El gobierno tendrá que organizar la minería, impulsar campañas y crear sitios de disposición final para el metal
MAOLIS CASTRO | MACASTRO@EL-NACIONAL.COM27 DE OCTUBRE 2013 – 12:01 AM
Colgados del cuello, como si fuesen amuletos de la buena suerte, cargan los frasquitos de mercurio en las minas del estado Bolívar. Es un implemento de trabajo utilizado en la minería artesanal para amalgamar el oro, y usualmente desechado en aguas y suelos.
El uso del mercurio es común. No está solamente en las minas, sino que se encuentra en baterías, bombillos de bajo consumo (ahorradores), termómetros, microondas, congeladores, planchas y aires acondicionados, entre otros.
La disminución del uso del metal ha sido discutida en el mundo. Venezuela firmó recientemente, junto a 92 países, un acuerdo para reducir las emisiones.
La incorporación fue formalizada luego de participar en la Conferencia de Plenipotenciarios de la Convención de Minamata sobre el Mercurio, convocada por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, en Japón.
Entre los retos que deben asumir los países firmantes está prohibir la fabricación, importación y exportación de los productos con mercurio.
Benjamín Scharifker, químico y rector de la Universidad Metropolitana, asegura que se debe hacer esfuerzos para restringir las emisiones de mercurio: “El país tendrá que afrontar la minería artesanal, especialmente la ilegal; replantearse la sustitución de bombillos ahorradores o buscarles un sitio de disposición final; crear leyes y hacerlas cumplir, entre otras acciones”.
Los países deberán elaborar un plan nacional y presentarlo a la Conferencia de las Partes después de los cuatro años de entrada en vigor del convenio. Venezuela se comprometió a incorporar estándares muy bajos de contenido mercurial en los bombillos ahorradores y a hacer esfuerzos en el reciclaje y almacenamiento en todos los procesos de la industria eléctrica, según la Agencia Venezolana de Noticias.
No todos los productos con mercurio están prohibidos por el convenio, pues algunos son sometidos a discusión. Alejandro Álvarez, miembro de la ONG ARA, cree que debería revisarse el caso de la minería artesanal de oro: “Son muchos los efectos negativos como consecuencia del uso del metal. Se legalice o no la minería, tendremos secuelas en el ambiente porque eso no significa que se erradicarán las emisiones de mercurio”.
Coinciden en que la ratificación del convenio será el próximo paso para llevar a cabo la reducción del uso del metal.
El legado temible. De acuerdo con un informe de la Red ARA, más de 90% de las personas examinadas por mercurio en El Callao, estado Bolívar, presentaron ese metal en la orina por encima del nivel de alerta, lo cual es considerado uno de los grados de intoxicación más altos en el mundo.
La incidencia de anencefalia (una grave malformación cerebral congénita incompatible con la vida) en la Costa Oriental del Lago de Maracaibo es casi ocho veces mayor en comparación con otras regiones de Venezuela o del mundo. “Es necesario que se vea la solución del problema como integral, de otra manera no cumpliremos con la meta”, señalan