Ciencia y paciencia. Sergio Antillano

Terminó el 2020. El año cuando lo desconocido arremetió con fuerza letal contra la especie humana.

Y ciencia y paciencia fueron las mas eficaces herramientas que tuvimos para enfrentar el desafío.

En 2020 quedó en evidencia la vulnerabilidad de la especie humana frente a la naturaleza.

Un virus puede diezmar la población y paralizar las diversas sociedades. En un año, un organismo invisible al ojo humano mató al menos a dos millones de personas, enfermó a mas de 82 millones dejando secuelas en muchos y nos confinó a todos en angustiantes encierros involuntarios. La actividad humana se detuvo en casi todo el planeta. Y todo eso, sólo en 2020

Esa circunstncia de la Humanidad bajo ataque feroz de un virus desconocido hasta ese momento, que por zoonosis invadió el cuerpo de una persona china y de este a millones de humanos,

nos hizo evidenciar como nunca antes que la ciencia trae luz a la oscuridad de lo desconocido. La ciencia develó al virus culpable de la pandemia, lo nombró #SarsCov2 y precisó las formas de actuar de este escurridizo invasor que se esparce facilmente entre humanos y nos mata al inhibir las celulas de los alveolos pulmonares.

La ciencia con su conocimiento previo y su método riguroao de análisis e investigación desnudó las estrategias del novedoso enemigo y diseñó las estrategias de prevención y cura para salvarnos de este coronavirus de especial capacidad de contagio.

Y lo sigue estudiando mientras monitoriza su evolución y mutaciones.

En 2020 también quedó en evidencia una vez mas pero con dramatica claridad, que debemos respetar los limites de la naturaleza y no comernos todas las otras especies. Los humanos no somos (o no debiéramos ser) omnívoros. Y es hora ya de detener la voraz depredación de especies de fauna siñvestres, incluso por razones de nuestra propia supervivencia.

Enfrentados a este nuevo virus, la ciencia, con su sabiduría, sus especialistas, laboratorios y equipos apresuró en muchas partes del mundo Investigación y estudio sistemático. Con el apremio del caso, aplicó su método y el rigor científico y asumió su rol social demostrando que es la mejor defensa que tenemos ante cualquier amenaza a nuestra supervivencia y bienestar.

Y como todo lo trascendente, la ciencia requiere tiempo para hacer lo suyo y por eso la paciencia fue el otro protagonista de este 2020 cuando la ansiedad, la angustia y desesperación entendible de millones de seres en el planeta fueron solidamente combatidos con esa herramiente muchas veces escasa, que es la paciencia.

En #2020 la pandemia de #Covid_19 mostró también la criminal negligencia de regímenes y gobiernos con la salud de la población. Inexistencia, debilidad y abandono del apoyo que deben brindar a la invesstigación cientifica y al desarrollo tecnológico y de los sistemas de atención primaria y de hospitales, hizo que la pandemia agarrara a esos países desprovisto de respuesta adecuada y acentuaron el efecto devastador del #SARSCoV2.

Definitivamente un año alexionador.

Necesitamos ciencia, paciencia y buenos gobiernos.

Sergio Antillano

antillanoatmas@gmail.com