Vivo en Panamá desde el año 2011 y desde entonces mis sentimientos encontrados entre la realidad que se vive en Venezuela y la que disfruto en Panamá se limitaban a los temas de la inseguridad e infraestructura, por no mencionar el asunto del desabastecimiento de productos de primera necesidad por lo vergonzoso que resulta.
El no sentirte particularmente preocupado en Panamá cuando por la calle se te aproxima un motorizado o quedar gratamente impresionado con el desarrollo de distribuidores y viaductos que ayudan a la fluidez del tránsito, contrastan marcadamente con la búsqueda de preguntar por quién me puede prestar un carro blindado cuando voy con mi familia de visita a Venezuela o ver que en materia de infraestructura vial es más lo que veo deteriorándose que lo que progresa.
Pero el pasado miércoles 25 de marzo de 2015 estos sentimientos encontrados han pasado al plano profesional, como biólogo que soy, al ser testigo en un mismo día de la creación del Ministerio de Ambiente (Panamá) y del Ministerio del Ecosocialismo y Aguas (Venezuela). Al momento de sancionar la Ley el Presidente Valera anunció que “El Ministerio de Ambiente representa la garantía que el tema ambiental será incorporado en todas las decisiones de Estado”, mientras que el Presidente Maduro dijo que “El Ministerio del Ecosocialismo y Aguas se encargará de asumir todas las tareas del ecosocialismo, de desarrollo del concepto ecológico para salvar al planeta del cambio climático”.
Las palabras del Presidente Varela lucen ser las de un estadista que entiende la importancia del tema ambiental para el desarrollo sostenible de una nación tan pujante como lo es Panamá. Las del Presidente Maduro suenan mucho al discurso político de galerías al que nos tienen acostumbrados, no sin revelar la intencionalidad política de echarle la culpa al capitalismo de lo que nos ocurre en materia ambiental, como si los países comunistas fuesen un dechado de virtudes en atender esta agenda.
Me siento feliz por ser amigo y colega de muchos representantes de la sociedad civil de Panamá, que con su iniciativa lograron captar el interés del entonces candidato Varela, y que gracias a su constancia en el acompañamiento de la misma lograron hacer que esta promesa de campaña se hiciera una realidad en menos de un año. Les felicito y a través de ellos a toda Panamá.
Por el contrario, me siento muy triste ya que aún tengo amigos y colegas en lo que ahora se llama el Ministerio del Ecosocialismo y Aguas (antes Ministerio para el Poder Popular para el Ambiente), que a lo largo de estos 16 años de gobiernos Chavista-Madurista han visto como los criterios técnicos han sido relegados para darle prioridad a una agenda política que no termina de atender, sino que ha logrado agravar la situación ambiental de Venezuela. Sigo deseando ser yo el equivocado, pero el peso de la evidencia es muy grande, aunque algunos aún no la quieran ver.
Si, sentimientos encontrados. Tan contrastantes como la luz y la oscuridad. Fuerza Panamá, Ánimo Venezuela.
*Juan M. Posada, es biólogo egresado de la Universidad Central de Venezuela y trabaja para una ONG ambiental en Panamá.