Consecuencias de la escasez de agua en el Área Metropolitana de Caracas, después del apagón del 7 de marzo
El agua, ese vital líquido…
Magdymar León
Caracas, 25 de abril de 2019
Para nadie es un secreto que en Venezuela vivimos una grave crisis de servicios y nos encontramos en una situación de Emergencia Humanitaria que muchos han calificado de “compleja”. En marzo de este año, con el gran apagón del día 7, entramos en una nueva fase, mucho más aguda, mucho más severa: ahora nos toca “el agua”, ese líquido sin el que no es posible la vida.
Ante esta nueva fase, y con el objetivo de registrar algunas de las consecuencias de esta escasez, en AVESA elaboramos una pequeña encuesta digital a habitantes del Área Metropolitana de Caracas, que fue aplicada del 11 al 21 del mes de abril.
La encuesta fue respondida por 294 personas (209 mujeres, 81 hombres; 4 personas prefirieron no decir su sexo) mayores de 19 años, residentes de los cinco municipios que comprenden el Área Metropolitana de Caracas. El primer dato relevante es que el 74% de personas encuestadas reportó haber tenido más de 8 días continuos sin agua en sus hogares durante el mes de marzo.
No es suficiente para calmar la sed ni para comer
La mayoría de las personas encuestadas reportó que el agua que lograron recolectar durante la escasez fue insuficiente para cubrir la mayoría de sus necesidades, y ante esta situación establecieron las prioridades para su uso.
Lo primero fue la hidratación, pero apenas un 54% consideró que el agua fue suficiente para hidratarse. La segunda prioridad fue la preparación de alimentos y la tercera el uso para lavar platos, vasos y ollas; ambas obviamente muy vinculadas entre sí. La hidratación y la alimentación son lo primero que hay que garantizar por razones básicas de subsistencia. Preocupa que un 46% de personas haya considerado insuficiente el agua para hidratarse y un 54,76% la considerara insuficiente para la preparación de sus alimentos.
En cuarto lugar de prioridad se ubica el aseo personal, y el 64,62% de las personas encuestadas la consideró insuficiente. En quinto lugar está el aseo de los baños, y el 85% señaló que el agua no fue suficiente para esta labor, y mucho menos para otros usos como regar plantas, asear mascotas, entre otras, puesto que resultó insuficiente para el 87,75%. Ni hablar del agua para lavar la ropa y limpiar la casa, que fue insuficiente para un 91,15 y 92,51% de personas respectivamente.
Son ellas las que más cargan agua
Al explorar el sexo de las personas responsables de recolectar y cargar más del 50% del agua de la casa, encontramos que para un 55% de las personas encuestadas las mujeres llevan esta responsabilidad. Luego, al preguntar sobre cuántas horas dedican las personas a recolectar y cargar agua, encontramos nuevamente que las mujeres poseen mayor cantidad de horas de dedicación a esta actividad en comparación con sus pares masculinos.
Si hay peso excesivo al cargar agua y se hace de forma inadecuada, aumentan los riesgos de trastorno del soporte pélvico como los son los prolapsos, y en el caso de las mujeres el prolapso uterino. Desde esta realidad, las consecuencias de la escasez de agua son mayores para las mujeres, lo que aumenta los riesgos para su salud, y las desigualdades de género.
Con la menstruación la situación empeora
De las 209 mujeres encuestadas, para 50 no aplicaba la consulta sobre la afectación de la escasez de agua durante el período menstrual, bien por no haber tenido menstruación durante el periodo consultado o porque ya no menstrua (mujeres en menopausia). A las 159 restantes se les consultó si la escasez de agua las afectó durante su menstruación y el 70% señaló que “SÍ”, indicando que su aseo se vio afectado durante la menstruación por la escasez de agua.
Mujeres con el cabello sucio y hombres sin afeitarse
La gran mayoría de personas encuestadas (entre el 60 y 95%) reconoció que la escasez de agua le afectó en diversos aspectos de su higiene personal y en la satisfacción de necesidades básicas. Bañarse diariamente y lavarse el cabello fue lo más afectado tanto en hombres como en mujeres; sin embargo, se aprecian diferencias por sexo, los hombres reportaron estar más afectados en el baño diario (83,95%), mientras que las mujeres señalaron estar más afectadas a la hora de lavarse el cabello (94,26%).
Lavar una cabellera mediana o larga requiere de buena cantidad de agua, y las mujeres en su mayoría tienen el cabello más largo que los hombres, así, las mujeres deben haber sacrificado el lavado de su cabello o no pudieron hacerlo porque no tenían suficiente agua, y le dieron prioridad de uso para otras actividades. Por otra parte, hombres y mujeres reportaron verse afectados de manera similar al momento de defecar y orinar, pero a la hora del afeitado los hombres indican una afección ligeramente mayor (77,78% hombres afectados) en comparación con las mujeres (71,29%).
Otros problemas asociados
Con la escasez de agua, las personas encuestadas reportaron que:
25,36 % de mujeres y 20, 99% de hombres presentó erupciones en la piel o zonas íntimas
22,01% de mujeres y 17,28% de hombres presentó diarrea
33,49% de mujeres y 29,63% de hombres no pudo asistir a consultas médicas
16,75% de mujeres y 19,75% de hombres no pudo realizarse tratamientos médicos
19,62% de mujeres y 18,52% de hombres no pudo hacerse exámenes médicos
Con estas consecuencias es imposible para el país alcanzar el Objetivo de Desarrollo N. 6: garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos y todas, y se acentúan las desigualdades de género.
Fuente Por nosotras