Comunicado de la Fundación Caribe Sur sobre derrame de petróleo ocurrido en El Palito

La Fundación Caribe Sur, consciente de la grave situación generada por los derrames de petróleo en el mar, manifiesta su profunda preocupación por la sucesión de estos derrames que han sido detectados desde el 21 de julio pasado hasta el día de hoy, provenientes de la refinería El Palito ubicada en el estado Carabobo y que han afectado las playas y ecosistemas del Golfo Triste en el estado Falcón, así como importantes áreas naturales protegidas como son el Parque Nacional Morrocoy y el Refugio de Fauna Silvestre de Cuare.
Venezuela tiene una tradición petrolera que sobrepasa el siglo, que ubica a nuestro país entre los grandes productores de petróleo. Desde el año 1986, existe en Venezuela un Plan Nacional de Contingencia-PNC, que ha sido aplicado con éxito en varias oportunidades, e incidentes como los
ocurridos en El Palito no deberían tomarnos desprevenidos, como ha sido el caso, por lo que no se entiende el silencio de nuestra estatal petrolera (PDVSA), ente coordinador de la aplicación del PNC y máxima representación de la industria petrolera nacional, quien hasta los momentos no se ha pronunciado al respecto, mas aún cuando el día 10 de agosto se ha tenido noticia de otro derrame similar, igualmente de grandes proporciones, ocurrido también en la refinería El Palito.
Es importante destacar que fue el 31 de julio, 10 días después del primer derrame, cuando se encendieron las alarmas de la sociedad civil organizada y desde diversas Organizaciones No Gubernamentales-ONG conservacionistas se hicieron las primeras denuncias ante los organismos
competentes y la opinión pública, mientras se promovía la organización de jornadas de limpieza de playas y cayos en conjunto con voluntarios y pescadores de la zona. Por ello sorprende la prohibición dictada por las autoridades de Inparques a representantes de las ONGS y grupos de voluntarios de participar en la limpieza y evaluación de daños en cayos del PN Morrocoy, lugares de anidación de tortugas y aves marinas, e importantes proveedores de servicios ecosistémicos asociados a la pesca.
Obstaculizar la actuación de profesionales y activistas de las ONGs regionales en momentos en que la capacidad operativa de las instituciones de investigación, universidades y ONG’s ambientalistas, se encuentra afectada por la situación económica del país, además de la pandemia y los problemas de movilización debido a la falta de gasolina, hace que cualquier actividad, monitoreo o actuación orientadora aportada desde estas instancias e instituciones públicas y privadas se vean limitadas,
agravando la adversidad de la situación. Venezuela, como país petrolero y poseedor de una biodiversidad marina excepcional, no puede permitir improvisaciones ante una eventualidad de este tipo.

Por ello, y a pesar de los esfuerzos realizados por los organismos del Estado con recursos y competencias para actuar en situaciones como esta, la Fundación Caribe Sur hace un llamado a las autoridades para que se trabaje coordinadamente con la sociedad civil organizada para evaluar la situación y alcance de los efectos previstos como consecuencia del derrame y se informe a la colectividad sobre las acciones que se están ejecutando y los eventuales efectos que este derrame en particular pudiese ocasionar en las actividades socio-económicas de las comunidades hoy afectadas por el derrame.

FUNDACIÓN CARIBE SUR
12 de agosto de 2020
“En el mar todos vivimos aguas abajo de alguien más y todos bajo un mismo cielo”