Un grupo de investigadores resolvió uno de los mayores misterios de las aves de América del Sur. Trabajando en lo más profundo de los bosques montañosos del oeste de Venezuela, redescubrieron al hormiguero tororoi tachirense (Grallaria chthonia), un ave terrestre que no se veía desde que fue registrada por primera vez en los años cincuenta.
Esta ave de 19 cm de largo no había sido vista desde que los ornitólogos la observaron y describieron en 1955-56. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) la catalogó como en peligro crítico y muchos temían que se había perdido para siempre.
El año pasado, científicos de la Iniciativa Cardenalito (RSI, por sus siglas en inglés), alianza internacional de conservación entre el Instituto Smithsoniano, Provita y varias organizaciones científicas en Venezuela, organizaron un equipo para ir en su busca. Encabezado por Jhonathan Miranda de RSI y Provita, el grupo incluyó a los colegas Alejandro Nagy, Peter Bichier de la Universidad de California en Santa Cruz, y Miguel Lentino y Miguel Matta de la Colección Ornitológica Phelps (COP). Esta expedición estuvo apoyada por American Bird Conservancy (ABC) a través del Fondo de Conservación William Belton, como parte del proyecto “Búsqueda de Aves Perdidas”.
El equipo se puso en marcha en junio de 2016, sabiendo que varios factores harían del hormiguero difícil de encontrar, si, de hecho, aún existía. La especie habita en matorrales densos a altitudes de 1.500 a 2.100 m en una región remota de los Andes. Identificarlo no es una tarea fácil, la coloración sutil de su plumaje semejante a otras especies dificulta su identificación.
El hormiguero tororoi tachirense es más fácil de oír que de ver. Pero sin grabaciones previas de su canto, nadie sabía exactamente qué escuchar.
Sin embargo, los investigadores tenían una ventaja: sabían dónde buscar. “Seguimos la ruta descrita en los cuadernos de la expedición anterior para localizar el sitio original del descubrimiento”, dijo Miranda.
Para llegar a la localidad señalada, ubicada en el Parque Nacional El Tamá, el equipo se trasladó a pie por senderos andinos inclinados y estrechos, empleando mulas para llevar su equipaje. Desde su campamento, partieron aun de noche y caminaron alrededor de dos horas para llegar al hábitat apropiado antes del amanecer, el mejor momento para oírla cantar.
El primer día, Miranda y Nagy detectaron el distintivo canto de un ave que no habían oído antes. “Estábamos encantados de volver a encontrar al hormiguero tororoi tachirense durante nuestro primer día en el campo”, dijo Miranda, “y creemos que persisten en otros lugares donde todavía no hemos buscado”.
Durante la semana siguiente, el equipo pudo confirmar que el canto misterioso era del hormiguero tororoi tachirense, obteniendo así las primeras fotografías y grabaciones sonoras del ave en estado silvestre.
“El redescubrimiento nos dio mucha esperanza e inspiración. Todavía tenemos la oportunidad de conservar esta especie”, dijo Daniel Lebbin, Vicepresidente de Programas Internacionales de ABC. “Esperamos que este redescubrimiento aporte a la gestión y atención de áreas protegidas como el Parque Nacional El Tamá”.
“El Parque Nacional El Tamá es parte del patrimonio natural de Venezuela y es reconocido por la Alianza por la Extinción Cero como un sitio indispensable para proteger al hormiguero tororoi tachirense y el resto de la biodiversidad regional”, dijo Jon Paul Rodríguez del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, Presidente de Provita y de la Comisión para la Supervivencia de las Especies de UICN.
“Jhonathan Miranda y sus colegas de RSI han resuelto uno de los mayores misterios de las aves de América del Sur y esperamos que sus hallazgos contribuyan a un renovado esfuerzo para conservar a esta especie”, dijo Lebbin.
En los próximos meses, el equipo planea publicar los detalles de sus hallazgos en una revista científica, incluyendo grabaciones del canto del hormiguero tororoi tachirense y como, junto a las características de su plumaje, se distingue de otras aves similares. Pero hace falta trabajo de campo adicional para aprender más sobre este pájaro misterioso. Por ejemplo, existe un hábitat similar cercano en Colombia, y la especie también podría localizarse ahí. Un mejor conocimiento de sus vocalizaciones y de la identificación visual reunida en este estudio ayudará a los investigadores a determinar sus requerimientos, su ecología, hábitat y la mejor manera de asegurar su conservación.
“Esta especie fue originalmente descrita por William H. Phelps, Jr. de la COP y Alexander Wetmore, ex Secretario del Instituto Smithsoniano”, dijo Michael Braun del RSI y el Museo Nacional de Historia Natural del Smithsoniano. “Es apropiado que la Iniciativa Cardenalito, en la cual COP y el Smithsoniano son colaboradores clave, haya sido instrumental en este redescubrimiento. Invitamos a los interesados a ayudarnos a aprender más sobre esta especie”.
El equipo de búsqueda de Venezuela debe su éxito a varias personas e instituciones. El apoyo logístico fue de ABC, RSI, IVIC, COP, Provita, INPARQUES, Ascanio Birding Tours, Instituto Smithsoniano y las siguientes personas: Carolina Afan, Miguel Ángel Arvelo, David Ascanio, Michael Braun, Felix Briceño, Brian Coyle, Dan Lebbin, Cipriano Ochoa, Tomás Odenall, Jorge Pérez Emán, Jon Paul Rodríguez, Kathryn Rodríguez-Clark y Bibiana Sucre.
Si quieres saber más sobre el hormiguero tororoi tachirense, entra en el Libro Rojo de la Fauna Venezolana: http://animalesamenazados.provita.org.ve/content/hormiguero-tororoi-tachirense
Fuente original: https://abcbirds.org/article/scientists-rediscover-venezuelan-bird/
Contacto: Adriana Pizzi, Coordinadora de Comunicaciones, Provita, apizzi@provitaonline.org