El cambio climático en tu cocina. Alejandro Luy

Sin duda alguna el principal problema ambiental a nivel global es el cambio climático.  Aunque su origen es muy diverso, y existen actividades con mayor efecto en el problema que otras, en nuestra casa, y especialmente nuestra cocina, existe un foco permanente, y desde allí podemos poner nuestro grano de arena con poco esfuerzo.

¿Qué es el cambio climático’

La evidencia científica señala que desde hace 250 años la tierra viene calentándose.  De ese período, los últimos 100 años este calentamiento se debe a un conjunto de actividades humanas que han incrementado la generación de gases de efecto invernadero (que llamaremos GEI), siendo el dióxido de carbono (CO2) el más importante.

El CO2 y los otros gases del efecto invernadero cumplen un papel fundamental para la vida del planeta, ya que capturan parte del calor irradiado por la tierra y permite que exista una temperatura favorable para la vida y las funciones del planeta.

Sin los gases de efecto invernadero, la tierra sería un planeta muy frio ya que su temperatura de ¡menos 18 grados centígrados!  Sin embargo, el aumento de esos gases está causando un incremento paulatino de la temperatura del planeta lo cual está produciendo cambios importantes en el sistema que gobierna la vida.  Este proceso de calentamiento y sus consecuencias es lo que se conoce como cambio climático.

Dónde se producen los GEI

Existen muchas fuentes desde donde se producen los gases responsables del cambio climático.

La generación de energía a través del consumo del petróleo y sus derivados, y el carbón, conjuntamente con la deforestación y la quema, son los principales generadores del CO2, el GEI originado que más ha contribuido al calentamiento global.

El metano, otro de los gases, se produce principalmente a consecuencia de diversas actividades agropecuarias, la cría del ganado y procesos de descomposición orgánica, incluyendo estos últimos la desintegración que se produce en botaderos de basura.

Desde nuestra casa, y en nuestra actividad diaria, cada uno de nosotros puede incidir en el gran problema ambiental que representa el cambio climático.

Cocinando el cambio climático

En todos los espacios de nuestro hogar, el baño, el cuarto, la sala, podemos identificar fuentes importantes de generación de GEI, pero posiblemente la cocina es donde se concentran los más importantes focos.

Todos los aparatos eléctricos, al consumir energía, generan CO2, por lo que un uso consciente y razonable de los mismos puede hacer la diferencia en el hogar.  Las cocinas eléctricas son menos amigables con el ambiente que las de gas, ya que al consumir más energía generan más gases y con ello “echan más leña al fuego” del cambio climático.  Así una buena práctica para un hogar más eficiente – que incluso nos ayuda a ahorrar dinero – es sustituir la cocina eléctrica por una de gas.  Lo anterior también es válido para los calentadores de agua.

Otro artefacto de gran consumo eléctrico, y por tanto productor de CO2 es el horno de micro-ondas.  Como es muy útil para la vida moderna, creemos que no somos capaces de prescindir de algunas de sus funciones.  Sin embargo son muchos los hogares que no cuentan con este aparato y descongelan las carnes dejándolas en el fregadero toda la noche, o calientan en café en la hornilla.  Un uso más cuidadoso de este aparato puede contribuir notablemente a la disminución de los GEI generados en nuestro hogar.

Comer genera CO2

Asociado a la preparación de los alimentos, los ingredientes, sus envases y envoltorios está el aporte de casi todos los ciudadanos del mundo al cambio climático.  En toda esa cadena hay varios aspectos que podemos considerar para disminuir nuestro impacto.

  1. Menos carne, menos gases: la producción de carne, que implica el uso de alimentos concentrados, y el metano que genera el estiércol del ganado son altos productores de metano, otro GEI.  Disminuir el consumo de carne vacuna es una acción buena para la salud y para el ambiente, y ya hay en el mundo movimientos ciudadanos que promueven el “lunes libre de carne”.
  2. Menos envoltorio y plástico, menos gases:  las bandejas de plástico y papel de envoltorio donde frecuentemente venden los quesos y embutidos son altamente contaminantes, tardan en degradarse y son difíciles de reciclar reciclables, por lo que son fuentes de GEI.  Como consumidores debemos pedir ese tipo de alimentos en papel encerado, y guardarlos en envases en nuestro hogar.  Además podemos promover la compra de líquidos en cartón o vidrio, que en Venezuela son más reciclados que el plástico.  Y cuando vaya de compras lleve su bolsa ecológica o no pida doble bolsa en el supermercado.
  3. Más reciclaje, menos gases:  uno de los beneficios del reciclaje es la disminución del consumo de energía, y consecuentemente contribuye a disminuir la generación de GEI.  Aunque en Venezuela sólo un 10% de los desechos sólidos son reciclados, existen iniciativas comunitarias y de organizaciones no gubernamentales a las cuales podemos sumarnos.

Como hemos visto, cada mañana junto con el café, puede empezar un día más sano para nosotros y para el planeta.

Sabía que

  • El reciclaje de 60 toneladas de vidrio, evita unas 20 toneladas de emisiones de CO2.
  • Con el aceite de cocina usado se puede elaborar Biodiesel, y que en Venezuela y que la empresa Ecoequilibrio y Fundación Tierra Viva tienen un proyecto para fomentar ésta actividad y ayudar a comunidades organizadas.

 

Alejandro Luy

Este artículo forma parte de las actividades que realizan en alianza Botiquería (@Botiqueria) y Fundación Tierra Viva (@TierraVivaVzla) en el Programa Cuadra Limpia y Saludable para promover la Gestión Integral de los Residuos Sólidos.

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