Abraham Salcedo, jefe del Departamento de Ingeniería Hidrometeorológica de la UCV, advierte que ya Caracas siente desde hace años los efectos del cambio climático.
-¿¿Por qué y qué tanto se ha calentado la capital?
-Uno de nuestros grandes problemas es que no existe una investigación minuciosa y seria al respecto, no como parte de una política de Estado. Yo diría que la temperatura promedio debe haber subido unos dos grados con respecto a principios de la década del 50. Eso es muchísimo.
-¿Es eso efecto del cambio climático que provoca la actividad humana, son producto de ciclos climáticos normales o tiene alguna explicación local?
-La acción del hombre, conceptualmente, tiene que producir un efecto por las cantidades de dióxido de carbono que está liberando al ambiente por la quema de combustibles fósiles o el metano que produce la contaminación, o incluso por los millones de vacas que hay en la India. La discusión es si la Tierra puede corregirlo. En el caso de Caracas, creo que no es tanto producto de un calentamiento global como de cambios locales: la ciudad tiene muchísimo más cemento y eso tiende a calentarla. Y al haber más calor hay lluvias más intensas.
-Si se toman los datos de departamento hidrometeorológico de la UCV, está claro que en Caracas llueve más que hace sesenta años…
-Sí, y eso tendría sentido conceptualmente, pero igual son series muy cortas. En el departamento tenemos datos pluviométricos desde 1950, y eso es muy poco. No se puede saber con certeza si es por el cambio climático o por cambios locales (más cemento es igual a más calor, mayor calor es igual a lluvias más intensas), o por ambos, o cuál tiene mayor peso.
-El deslave de Vargas podría ser consecuencia de ese aumento de la temperatura?
-Cuando eso sucedió, perforando el suelo encontramos materiales de otros eventos semejantes de hace 700 años. O sea que no es cambio climático, al menos no cambio climático producido por la acción humana, es algo que entra dentro de la variabilidad que siempre tiene el clima. Pero a mí me preocupa mucho el cortoplacismo de nuestros gobernantes, pues aquí no hay políticas en cuanto al cambio climático. No las hay en cuanto a las recomendaciones para su mitigación pero, peor aún, tampoco para la adaptación al mismo.
-¿Cuáles medidas?
-Está el tema de las enfermedades: hay zonas altas de Caracas en las que no había mosquitos hace cincuenta años y hoy tienen muchísimos. ¿Es por el cambio climático o por cambios locales? No importa, igual tenemos que adaptarnos. Aquí no había dengue, no había chikungunya. Puede ser que hayan llegado porque el de hoy es un mundo más globalizado, pase, pero el cambio climático ha ayudado en su propagación. Pero no hay investigación, no hay una política de Estado para determinar la subida del nivel del mar, enfermedades, aumento de eventos extremos (sequías, lluvias, incendios). Hasta los cultivos cambian cuando cambia la temperatura, las plagas que amenazan a estos cultivos… hay un escenario y hay que prepararse para ese escenario.
-¿Cómo hacerlo en Caracas, por ejemplo?
-El hecho de que llueva más y que la ciudad tenga más cemento significa una carga grandísima para el río Guaire. Pero todo su cauce está destruido, y su ampliación a la altura de El Llanito sigue pendiente. Pero en vez de atender ese problema hacemos más puentes sobre el rse río, es decir, en lugar de adaptarnos nos hacemos más vulnerables. La ciudad está impermeabilizada por el cemento, todas las aguas de lluvia terminan en El Guaire, y su cauce está destruido, lo que hace que las aguas no circulen con la rapidez que deberían, y con menor cantidad de agua alcanza mayor altura. Pero ojo, no es solo un tema de Caracas: Ciudad Ojeda, Lagunillas, el Delta del Orinoco, todas esas zonas están en riesgo porque sube el nivel del mar. Pero aquí vivimos demasiado pendientes de lo que va a pasar la semana que viene que nos olvidamos de planificar para 10 o 20 años.