Venezuela es signataria de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, la cual establece entre sus responsabilidades que “Todas las Partes deben preparar y presentar periódicamente informes especiales denominados Comunicaciones Nacionales. Estas Comunicaciones Nacionales deben contener información sobre las emisiones de gases de efecto invernadero de esa Parte y explicar las medidas que se han adoptado y los planes que se ejecutarán para aplicar la Convención” (http://www.un.org/es/climatechange/kyoto.shtml).
En cumplimiento a ese mandato, en 2005 se elaboró la Primera Comunicación Nacional de Cambio Climático de Venezuela y en julio de 2009 el Director General de Cuencas Hidrográficas del Ministerio del Ambiente, Rodolfo Roa, informó que se estaba preparando la “Segunda Comunicación Nacional de Cambio Climático” (http://www.aporrea.org/actualidad/n139469.html).
Más recientemente, en entrevista a Alba Marina Gutiérrez el 12 de agosto de 2015, el Doctor Pedro Borges. Miembro de la Delegación de Venezuela ante la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático declaró que “en dos años tendremos la Segunda Comunicación” Nacional de Cambio Climático e hizo observaciones sobre la metodología usada entre la primera y la que ha de usarse en la segunda.
Para la elaboración de la Primera Comunicación, fui contratado a título individual por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, de común acuerdo con el Ministerio del Ambiente, para actuar como coordinador técnico externo dentro del equipo que trabajó en la preparación de dicho documento.
En virtud de lo anterior, y atendiendo a una solicitud de opinión del Portal de Desarrollo Sustentable, en aras de ofrecer con mayor claridad sobre los hechos, me permito compartir los siguientes comentarios:
- Es cierto que buena parte de la Primera Comunicación fue realizada mediante contratación de varias empresas consultoras, pero otra parte del esfuerzo lo hizo el Ministerio del Ambiente. Se contrató la realización del Inventario Nacional de Emisiones de Gases de Invernadero, con la excepción del inventario de las emisiones de la industria petrolera, por cuanto ya se disponía de esta información elaborada por Petróleos de Venezuela en 1999. Asimismo, se contrató el estudio de los impactos socio-económicos del cambio climático y también el estudio de algunos aspectos de la variabilidad climática del país y de los escenarios climáticos futuros. El resto del esfuerzo, consistente en la consolidación de los trabajos de modelaje del clima futuro, la identificación de medidas de mitigación (reducción de emisiones) y adaptación, las vulnerabilidades nacionales y la identificación de los requerimientos nacionales en materia de investigación, entre otros, se realizó mediante un gran esfuerzo propio del Ministerio del Ambiente en coordinación y consulta con numerosas instituciones de la administración pública, incluyendo Universidades, Centros de Investigación y empresas del Estado.
- Inicialmente el Ministerio del Ambiente intentó realizar el inventario nacional de emisiones exclusivamente con esfuerzo propio, pero luego de varias tentativas fallidas, y al advertir el tamaño de la dedicación requerida en términos de horas de trabajo del personal y capacitación en temas en los que no se tenía experticia, se decidió la contratación parcial.
- Los responsables del esfuerzo, conscientes de los requerimientos futuros de actualización periódica de la Comunicación Nacional guardaron cuidadosa y ordenadamente en archivos electrónicos todos los datos compilados del Inventario Nacional de Emisiones, la información acerca de su procesamiento y análisis, y la correspondencia oficial intercambiada con los entes públicos y privados para la obtención de información. Toda ello quedó almacenado en las computadoras del Ministerio del Ambiente, específicamente en la Dirección de Cuencas Hidrográficas, encargada de la Comunicación. Entiendo que luego esta información se extravió, desconozco si total o parcialmente, al utilizarse los equipos de computación en otros asuntos. Es lamentable que esto haya ocurrido, porque estoy seguro que la disponibilidad de dicha información ahorraría tiempo y costos para la elaboración de la Segunda Comunicación Nacional.
- La Comunicación Nacional es esencialmente un documento técnico de información indispensable como insumo para la adopción de políticas nacionales y políticas públicas sectoriales en materia de cambio climático, por ejemplo en materia de mitigación de emisiones y adaptación a las consecuencias del cambio climático. Como tal, se trata de un documento que debe ser muy objetivo y apegarse rigurosamente a las metodologías y análisis científicos y técnicos desarrollados para tal fin. El contexto político estará en el uso que se le dé luego a la información.
- La Comunicación Nacional se pone a disposición de la comunidad internacional al ser presentada oficialmente ante la secretaria de la Convención Marco de Cambio Climático de Naciones Unidas. Este es en efecto un compromiso contraído por el país al suscribir dicha Convención, y el hacer del dominio público internacional la Comunicación es importante porque muestra al mundo la capacidad y la preparación de Venezuela para atender el problema del cambio climático. El haber dejado pasar diez años sin actualizar la Comunicación incontestablemente refleja internacionalmente una desatención del tema por parte del país, independientemente que se hayan realizado en el periodo algunos esfuerzos que no han sido debidamente documentados. Cuando algunas voces se han pronunciado señalado esta desatención, creo que lo han hecho precisamente para que las autoridades tomen cartas en el asunto y se aboquen a asumir sus responsabilidades, y no para mal poner la imagen del país. Considero que es positivo el anuncio extraoficial del inicio de los preparativos para la elaboración de la Segunda Comunicación Nacional.
- Es válido considerar a la Misión Árbol como un esfuerzo de adaptación porque se busca proteger a las cuencas hidrográficas, sin embargo cuando se estableció esta Misión no se tomó en cuenta que además contribuye a la absorción del dióxido de carbono de la atmósfera, y quizás esta es la razón por la cual no existe una información debidamente sustentada acerca de cuantas toneladas de dióxido de carbono han sido absorbidas hasta el presente. En caso que se hayan compilado estadísticas confiables, se pudiese realizar un estimado de la absorción y efectivamente reflejarlo en la Segunda Comunicación Nacional. Algo similar puede estar sucediendo con la sustitución de bombillos convencionales por bombillos ahorradores, porque originalmente esto se hizo para reducir el crecimiento de la demanda de electricidad, ante las crisis eléctricas que datan desde la década pasada, y no para mitigar emisiones.
- Con respecto a los Planes de Mitigación y Adaptación, los insumos necesarios para su elaboración son el Inventario Nacional de Emisiones de Gases de Invernadero y los estudios sectoriales de vulnerabilidad y riesgos climáticos respectivamente, que están pendientes de ser elaborados. Estos no son insumos que están contenidos en el “Plan de la Patria”