calculado.
Los otros valores que tal vez no han sido suficientemente documentados son los valores histórico-culturales. El pueblo de Macuro fue el sitio de arribo de Colón a la tierra firme Americana hace más de 500 años. Paria tiene además una larga trayectoria en el cultivo de cacao y en la pesca artesanal.
No obstante estos valores, el Parque está bajo presiones considerables que lo han llevado a ser calificado por el Instituto Nacional de Parques (INPARQUES) como Parque En Peligro Los bosques están desapareciendo de manera acelerada como producto de la actividad agrícola de conucos. Muchos investigadores han señalado que de continuar la tasa de deforestación, el Parque perderá su valor ecológico en un futuro cercano.
Dentro de la Península, las áreas más importantes para enfocar actividades de conservación son los bosques nublados debido a su gran endemismo, las playas como sitios de desove de tortugas, y los manglares por su papel en el mantenimiento de los sistemas productivos marinos. El área actualmente bajo la protección de la figura de parque nacional debe ser una prioridad inmediata para la conservación.
Por su gran importancia biológica y la precaria situación de su conservación, La Península de Paria ha captado la atención de organizaciones e investigadores nacionales e internacionales. Los estudios llevados a cabo han producido suficiente información para afirmar que la Península es una de las áreas más prioritarias para la conservación tanto en el ámbito nacional como en el internacional. En los estudios globales de priorización de áreas para la conservación llevados a cabo por organizaciones como el Banco Mundial y el Fondo Mundial para la naturaleza, la Península de Paria se encuentra entre las prioridades más altas y urgentes.
La reconocida importancia de la Península de Paria en términos ambientales fue lo que impulso la designación una parte importante de esta zona como Parque Nacional. Bajo esta figura se espera lograr la conservación a perpetuidad de los ecosistemas, comunidades y especies del parque nacional y a la vez la preservación de sus importantes funciones ecológicas en beneficio de la economía nacional.
En la actualidad el Parque no cuenta con un manejo adecuado. Carece de un Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso, así como de un Plan de Manejo. El personal asignado para resguardar las 37.500 ha del parque consiste de dos guardaparques y un superintendente. Además, existen graves deficiencias presupuestarias y no cuenta con medios de transporte terrestre o marítimo. El manejo del área ha sido calificado como “inexistente” o “muy deficiente” por los investigadores que lo han evaluado.
Los problemas más graves que enfrenta el Parque Nacional en la actualidad incluyen la tala de bosque para la agricultura de subsistencia y comercial y la cacería.
Se requiere de una inversión considerable de recursos económicos, experticia técnica y un compromiso para el desarrollo a largo plazo para poder conservar este Parque y para asegurar las fuentes de vida y empleo para la población local.
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[[[[[[[[[Informe Situación Ambiental del Parque Nacional Península de Paria