Lo que comúnmente denominamos basura es una mezcla de residuos y desechos sólidos. Los residuos son aquellos componentes que a través de una tecnología adecuada y disponible pueden ser incorporados nuevamente a procesos productivos. La recuperación en el origen, la reutilización y el reciclaje son tratamientos que podemos darle a los residuos sólidos.
La gestión integral de residuos implica un conjunto de planes, normas y acciones coordinados, cuya finalidad sea que todos los componentes de la basura puedan ser manejados de manera amigable con el ambiente, con tecnología adecuada a costos razonables y de forma socialmente aceptable.
Una correcta gestión de los residuos y desechos sólidos incluye varias tareas en las que se involucran los ciudadanos, las organizaciones comunitarias, las empresas y los organismos del estado:
1) Generación: la cantidad y las características de los residuos sólidos que se generan en un municipio, dependen de su cantidad de habitantes, de las actividades comerciales que allí se realicen y de la actitud de los ciudadanos hacia un consumo responsable.
2) Almacenamiento: Todos los residuos sólidos deben ser colocados en recipientes adecuados que hagan más fácil su recolección y transporte.
3) Barrido: suele ser una responsabilidad compartida entre los vecinos y comerciantes, quienes deben mantener limpias sus frentes y aceras. La Alcaldía debe ocuparse del barrido de calles, avenidas, plazas y demás espacios públicos.
4) Recolección y Transporte: El objetivo de esta etapa es recoger los residuos y desechos en el lugar donde han sido depositados para ser colocados en el transporte que los llevará hasta el sitio de disposición final. En esta fase es fundamental el diseño de rutas y horarios de recolección que deben ser ampliamente conocidas por los vecinos.
5) Tratamiento: la basura puede recibir tratamientos previos a su destino final. De esta manera, puede recuperarse buena parte de la materia prima que está en los objetos desechados. Además, si todos los desechos se transportan mezclados, la basura es difícil de manejar y tiende a saturar los espacios de disposición final.
6) Disposición Final: Ésta es la última etapa de un Manejo Integral de Desechos Sólidos. Los desechos se envían no son reutilizados ni reciclados, se colocan en vertederos o rellenos sanitarios. Los tratamientos que se le dan a los desechos en los rellenos sanitarios, logran transformar dichos desechos en material inerte, es decir, no peligroso.
Responsabilidades compartidas
La gestión de los residuos sólidos en Venezuela es competencia directa de cada municipio, que debe, entre otras,
• Elaborar y hacer cumplir las ordenanzas para la gestión ambiental,
• Prestar el servicio de limpieza, recolección y tratamiento de los residuos sólidos urbanos,
• Fomentar programas de educación ambiental
• Establecer e informar las rutas de recolección y las tarifas del servicio
Sin embargo, las gobernaciones y el gobierno nacional deben elaborar, respectivamente, los planes estadales y nacionales de Gestión de Residuos sólidos, y apoyar a los gobiernos municipales en este trabajo.
Otro par de tareas de gran importancia que debe realizar el Gobierno Nacional es fomentar mancomunidades para la gestión integral de residuos sólidos, crear incentivos para la gestión integral de residuos sólidos y la participación ciudadana, y ejercer la vigilancia y control de las disposiciones establecidas en las leyes nacionales.
Pero los ciudadanos también tenemos responsabilidades. A nosotros nos corresponde:
• Respetar y exigir el cumplimiento de las ordenanzas y el plan de gestión de residuos sólidos en tu municipio
• Conocer y respetar la ruta y horario de recolección de su comunidad
• Mantener el frente de la casa limpio y libre de desechos
• Participar en iniciativas que mejoren la gestión de residuos sólidos en tu comunidad
La educación ambiental y la participación comunitaria
En todo el proceso de gestión integral de los residuos sólidos la educación ambiental en los ámbitos formales y no formales son fundamentales, y esta debe estar orientada a generar cambios en el comportamiento de los ciudadanos, tanto a nivel individual como colectivo.
Este proceso educativo debe ayudar a entender las relaciones entre nuestra actividad diaria y la generación de “basura”, así como la incidencia de una incorrecta gestión en nuestra salud, y en líneas generales en nuestra calidad de vida.
Pero también debe promover acciones concretas, a distintas escalas para:
1. Reducir, impulsando un consumo más consciente, y con ello minimizando la producción de desechos
2. Reciclar, promoviendo la separación y transformación de residuos orgánicos e inorgánicos
3. Reutilizar, para alargar la vida útil de ciertos residuos
En líneas generales, y en este ámbito, el fin último de la educación ambiental es mejorar la gestión integral de los residuos sólidos en nuestro municipio, en nuestro país, y minimizar nuestro impacto sobre el ambiente.
Pero también lo anterior tiene un efecto positivo en el municipio. En la medida que disminuyamos el volumen de basura generado, será menor la inversión para la recolección, transporte y disposición final de los residuos y desechos sólidos.
Además el fomento del reciclaje puede generar beneficios económicos a nivel de individuos, comunidades y escuelas, que directa o indirectamente pueden traducirse en mejoras en la calidad de vida.
Alejandro Luy, Gerente general de Fundación Tierra Viva
Artículo publicado en la Revista Vecino Saludable N° 51, Enero-Febrero 2012, Editada por el Grupo COBECA